Quantcast

Comunidad Valenciana

COMUNIDAD VALENCIANA

La denuncia contra Puig y Oltra dificulta más la convivencia entre PSPV y Compromís

El presidente autonómico valenciano, Ximo Puig, está decidido a cumplir toda la legislatura, aunque no todos en el Gobierno valenciano dan por seguro que lo haga en compañia de sus socios, Compromís y Podemos

Ximo Puig, Héctor Illueca y Aitana Mas juntos en las Cortes Valencianas Europa Press

La convivencia entre socialistas y nacionalistas en el seno del Gobierno valenciano que preside Ximo Puig sigue agitándose. El último capítulo ha sido la denuncia contra el presidente autonómico y Mónica Oltra a cuenta de la prestación por desempleo que cobra la exlíder de Compromís pese a que abandonó su cargo por voluntad propia.

Este quebradero de cabeza para Puig en la recta final de la legislatura ha sido acogido con bastante enfado por el presidente valenciano que, según fuentes cercanas a él, entiende como 'evitable' lo acontecido. Si Oltra no hubiera hablado del asunto de la dimisión, negando que fuera cesada, en la entrevista concedida a La Sexta el pasado domingo, la denuncia contra ella y el propio Puig no habría llegado nunca.

Hay quien dentro del PSPV incluso ve la entrevista de Oltra como una 'bomba retardada' contra Puig, a quien criticó abiertamente. La exlíder de Compromís se cobraría así el nulo apoyo que Puig le prestó cuando estalló el caso del abuso a una menor tutelada por parte del entonces marido de Oltra. Esas desavenencias ya surgieron en 2019 cuando Puig convocó anticipadamente elecciones contra el criterio de su vicepresidenta y, desde entonces, no han hecho más que acentuarse, incluso, con Oltra fuera ya de la primera línea política.

El PSPV mira hacia otro lado

Las reacciones a la denuncia presentada por el diputado autonómico Vicente Fernández (ex C's y ahora en el grupo de no adscritos) evidenciaron ayer que mientras en Compromís cerraban filas con Oltra, en el PSPV, su portavoz parlamentaria, Ana Barceló, se ha limitado a decir que no estaba muy familiarizada con estos asuntos pero "estoy segura de que todo se hizo bien".

El cese de Oltra está firmado por Puig y, en base a ello, la exvicepresidenta del Consell tendría derecho a cobrar el paro. Ahora bien, si Puig la cesó, Oltra no dijo la verdad el pasado mes de junio al asegurar ante los medios de comunicación que dimitía para no perjudicar a la coalición del Gobierno valenciano. La versión de que dimitió volvió a plasmarla la exlíder nacionalista en la entrevista del pasado domingo, así que el cese firmado por Puig no encajaría con la versión de Oltra.

Esta es la base de la denuncia presentada por Fernández ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana que en próximas fechas se deberá pronunciar sobre su admisión a trámite y determinar el recorrido judicial que tiene. La prevaricación por parte de Puig y la malversación de caudales públicos es lo que sobrevuela en esta denuncia incómoda para el presidente valenciano.

Decisión que permitió cobrar el paro

Puig con su decisión política de cesar a Oltra habilitó su despido laboral y permitió que ahora pueda cobrar el paro (1.320 euros mensuales) y una posible indemnización de tres meses de sueldo íntegro por parte del Consell. El denunciante recuerda que Oltra el día que presentó su dimisión alegó que: "No voy a comprometer el cambio que se inició en 2015". En su comparecencia también dejó claro que no se fiaba de Puig porque de haberle transmitido que iba a dimitir "lo habría filtrado a algún medio de comunicación y yo no quería que eso sucediese".

Vicente Fernández explica que "el cese de funciones de Mónica Oltra no se produce mediante aceptación de su dimisión conforme a lo previsto en el art 29. 2 de la Ley 5/1983 de 30 de diciembre del Gobierno Valenciano, que regula la dimisión aceptada por el presidente. Al contrario, se realiza al amparo del ordinal primero de dicho artículo 29, que regula el cese por separación del presidente, esto es, por voluntad política del presidente que equivaldría a los efectos de conseguir el desempleo por una decisión unilateral de extinción por el empresario (despido) y no a una dimisión voluntaria del trabajador como debía haber sido el caso".

Mónica Oltra VPVP

El denunciante –que va a solicitar en los próximos días todos los documentos del expediente relativo al cese de Oltra– reitera que "si un trabajador, un alto cargo del Consell en este caso, abandona un trabajo de forma voluntaria, no puede percibir la prestación por desempleo. Según establece la normativa legal para poder cobrar una prestación por desempleo es necesario que la baja en el trabajo no se haya producido de forma voluntaria, pues el sistema de protección por desempleo protege a las personas trabajadoras que quieren y pueden trabajar pero carecen de empleo".page4image27978928

En caso de haberse aplicado la salida de Oltra del Gobierno valenciano a petición propia, sólo podría cobrar el paro por las causas tasadas por la Ley tales como modificación sustancial de las condiciones de trabajo, movilidad geográfica, impago de salarios o ser víctima violencia de género, supuestos en los que no incurría Oltra.

El difícil papel de Aitana Mas

Más allá del recorrido judicial de esta denuncia que, aún está por comprobar, lo que sí se puede determinar es que la convivencia entre PSPV y Compromís en el seno del Gobierno valenciano ha vuelto a agitarse con este asunto. La vicepresidenta, Aitana Mas, –que sustituyó a Oltra–, ha guardado un prudente silencio al respecto de esta polémica, aunque sí animó a Oltra el pasado lunes después de la emisión de la entrevista donde criticaba a Puig.

Es por ello, que el presidente valenciano mira con recelo a sus compañeros de viaje y nadie es capaz en estos momentos de asegurar si cumplirá la legislatura en compañía de Compromís y Podemos. Los roces se han prodigado en los últimos meses por cuestiones como la rebaja fiscal en la que nacionalistas e integrantes de la formación morada afearon a Puig alguna de sus ayudas a empresas familiares que superan el millón de euros de facturación.

A esta cuestión le siguió el goteo incesante de destituciones en la Conselleria de Agricultura que antes detentaba Mireia Mollà y que ahora ocupa Isaura Navarro (ambas de Compromís). El relevo se produjo a instancias de Aitana Mas y Puig aceptó el cambio de cromos, aunque en clave interna no veía apropiado ese 'espectáculo' a medio año de las elecciones.

La aprobación de los Presupuestos autonómicos para 2023 también ha sido difícil con los socios, aunque finalmente saldrá adelante antes de finalizar el año. El desgaste de esas negociaciones se ha sumado a otras cuestiones como la definición de un modelo energético para la Comunidad Valenciana o la implantación de la tasa turística que el PSPV ha aceptado a regañadientes en las Cortes.

Disensiones sobre el Puerto de Valencia

La votación diferente para avalar la ampliación del Puerto de Valencia (Compromís votó en contra y el PSPV a favor), ha sido uno de los últimos capítulos de este desencuentro permanente. Como dijo la propia Oltra: "Puig tenía la tentación de gobernar en solitario, y yo ya sé lo que son los gobiernos del PSPV en solitario, que no difieren mucho de los gobiernos contra los que luchábamos nosotros en Compromís".

Esa tentación de gobernar en solitario parece ahora más fuerte y justificada y la cercanía de las elecciones hace pensar que cada partido se distanciará más de sus socios para marcar un acento propio de car a los votantes. Puig, como en el cese o dimisión de Oltra, tendrá la última palabra.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.