Cataluña

La ola de apuñalamientos en Cataluña certifica el fracaso del Plan Daga de los Mossos

El macrooperativo ha permitido que se incauten más armas blancas pero su ambición no se corresponde con los recursos de Interior

  • Agentes de los Mossos en Barcelona -

 

En los últimos años, los sondeos señalan que la inseguridad se ha consolidado como uno de las principales inquietudes de los catalanes. Un quebradero de cabeza que, aunque no lo demuestre encuesta alguna, probablemente es compartido por las fuerzas del orden catalanas, que asisten a crecimiento de los delitos sin que sus planes para reducirlos arrojen resultados satisfactorios —con la pérdida de crédito que ello supone para los cuerpos de seguridad y los responsables políticos que trazan las recetas fallidas—. En este sentido, la inédita oleada de apuñalamientos que se vivió la semana pasada en distintos puntos del territorio catalán ha dejado en evidencia uno de los proyectos más publicitados por el Ejecutivo catalán para frenar los delitos cometidos con arma blanca: el conocido como 'Plan Daga'.

 

Y es que este macrooperativo, que se activó en Barcelona en 2023 contra el aumento sostenido de armas blancas y en el que actúan al alimón los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana, ha mostrado su debilidad en una semana negra que culminó el pasado sábado con un apuñalamiento en el puerto deportivo de Roda de Berà, en el que un hombre murió poco después de sufrir una herida por arma blanca en el pecho. Los Mossos, a las dos de la madrugada, habían recibido una llamada informando de que allí se encontraba una persona herida, pero al llegar al lugar la víctima ya había fallecido. Esa misma noche, los agentes visionaron las cámaras de seguridad de la zona y lograron identificar a varios sospechosos. Con lo que, un día después procedieron al arresto de cuatro personas en El Vendrell. Y aunque el caso sigue bajo secreto de sumario, las cintas muestran que el apuñalamiento tuvo lugar después de una pelea.

 

Pero este crimen no ha sido el único en una semana preñada de ellos. El lunes, dos hombres, según la versión de la víctima, asaltaron a una mujer por la calle a las cinco de la madrugada, le ocasionaron una herida con arma blanca en la pierna y, finalmente, la violaron. Un día en el que, además, un joven resultó herido de gravedad en La Florida de l'Hospitalet después de que un hombre le apuñalase con un arma blanca para hacerse con su móvil. Se da la circunstancia de que, el agresor, que fue detenido a las pocas horas, había sido detenido hasta 18 veces desde el pasado julio

 

Un plan fallido por falta de recursos

Pero, además, dos días más tarde, otro hombre resultó herido tras ser apuñalado en la terraza de un restaurante en Castelldefels. Y ese mismo día, otro dos fueron acuchillados en el centro de Barcelona, resultando uno herido de gravedad en el pecho. Finalmente, el pasado viernes, otro hombre fue apuñalado con arma blanca, esta vez en Lérida.

Y todo ello después de la puesta en marcha del 'Plan Daga', cuyo aparente éxito llevó a extenderlo en octubre pasado a ciudades como Tarragona, Lérida y Gerona. Es cierto que el año pasado, en virtud del dispositivo, se confiscaron 11.500 armas blancas en Cataluña, un 25% más que en 2023. Lo que supone un logro del plan pero también da la medida de la proliferación de estas armas, sobre el que la consellera Parlon admitió que su presencia en las calles se había "normalizado".  Y los muertos por apuñalamiento en lo que llevamos de 2025 superan ya la decena. Y es que, el plan integral de Parlon —basado en detectores de metales y sanciones más duras— ha mitigado el problema pero está lejos de solucionarlo. En parte, según denuncia el entorno de la policía, porque las numerosas actuaciones han desembocado en la apertura de más de seis mil expedientes, careciendo la 'conselleria' de recursos suficientes para tramitarlos.

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