La inquietud por la vivienda no deja de crecer en Cataluña. Según el 'CIS' catalán, en Barcelona los ciudadanos ya la sitúan al nivel de la inseguridad. Una preocupación que atañe a los inquilinos, que experimentan grandes dificultades para alquilar viviendas accesibles, pero también a los propietarios, cuya inseguridad crece. A principios de año, supimos que grandes propietarios estaban retirando sus viviendas del mercado del alquiler una vez expiraban los contratos vigentes. Ahora, un estudio elaborado por el Observatorio del Alquiler, e impulsado por la Fundación Alquiler Seguro y la Universidad Rey Juan Carlos, ha desvelado que la comunidad catalana es la que registra más inquilinos moros, acumulando estos una deuda media de 10.966,8 euros, a considerable distancia de los 7.957,6 euros del resto de España.
Y, en concreto, Barcelona es la provincia con una morosidad más elevada: 13.492 euros, seguida de cerca por Baleares (10.233) o Madrid (9.812). Según el estudio, la morosidad de Barcelona se explica porque, debido a sus altos precios, el esfuerzo financiero que deben acometer los ciudadanos para abonar la renta a sus propietarios es mayor, llegando al 38% de sus ingresos. Una tesitura generalizable al resto de España, en la que, según el estudio, la "tendencia sostenida de incremento de impagos" está "estrechamente relacionada con el aumento de los precios y con el esfuerzo financiero que los inquilinos dedican al pago del alquiler".
Por lo demás, el estudio indica que "algunas comunidades con economías fuertemente vinculadas al turismo, como aquellas que se encuentran en zonas costeras del Levante y las islas, presentan una morosidad más alta", circunstancias que, como es sabido, afectan también a Cataluña.