Ciudadanos 'detectives': cuando la policía pide ayuda

Esta semana, Vozpópuli contaba que la Policía Nacional ha pedido a través de sus redes sociales colaboración ciudadana para identificar al hombre que en noviembre del año pasado provocó un incendio en un despacho de abogados de Granada, que se extendió a todo el inmueble y en el que murió una mujer de 70 años además de causar 30 heridos.

Para recabar esa colaboración, la Policía ha difundido tanto en Facebook como en su perfil de Twitter las imágenes que recogieron las cámaras del inmueble, en las que puede verse al presunto autor del incendio, que provocó al parecer por un ajuste de cuentas.

[singular-iframe src='https://www.facebook.com/plugins/video.php?href=https://www.facebook.com/PoliciaNacional/videos/987823934751909/&show_text=1&width=560']

Tras varios meses de investigación, los agentes constataron que el fuego había sido intencionado y decidieron difundir el vídeo de la cámara de seguridad situada en el portal, donde se observa al presunto autor accediendo al inmueble poco antes de originar el fuego, y pedir la colaboración ciudadana para poder identificar a esta persona.

Según explica el Cuerpo Nacional de Policía, la investigación no ha podido todavía culminar con la detención del autor, por lo que tanto la Policía como el juzgado encargados del caso han considerado conveniente solicitar la colaboración para que cualquier ciudadano aporte datos que puedan ayudar a la investigación.

La Policía explica que quien tenga cualquier pista podrá compartirla a través del teléfono 958 808 035, atendido las 24 horas del día, y recuerda que las llamadas recibidas serán tratadas con total confidencialidad. En apenas 24 horas, la publicación había superado las 80.000 reproducciones en Facebook y acumulaba más de 3.500 retuits en Twitter.

Los ciudadanos también resuelven crímenes

No se trata, ni mucho menos, de un hecho insólito. Hace dos meses, la Policía Nacional también recurrió a la colaboración ciudadana para esclarecer el crimen de un anciano de 81 años que murió asfixiado tras ser maniatado y amordazado en 2017 en Santander. En esta ocasión, la policía difundió una llamada anónima a la Cruz Roja de Madrid que resultaba clave a la hora de avanzar en el caso. 

VOPVID20180926_0004

En este caso se trataba de un audio en el que se alertaba de la presencia de dos personas de avanzada edad heridas y se indicaba cómo llegar hasta ellas. La Policía habilitó un teléfono -de nuevo con garantías de confidencialidad- para que cualquier ciudadano pudiera aportar datos de interés que pudieran identificar al comunicante.

Y lo lograron. Apenas unos días después, los agentes lograron identificar al autor de la llamada.

¡ENORMES👏🏼! ¡Gracias, gracias, gracias!...
El hombre a quien pertenece esta voz⤵️ ha sido IDENTIFICADO GRACIAS A VUESTRAS LLAMADAS.
Se le han leído los derechos y se encuentra ahora mismo EN PRISIÓN.
La investigación por la muerte del anciano en #Santander continúa abierta https://t.co/5zoCaJQaMI

— Policía Nacional (@policia) October 11, 2018

Y no es el único caso. Algunos, incluso los más mediáticos, también han registrado llamamientos policiales a la colaboración ciudadana. Ocurrió en la investigación del 'Caso Torbe' sobre presunta corrupción de menores o en este presunto intento de atropello en el centro de Madrid.

Estamos intentando localizar al conductor del vehículo que aparece en las imágenes.
Si disponen de información llamar al:
0⃣9⃣2⃣
1⃣1⃣2⃣
0⃣9⃣1⃣#ColaboraciónCiudadana pic.twitter.com/5Ssb4tQ4M9

— Policía Municipal de Madrid (@policiademadrid) October 16, 2018

Aunque no siempre se tiene éxito, desde la Policía reconocen la eficacia de las redes sociales para rematar sus investigaciones. "Se ha creado una red de informantes voluntarios", reconoce a este medio un investigador, "no hay que pagarles y hacen un trabajo extraordinario", bromea. 

Lo cierto es que la capacidad de difusión de las redes sociales es un arma más con el que cuentan los agentes. "Los ciudadanos tienen una predisposición extraordinaria a ayudar", y añade que "las redes sociales nos ayudan a dar a conocer casos que de otra forma resultaría imposible difundir". Reconoce que en alguna que otra ocasión habría sido imposible resolver algún caso de no haber sido por esta colaboración ciudadana.

¿La parte negativa? "Sin duda, el cribado de la información", destaca este agente. "Todo el mundo tiene acceso a las redes sociales y la voluntad de ayudar en ocasiones se nos va de las manos". En cualquier caso, sentencia, "es mejor tener que descartar falsas informaciones que no tener ninguna pista con la que poder avanzar en el caso".