Cataluña

Illa se atrae el favor de los sindicatos contratándolos para impartir cursos de catalán

El Govern llega a un acuerdo para que UGT y CCCO puedan organizar formaciones para obtener el C2, hasta ahora solo ofertadas por el Consorci

  • El presidente de la Generalitat, Salvador Illa -

 

En los últimos tiempos, el separatismo y el catalanismo repiten que el catalán se encuentra al borde de la extinción. Una lectura que no concuerda con los datos oficiales disponibles, según los cuales el 94% de los catalanes lo entiende y el 81,2% lo habla —cifra que ha aumentado desde 2001, cuando se situaba en un 74,5%— Sin embargo, partidos e instituciones catalanas suelen recurrir a encuestas elaboradas por entidades secesionistas como Plataforma per la Llengua que ponen el acento en su uso social, que sí parece haber descendido coincidiendo con los años del 'procés'. Sondeos realizados, además, en muchos casos, en el entorno metropolitano, muchos de cuyos habitantes tienen sus orígenes en el resto de España.

 

En cualquier caso, estas últimas cifras son utilizadas para justificar el endurecimiento de las políticas lingüísticas. Y, entre ellas, destaca la obligatoriedad por parte de los profesores de obtener el nivel C2 de catalán (nivel excelente) para seguir ejerciendo su profesión. Hasta ahora, lo docentes debían acreditar el C1 (nivel alto), del que gozan todos los estudiantes que han completado su escolarización en Cataluña —que, como es sabido, se lleva a cabo íntegramente en catalán—. Pero el Ejecutivo de Aragonès aprobó en funciones la exigencia de este requisito alegando que la comunidad se encontraba en una situación de "emergencia lingüística". Y, aunque el decreto permanece suspendido de forma cautelar por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), muchos docentes tienen previsto obtenerlo para garantizar su futuro laboral —cuatro de cada cinco profesores de Primaria carece en la actualidad del C2—.

 

Apoyándose en esta demanda, la 'conselleria' de Política Lingüística de la Generalitat ha anunciado esta semana que incrementará los cursos de nivel C2 para lograr ofrecer más de 1.000 nuevas plazas. "Las nuevas medidas permiten que los docentes y futuros docentes lleguen a las aulas con la garantía de un conocimiento sólido de la lengua y facilitan el acceso a la bolsa de Educación", explicó el 'conseller' Francesc Xavier Vila, El caso es que, como el Consorci per la Normalització Lingüística no tiene capacidad en estos momentos para cubrir esta demanda, el Ejecutivo de Illa ha llegado a un acuerdo para que sindicatos y asociaciones también puedan impartir los cursos para obtener el C2 —prerrogativa de la que hasta ahora disfrutaba en exclusiva el Consorci—. 

 

El Consorci pierde el monopolio

Así, estas formaciones, que se empezarán a impartir en abril, seguirán siendo coordinadas y certificadas por el Consorci, pero se ha alcanzado un acuerdo para que puedan organizarlas entidades como la Associació de Mestres Rosa Sensat y el Col.legi de Doctors i Llicenciats en Filosofia i Lletres i Ciencies de Catalunya; y fundaciones como Institut per al Desenvolupament de la Formació i l'Ocupació —vinculada a UGT— y la Fundación Paco Puerto —ligada a CCOO—. Según ha informado la 'conselleria', cada una de estas entidades podrá organizar un mínimo de diez cursos, tanto presenciales como online, pero podrán verse aumentados "en función de la demanda". Y ésta se prevé abultada: según han recordado en diversas ocasiones tanto el Govern como los medios catalanistas, 5.337 personas se quedaron fuera en marzo de los cursos ofrecidos por el Consorci.

Cabe recordar que UGT y CCOO han sido siempre defensoras de las políticas en favor del monolingüismo en catalán desplegadas por el nacionalismo. Y, en particular, de la exclusión del castellano en el ámbito escolar. Tras la sentencia en 2021 del Tribunal Supremo que dictó que el 25% de las clases debían impartirse en español, las ramas catalanas de ambos sindicatos lanzaron sendas campañas llamando a mantener el sistema con independencia de los fallos de los tribunales al respecto. "La inmersión no se toca", adujeron. Por lo demás, en noviembre pasado, el recién reelegido líder de UGT en Cataluña, Camil Ros —cuya filiación secesionista es conocida— presentó los resultados de una encuesta efectuada entre sus delegados sindicales que evidenciaba su voluntad de apuntarse a cursos de catalán —un 46%—. Eso sí, la mayoría mostró una "clara preferencia" por que lo cursos tuvieron lugar dentro del horario laboral.

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