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Comisiones Obreras blinda a Yolanda Díaz como intocable ante una crisis de Gobierno

La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, antes de la reunión con el dirigente de la patronal CEOE, Antonio Garamendi (d), y del sindicato, CCOO, Unai Sordo (i)

El sindicato Comisiones Obreras ha elegido como su principal referente en el Gobierno de Pedro Sánchez a la ministra Yolanda Díaz. La responsable del área de Trabajo ha logrado la “protección” del equipo del secretario de CCOO, Unai Sordo, que según fuentes internas de la central sindical ha advertido a Sánchez de que si hay una crisis de Gobierno, el papel de Díaz debe quedar inmaculado.

A lo largo de los últimos días, la ministra de Trabajo ha sido entrevistada e invitada en programas de televisión que en el Gobierno consideran que han servido para difundir una idea positiva de su trabajo. Estas actividades no han sorprendido en Unidas Podemos, la coalición de la que proviene la ministra, pero en cuyos ambientes ese protagonismo genera cada vez más sospechas.

“Los medios de derechas no la tocan y los otros son publirreportajes todo el rato”, comentan desde esos sectores. Otros miembros de Podemos, en cambio, reivindican su trabajo al recordar que Iglesias quedó mal parado en su negociación de competencias con Sánchez hace un año. Para ese grupo de dirigentes Yolanda Díaz controla un “ministerio de toda la vida y no inventado”. “Al final, tanta comunicación política tiene sus límites”, reflexionan desde dentro el partido morado. 

Díaz está destacando en el Ejecutivo como una de las figuras más rentables para el propio Sánchez. El último CIS revela que ella, al igual que Calviño y Robles, son los ministros mejor valorados por los ciudadanos. Entre los peores se encuentran, en cambio, Iglesias y la número dos de Podemos, Irene Montero, que según fuentes internas del partido se ha mostrado muy incómoda ante esos datos y el protagonismo de Díaz.

La nueva ministra de Trabajo, Yolanda Díaz (2d); la exministra de Trabajo, Magdalena Valerio (2i) y el nuevo ministro de Seguridad Social, Inclusión y Migraciones, José Luis Escrivá.

Una ministra "hábil" para sindicatos y CEOE 

Los siete acuerdos alcanzados entre sindicatos y patronal durante la pandemia son un logro difícil de cuestionar. Y la ministra de Trabajo goza también del apoyo de la CEOE. “Es muy hábil: cuando hay líos se quita, es discreta y antes de hacer propuestas siempre lo habla con el sindicato”, comentan desde Comisiones Obreras.

Es por ello que el propio Sordo ha decidido “apadrinar” a la ministra y ofrecer a Sánchez su apoyo “siempre y cuando Yolanda esté en el Gobierno”, según las fuentes consultadas y conocedoras de los movimientos de la cúpula de CCOO.

A nivel sindical llegan, al igual que en varios ministerios, las voces que apuntan al plan de Moncloa para dar un giro del Ejecutivo después de la aprobación presupuestaria y las elecciones en Cataluña. Se refieren a una remodelación del Gobierno, que, como desveló este diario, va cuajando desde antes del verano. La negociación presupuestaria se alargó y eso obliga ahora a retrasar los planes.

La ministra Yolanda Díaz en el acto sobre el Plan de Impulso de la Formación Profesional para el Trabajo Autónomo y la Economía Social

La negociación colectiva, la madre del cordero

Hasta ahora los sindicatos han respaldado a Sánchez sin fisuras. Todas sus peticiones han sido, al fin y al cabo, recogidas: desde la ampliación de los ERTE, hasta el reforzamiento del Ingreso Mínimo Vital y el pacto de Toledo. Ahora, sin embargo, queda por afrontar la principal batalla sindical de la legislatura, que atañe a la modificación de la reforma laboral de Mariano Rajoy.

Los sindicatos quieren recuperar la negociación colectiva que se perdió en los últimos años. Fuentes de Comisiones Obreras aseguran que esta batalla "se puede ganar", aunque tengan que lidiar con el ministerio de Nadia Calviño. La ministra de Economía no quiere ceder, aseguran fuentes gubernamentales del área económica. Es consciente, además, de que la Comisión Europea le ha encomendado no retroceder en ese asunto.

Su equipo considera que la negociación colectiva es una vuelta al pasado. Algo anacrónico con respecto a la necesidad de acelerar en la reconversión económica y digital de España. En lo que sí Calviño está dispuesta a ceder es en medidas como la limitación del despido unilateral del empresario y la ampliación de la ultraactividad de los convenios colectivos. Es decir, la prórroga automática de los convenios durante la negociación, que según varias fuentes ya formó parte de las conversaciones para obtener el sí de Bildu a los Presupuestos. 

La vicepresidenta económica del Gobierno, Nadia Calviño, en el Congreso.

La vuelta al poder del sindicato

En el sindicato, sin embargo, reafirman: “Lo gordo son los convenios sectoriales”. Tanto CCOO como UGT quieren evitar que la pandemia modifique su hoja de ruta. Están dispuestos a dialogar con Yolanda Díaz como referente y se muestran esperanzados de la buena relación personal de la ministra con Calviño (una cercanía que, por otro lado, molesta al entorno de Iglesias, que libra un duro pulso con la responsable de Economía).

La llamada “contrarreforma” laboral plantea priorizar los convenios sectoriales sobre los de empresa. Se trata de un mecanismo que permitiría a las centrales sindicales recuperar el protagonismo perdido a lo largo de los últimos años. Y con ello, su fuerza negociadora en el diálogo con el Gobierno y los empresarios. "Quieren recuperar el poder", resumen fuentes del Gobierno contrarias a esta política. 

El punto concreto sobre el que los sindicatos quieren trabajar es el artículo 84.2 del Estatuto de los Trabajadores, que decreta la prioridad del convenio de empresa sobre el sectorial. Según las fuentes sindicales consultadas la ministra Díaz ya “está trabajando” para intentar resolver ese embrollo, y confían en que si aumenta la presión sobre Sánchez el presidente acabará cediendo.

Recuerdan que con el trabajo a distancia la ministra ya ha logrado el apoyo parlamentario para que la negociación colectiva juegue un “papel central”. Este es el primer paso de lo que el propio Ministerio de Trabajo calificó de “avances legislativos en los próximos meses que situarán el paradigma de las relaciones laborales a la altura del siglo XXI”.

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