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El CNI detecta la entrada de espías extranjeros en Europa a través de España

El Departamento de Seguridad Nacional ofrece detalles sobre los movimientos de los "servicios de inteligencia hostiles" en nuestro país, región de tránsito debido a su posición geoestratégica

Los servicios de información han detectado la presencia de actores hostiles que han tratado de explotar las infraestructuras españolas para alcanzar diferentes países de la zona Schengen. La posición geoestratégica de nuestro país y el elevado número de viajeros que se registra -en tiempos previos a la pandemia se superó la barrera de 76 millones de pasajeros por vía aérea- obligan al Centro Nacional de Inteligencia (CNI) a extremar las precauciones para detectar la irrupción de estos agentes. Se sospecha que además puedan contar con el apoyo de grupos criminales en España que les brindan apoyo logístico.

El Departamento de Seguridad Nacional (DSN), órgano integrado en la Moncloa con funciones de asesoramiento al presidente del Gobierno, describe en su Informe Anual 2020 el modus operandi de estos actores exteriores. No necesariamente tienen que estar vinculados de un modo tradicional a terceros estados, sino que también pueden formar parte de organizaciones de diversa índole que se dediquen a estas actividades.

El DSN destaca el esfuerzo que lleva a cabo el CNI en el seguimiento de las actividades de los Servicios de Inteligencia Hostiles (HOIS, por sus siglas en inglés) en nuestro país. El objetivo: "Evitar que afecten a cuestiones de Seguridad Nacional o que vulneren derechos de ciudadanos españoles". En este sentido, "se ha podido detectar" la presencia de individuos con este perfil que "han ingresado al territorio Schengen por ciudades españolas". No se descarta que puedan contar con "cierta infraestructura de apoyo de grupos u organizaciones criminales".

Movimientos que no deben tomarse a la ligera. La información facilitada por los servicios de inteligencia españoles a sus países aliados ha sido determinante para explotar operaciones de contraespionaje en Europa y, de este modo, evitar fisuras en información relacionada con infraestructuras o industrias críticas.

Espías afectados por la pandemia

Pero España no es sólo país de tránsito. Los Servicios de Inteligencia Hostiles mantienen "en ocasiones" campañas de persecución contra determinados "disidentes", "opositores políticos" o "miembros de determinados colectivos" asentados en nuestro territorio. Movimientos que "pueden desembocar en actos violentos" que los servicios de Información tratan de impedir.

En otras ocasiones, las injerencias contra España tienen como objetivo alcanzar información sobre las organizaciones internacionales en las que está integrada, como la OTAN o la Unión Europea. "Utilizan el territorio español como base de operaciones para llevar a cabo acciones de Inteligencia en otros países del entorno", describe el informe del DSN.

En este sentido, la pandemia del coronavirus ha tenido una influencia directa en los movimientos de los servicios de espionaje. El informe desvela que el confinamiento obligatorio motivado por la pandemia del coronavirus "ralentizó sus actividades de contrainteligencia clásica", aunque "progresivamente fueron retomando su nivel de actividad habitual conforme se fueron relajando las condiciones de confinamiento más severas".

Desinformación y ciberataques

En los últimos años, además, los Servicios de Inteligencia Hostiles han intensificado su actividad a través del mundo virtual, donde encuentran vulnerabilidades para alcanzar sus objetivos sin la clásica exposición que sufren los agentes sobre el terreno. El DSN advierte de que el número de ciberataques contra la Administración Pública o las empresas de sectores estratégicos crecerá en los próximos años. Por eso destaca la relevancia de contar con "capacidades técnicas" suficientes para "prevenir y hacer frente" a los ciberataques.

Amenazas en el mundo virtual que no sólo se traducen en ataques, también en campañas de desinformación y propaganda. "A través de diferentes medios de creación, difusión y viralización de contenidos, se han ejecutado estrategias de desinformación agresiva para tratar de desestabilizar países pertenecientes a la UE o la OTAN". Y la crisis del coronavirus ha propiciado la aparición de narrativas que pretendían quebrantar la confianza entre los países aliados... o de los ciudadanos hacia sus propios Estados.

El capítulo dedicado a la contrainteligencia es uno más de los quince ámbitos de la seguridad nacional que desglosa el documento, de 390 páginas. El informe representa uno de los esfuerzos más ambiciosos que se llevan a cabo en España para informar a la ciudadanía de los esfuerzos que la Administración en estrecha colaboración con el sector privado lleva a cabo para hacer frente a las principales amenazas.

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