La política económica de Donald Trump en su segunda etapa al frente de Estados Unidos lleva camino de acentuar el proteccionismo que esbozó en su primer mandato: aunque ahora puede ejecutarse de manera real. Los aranceles con los que ha condicionado las economías de medio mundo no tienen una excepción en España y tampoco en el conjunto de Europa, si bien hay que ver en qué grado se aplican en cada latitud.
La pretensión del presidente norteamericano de aumentar los aranceles a un sinfín de productos procedentes del exterior ha puesto en alerta a la política de exportaciones de la Comunidad Valenciana.
En 2023 las empresas de las provincias de Valencia, Alicante y Castellón vendieron bienes en el resto del mundo por valor de 38.000 millones de euros y a finales de noviembre de 2024 esa cifra se situaba ya cerca de los 34.000 millones por lo que, cuando se hagan oficiales los datos de diciembre, la cifra será muy similar en los dos ejercicios.
Cuarto país de destino
Hasta el pasado mes de noviembre, en el acumulado del año, las exportaciones de la Comunidad Valenciana tenían a Estados Unidos como cuarto país de destino (un 8% del total) y con un valor de la ventas en el mercado superior a los 3.000 millones de euros. Mientras, la Unión Europea acaparaba el 60% de esas ventas valencianas.
Los aranceles de Trump han puesto de esta forma en peligro la competitividad o incluso la viabilidad de casi 1 de cada 10 exportaciones de las más de 4.000 empresas valencianas que operan con el país estadounidense. La Comunidad Valenciana representa ya el 15,6% del total de exportaciones de España a Estados Unidos y hay algunos productos que pueden tener más problemas con los aranceles previstos por Trump.
Alimentos, productos químicos...
La radiografía de las exportaciones de la Comunidad Valenciana sitúa a los alimentos en el primer lugar de la clasificación con el 23,7% de las ventas al exterior, seguido del 15,2% de las semimanufacturas no químicas; el 14,9% de los bienes de equipo; el 14,7% del sector del automóvil; el 13,1% de productos químicos; o el 9,4% de manufacturas de consumo, como principales referencias.
La política ultraproteccionista del presidente estadounidense pondrá en dificultades las exportaciones de semimanufacturas como los productos químicos, los bienes de equipo y el sector alimentario, fundamentalmente. La Comunidad Valenciana está en el grupo de cabeza en España de la venta de este tipo de productos, junto a País Vasco y Cataluña, por lo que el sector empresarial teme que puede tener repercusiones a lo largo de este año 2025.
A los efectos directos de los aranceles sobre los productos valencianos habría que sumar los que pueda tener de manera indirecta sobre las exportaciones de otros países de la Unión Europea, especialmente Alemania, hacia el mercado estadounidense, ya que incluyen piezas fabricadas en la Comunidad Valenciana.
Es un patrón que se repetiría en exportaciones desde empresas de Canadá y México a Estados Unidos que emplean componentes con origen de fabricación en algunas de las tres provincias valencianas.
Inmobiliario y turismo
Otro de los temores expresados por los empresarios consultados por Vozpópuli se centra en el freno al impulso inmobiliario de aquellas operaciones con capital americano como sustento. Hay varios sectores de desarrollo del mercado inmobiliario destinado, sobre todo, al alquiler de viviendas que están ahora a la expectativa de cómo puede influir la política económica de Trump en el establecimiento de los tipos de cambio.
La patronal valenciana también mantiene esperanzas de que el aumento del turismo estadounidense en la Comunidad Valenciana pueda contribuir a rebajar la presión arancelaria prevista por Donald Trump al ser una región de destino para sus ciudadanos.
Durante el año 2024 más de 250.000 turistas con origen en Estados Unidos visitaron la Comunidad Valenciana a través de establecimientos hoteleros, camping, viviendas gestionadas por empresas y alojamientos privados, según los datos oficiales de la Generalitat Valenciana.