Elon Musk va a contribuir a que el primer motor espacial con combustible verde desarrollado en Castellón pruebe su eficacia en el espacio. Su compañía Space X será la encargada de lanzar a través de sus cohetes el satélite que equipa estos motores desarrollados por la start-up del aeropuerto de Castellón Arkadia Space.
La empresa fue fundada en el año 2020 y tiene su sede en Castellón, donde se ubica en el aeropuerto y también en el Espaitec de la Universidad Jaime I. Está especializada en el desarrollo y comercialización de sistemas de propulsión basados en el uso de combustibles verdes y forma parte de la incubadora de empresas de la Agencia Espacial Europea que está instalada en el recinto aeroportuario.
La tecnología desarrollada íntegramente por Arkadia Space supone un gran paso hacia adelante, ya que por primera vez estará en el espacio y cotejará su rendimiento con el que se ha podido comprobar durante su construcción en la atmósfera terrestre.
El Falcon 9
Este proyecto está enmarcado en el que lidera la compañía aeroespacial italiana D-orbit, que es líder en soluciones de transporte y logística espacial. El satélite de la compañía transalpina es el que aloja el sistema de propulsión desarrollado por Arkadia Space y será lanzado al espacio por el cohete Falcon 9 de la firma de Elon Musk.
El módulo de propulsión se compone de un tanque de combustible (peróxido de hidrógeno), sistemas electrónicos y dos motores de 5 newton, cada uno. Es un avance por la mejora que supone el uso de motores que no emiten contaminación en la combustión. Arkadia Space, además, ha sido seleccionada como integrante de la primera incubadora de empresas de la Agencia Espacial Europea en la Comunidad Valenciana.
Junto a ella las compañías Nax Solutions, ODOS Technologies y Nerva Technologies forman parte de esa selección que tendrá todo el apoyo formativo en el aeropuerto de Castellón.
Primer contrato comercial
A este hito aeroespacial español hay que sumar la firma del primer contrato comercial de Arkadia Space con la emergente empresa francesa de cohetes Maia Space. El acuerdo incluye el suministro de motores monopropelentes de 250 Newton, diseñados para su uso en el sistema de control de reacción del lanzador, un componente esencial para garantizar la precisión y estabilidad en la trayectoria del cohete tras el despegue.
La relación comercial asegura el desarrollo en los próximos años de nuevas tecnologías, ya que la compañía francesa ha diseñado un minilanzador flexible y configurable para satélites de hasta 3 toneladas en órbitas terrestres bajas. El objetivo es proporcionar a Europa el primer minilanzador reutilizable que incluye el aterrizaje vertical del escenario principal en una barcaza en el mar.
El hub tecnológico espacial en Castellón se suma a la apuesta de la empresa aeroespacial de Elche PLD Space que está desarrollando cohetes reutilizables para prestar acceso orbital y suborbital a satélites pequeños y que ya ha realizado el primer lanzamiento exitoso.
Alrededor de estas compañías se está desarrollando un potente ecosistema universitario en el que la especialización de ciertas ingenierías adaptadas a la carrera aeroespacial garantizan el suministro de jóvenes talentos a las compañías emergentes. y también a las que, como la firma ilicitana que ya tiene dos lanzadores propios, están ya totalmente consolidadas en el panorama europeo e internacional y emplea a más de 200 personas en sus instalaciones.
Las Administraciones públicas consideran que el sector aeroespacial (quer ha crecido un 24% en la última década) es un sector estratégico tanto por el peso económico-industrial y su gran capacidad de generar actuaciones de I+D y las ayudas se van incrementando como sucede con el sector automovilístico en su acompañamiento a la transformación eléctrica.