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Comunidad Valenciana

Diana Morant deberá sortear los agravios del Gobierno de Sánchez a los valencianos

La ministra cuenta con mayor proyección pública que los aspirantes que ayer cayeron ante la presión de Ferraz pero también es un objetivo más fácil para las críticas

Diana Morant, Alejandro Soler y Carlos Fernández Bielsa en el último Comité Nacional del PSPV EP

Diana Morant es desde ayer la nueva secretaria general oficiosa del PSPV. Lo será oficialmente el próximo 24 de marzo en el congreso extraordinario que el partido celebra en la localidad de Benicassim, después de que Carlos Fernández Bielsa y Carlos Soler sucumbieran a la presión de Pedro Sánchez para que retiraran sus candidaturas.

Evitado el trámite de la proclamación oficial de las candidaturas, la recogida de avales, la campaña de las primarias y la votación de las mismas, a la ministra de Ciencia y Universidades sólo le queda conformar un equipo que encare los próximos años para hacer frente al PP de Carlos Mazón.

Deseos son órdenes

A día de hoy los deseos de Pedro Sánchez son órdenes y tanto Soler como Bielsa se vieron obligados a retirar sus proyectos para liderar el PSPV después de haberlos ya presentado, confirmado sus equipos y lanzado su campaña.

La federación socialista valenciana se queda así sin la posibilidad de que sea la militancia la que decida a su guía en una votación de primarias porque el aparato del PSOE se ha impuesto a la pluralidad de proyectos dentro del PSPV.

El riesgo de exponer a una ministra a una hipotética derrota era inasumible para Pedro Sánchez (porque hubiera sido vista como una derrota de él mismo), tal y como ayer les trasladó el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, a Carlos Fernández Bielsa y a Alejandro Soler.

Ministra en la 'oposición'

Ahora, lo que resta por ver es la eficacia de Diana Morant en su labor de 'jefa' de la oposición al presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, y su compatibilización con la tarea de ministra, algo que no suele ser muy habitual y que es la principal preocupación de los socialistas valencianos.

El principal escollo que se va a encontrar es que será un objetivo fácil para el PP valenciano y para Vox a la hora de cargarle en primera persona los agravios que los valencianos sufren respecto a otros territorios y también de las decisiones que perjudican a la Comunidad Valenciana.

Los agravios

La infrafinanciación endémica que Pedro Sánchez no ha conseguido solucionar; las reducciones de deuda a la carta para Cataluña que está por ver en tierras valencianas qué cifra alcanzaría; la falta de recursos hídricos; el retraso en la ejecución de mejoras en infraestructuras básicas como los aeropuertos de Alicante y Valencia o el Corredor Mediterráneo; la falta de ayudas al sector cerámico y el caos del funcionamiento del servicio ferroviario de Cercanías están entre ese arsenal que Carlos Mazón tendrá a su disposición.

Morant, según las fuentes consultadas del PSPV por Vozpópuli, pretende contrarrestar esa ofensiva acaparando los 'éxitos' económicos como la creación de empleo, la llegada de empresas como Volkswagen a la Comunidad Valenciana o lo que entienden como la hipoteca reputacional que el PP generó en su anterior época de Gobierno y que los socialistas, a su juicio, han levantado.

Es el argumentario de Ximo Puig cuando perdió el poder y que tanto la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé; como los secretarios de Estado, Arcadi España y Rebeca Torró; y la portavoz en el Ayuntamiento de Valencia, Sandra Gómez; van a ayudarle a extender.

Visibilidad

Morant sí que contará con un factor a su favor como es ser miembro del Gobierno de España con la proyección que ello conlleva, cuestión de la que no disponían sus dos adversarios obligados a renunciar: Bielsa y Soler.

Pese a ser de las ministras menos conocidas del gabinete de Sánchez es cierto que la plataforma es potente. Ahora bien, cada error del Gobierno de España en tierras valencianas, alicantinas o castellonenses será un arma arrojadiza para el actual tándem PP-Vox que sustenta al Gobierno valenciano.

La negociación de los Presupuestos Generales del Estado puede ser la primera reválida para Diana Morant en ese difícil juego de equilibrios en el que deberá defender la labor del Gobierno del que forma parte y asumir que los valencianos merecen mejoras en muchos frentes.

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