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España

El colapso del Registro de Madrid impide inscribir las muertes posteriores al 2 de abril

Juan Carlos Campo, ministro de Justicia.

El colapso que sufre el Registro Civil de la ciudad de Madrid, una de las más afectadas por el coronavirus, ha impedido a los funcionarios inscribir a ningún fallecido posterior al 2 de abril, según explica a Vozpópuli el portavoz en Madrid del Sindicato de Trabajadores de la Administración de Justicia (STAJ), Alberto García. Este representante de los funcionarios relata que esta parálisis se mantiene pese a que el Registro permanece abierto todos los días de la semana, sábados y domingos incluidos, entre las 9 horas y las 20 horas.

En este órgano del Ministerio de Justicia situado en la madrileña Calle de Pradillo se expiden todas las licencias de enterramiento de los fallecidos en la capital de España, una ciudad con 3,2 millones de habitantes, recuerda el portavoz del sindicato de funcionarios, que da voz a las quejas de los trabajadores públicos. Y durante la pandemia, en Madrid ha habido días de hasta 500 decesos, siendo en la actualidad la media de 150 diarios, cuando lo habitual es que haya alrededor de 90.

En cuando al número de personas que trabajan en el Registro madrileño en estos momentos y pese a la incidencia del coronavirus, además del juez y del letrado de la administración de Justicia, el número de funcionarios que trabajan por la mañanas es de nueve, a los que se suman otros empleados públicos que ayudan a los anteriores de forma voluntaria. Por la tarde el turno lo componen otros cuatro trabajadores públicos, que también reciben el refuerzo de voluntarios.

Las funerarias

¿Y por qué se colapsan los registros civiles? Este portavoz del sindicato de trabajadores públicos informa a Vozpópuli que el trabajo de estos funcionarios es revisar de forma concienzuda la documentación que reciben de las funerarias y de los hospitales, que después trasladan al juez, que libra una licencia para que los familiares puedan enterrar o incinerar al fallecido.

Una vez realizados estos trabajos, los funcionarios deben expedir los certificados que necesitan los familiares para los trámites hereditarios o de tramitación de seguros. Sin embargo, el gran volumen de decesos ha obligado a paralizar la inscripción de estos certificados: "Lo que se ha hecho es acumularlos todos en las mesas en las que se registran las defunciones", lamenta este representante sindical de Justicia.

Y en medio de esta fuerte carga de trabajo, los funcionarios denuncian la falta de material para evitar su exposición a la Covid-19: "Muchos se han contagiado y algunos ni se enteran, la maquinaria sigue funcionando entre el clamor de petición de medios por los trabajadores y el impasible silencio de la Administración", lamenta Alberto García, que destaca que en una guardia reciente los 11 funcionarios solo disponían de cuatro mascarillas y 10 guantes.

Falta de medios sanitarios

Este sindicalista indica, como ejemplo de los problemas para acceder al material sanitario, que una funcionaria del Registro de Madrid tuvo que trabajar con los guantes que le facilitó una trabajadora de los servicios de limpieza: "Se necesita todo tipo de protección porque además se continúa atendiendo al público, como es el caso de aquellos padres que van a registrar juntos a sus hijos", sostiene este representante sindical de Justicia, que también reclama que se hagan test para detectar la enfermedad entre los trabajadores públicos.

El portavoz del Sindicato de Trabajadores de la Administración de Justicia (STAJ), que urge al Ministerio de Justicia y la Comunidad de Madrid a que instalen controles de temperatura en los centros de trabajo con gran afluencia de público, alerta también de que el Registro Civil volverá a estar colapsado cuando se retomen otros trabajos, como las inscripciones de matrimonios, de tutelas, de nacimientos y las fe de vidas.

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