Cataluña

Junts, arrepentido de haber promovido la inmigración musulmana frente a la sudamericana

El neoconvergente Àngel Colom dirigió entre 2012 y 2016 una fundación volcada en atraer a los extranjeros con creencias islámicas a la secesión

  • Àngel Colom -


El pasado enero, el Ministerio del Exterior expulsó a dos imanes por difundir discursos radicales en Cataluña. Estos líderes religiosos, de origen marroquí e ideología salafista, habían desarrollado "actividades contrarias a la seguridad nacional" en La Jonquera y Figueres (Gerona), según los investigadores de la Policía Nacional. Y sus expulsiones tienen lugar después de que se hiciera público que un tercio de las detenciones por yihadismo en España en 2024 se produjo en la comunidad catalana, con 16 arrestados en total. La deportación de los imanes fue celebrada en Junts por el presidente del Consell Assesor de Inmigració, Àngel Colom, que a raíz de la operación preguntó a la Generalitat y a los Mossos si garantizaban que los "cientos de imanes que hay en Cataluña cumplen con los derechos humanos y con los valores y costumbres catalanas y europeas".

 

Sin embargo, la actitud del nacionalismo catalán respecto al peligro de radicalización islamista no ha sido siempre la misma. Cabe recordar, por ejemplo, las políticas promovidas por el propio Colom en la materia durante la década pasada. Y es que Colom, que fue secretario general de Esquerra a principios de los noventa para ingresar en Convergencia en los 2000, aprovechó su etapa como delegado de Cataluña en Marruecos para animar a los jóvenes del lugar a aprender catalán en centros sufragados por la Generalitat para emigrar a la región catalana y allí poder prosperar. Pero, ¿cuál era el objetivo de dicha empresa? Pues, según sus críticos, priorizar la inmigración musulmana frente a la sudamericana, cuya lengua materna, el español, ponía en riesgo el proyecto de construcción nacional pujolista

 

No olvidemos que, en una charla mantenida en 2008 entre Pujol y el histórico dirigente de ERC Heribert Barrera —conocido por sus diatribas contra andaluces, negros y sudamericanos—, el segundo advertía: "Lo que complica bastante las cosas es que es más difícil integrar a un latinoamericano que un andaluz". A lo que Pujol respondía: "Eso seguro. Y más que a un marroquí pues, religión aparte, a los latinoamericanos les cuesta entender la catalanidad". Siendo estas las ideas que preconizaba el fundador de Convergència, no es extraño que en 2012 su delfín, Artur Mas, crease la controvertida fundación Nous Catalans, presidida por Colom y cuyo objetivo consistía en granjearse la simpatía de los recién llegados a la causa separatista, poniendo el acento en los extranjeros de origen marroquí y seguidores de la fe islámica.

 

Promesas de prosperidad

A tal efecto, la fundación, que tenía su sede en Santa Coloma de Gramanet —ciudad con un porcentaje elevado de inmigrantes—, ofrecía a los inmigrantes ayuda para realizar la declaración de la renta o renovar el permiso de residencia, a la par que les animaba a inscribirse a sus cursos de catalán y a venderles las bondades de una Cataluña separada de España. En este sentido, Colom solía repetirles que con el "Estado propio", el paro descendería un 10%, y las cuotas de bienestar se acrecentarían en todos los sentidos. Aunque la voluntad de sumar a este sector al 'procés' se debía, según algunos, al miedo del secesionismo a perder un futuro referendo por el voto inmigrante —como sucedió en Quebec en 1995—.

La fundación terminó cerrando en 2016, acuciada por distintos escándalos. Entre ellos, el fichaje de Noureddine Ziani, líder de un centro islámico que fue expulsado por el CNI acusado de espionaje para Marruecos; o su vinculación a la corrupción convergente del 3%. Sea como sea, el Junts actual se encuentra a años luz del que impulsó Nous Catalans —entonces, como CiU—. Como es sabido, los de Puigdemont están negociando con el PSOE el traspaso de la gestión total de la inmigración con el objetivo de que Cataluña tenga capacidad para "expulsar" a inmigrantes que no se hayan adaptado —tal y como reconoció el líder neoconvergente en una entrevista en TV3, en la que se apreció el endurecimiento de su postura en la materia—. Y ello en un contexto en el que la ultra Aliança Catalana, con la Junts comparte 'target' electoral y a la que ha salvado de una moción de censura en Ripoll, ha colocado en la diana a la inmigración, sobre todo a la magrebí.

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