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Cataluña

El Govern, en minoría... ¿y ahora qué? Los tres retos urgentes de Pere Aragonès para sobrevivir

Pere Aragonès tantea su nueva realidad política desde la autosuficiencia y evitar dar un paso contundente por recabar nuevos apoyos

Pere Aragonès, el president de la Generalitat
Pere Aragonès, el president de la Generalitat EP

El nuevo Govern monocolor de Pere Aragonès ya esta en marcha con la toma de posesión de los nuevos consellers, cuyos signos políticos son diversos (desde la antigua Convergència, el PSC y Podem Catalunya), y que seguirá teniendo 14 departamentos, sin Vicepresidencia, si bien la consellera de Presidencia, Laura Vilagrà, sale reforzada con nuevas competencias. Un Govern al que Aragonès quiere dar una imagen de transversalidad para dar la impresión de esa "gran casa" para el catalanismo con la que pretende tener mano ancha para aguantar la legislatura. Sin embargo, su posición de autosuficiencia no ha sentado bien a quien estaba llamado a ser, por descarte, su gran aliado en los nuevos pactos parlamentarios, los 'comuns' y tampoco al PSC.

La líder de En Comú Podem (ECP), Jéssica Albiach, ha considerado que el nuevo Govern surgido de la salida de Junts y el nombramiento de nuevos consellers nace "muy débil" y sin los apoyos suficientes para poder gobernar, al contar únicamente con la aprobación de los 33 diputados de ERC. Algo que también defiende a capa y espada Junts, ahora su enemigo político en la cámara de representantes, que pide la moción, y el PSC, aunque de manera soslayada, con la clara obsesión de evitar elecciones. Albiach se ha referido, en unas declaraciones a Catalunya Ràdio, a la toma de posesión de los nuevos consellers y al hecho de que el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, haya apelado a los grandes consensos.

Así, en esta andanza en solitario de Pere Aragonès, el 'president' tiene nuevos retos que asumir ya que se le abre un escenario completamente distinto al que tenía cuando gobernaba con Junts. Las elecciones municipales y la aprobación de presupuestos son las dos grandes claves contextuales inmediatas para él. La tabula rasa en la que vascular los próximos meses.

Las elecciones municipales y la aprobación de presupuestos son las dos grandes claves contextuales inmediatas para él. La tabula rasa en la que vascular.

Los presupuestos catalanes

El gran reto es sacar adelante las cuentas públicas autonómicas, un reto mayúsculo teniendo en cuenta que las diseñó el antiguo conseller Jaume Giró y que ahora Junts no las apoyará. Como ha declarado el secretario general de Junts este martes, el ya exconseller de Economía Jaume Giró fue leal al pacto de gobierno con ERC a la hora de elaborar el proyecto de presupuestos de 2023, y que en consecuencia no son las cuentas que le hubieran gustado hacer a él ni al partido si gobernara en solitario.

"Hizo unos presupuestos que daban cumplimiento a lo que eran los equilibrios de un gobierno de coalición. No son nuestros presupuestos ni los de Giró", ha subrayado en una entrevista en La2 y Ràdio4 recogida por Europa Press. Sobre si exigirán condiciones para aprobarlos, Turull ha recalcado que antes de ello quieren saber qué nivel de confianza tiene el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, por lo que quieren que se someta a una cuestión de confianza, algo en lo que lleva insistiendo desde que se supo el resultado de la consulta interna de Junts, que acabó en la ruptura total. Por su parte, Aragonès, ha declarado este martes que Junts debe apoyar los presupuestos que dejó "muy avanzados" Giró y que no podrán entrar en vigor el 1 de enero de 2023: "No se entendería que Junts se descartase de unos presupuestos hechos por Junts".

Sin el apoyo suficiente, y con la amenaza de tener que prorrogar los presupuestos, el Govern puede verse muy limitado en las ejecuciones económicas de su programa político. Si los presupuestos se aplazan no podrán incluir nuevos gastos ni ampliar el crédito previsto con 3.098 millones de euros más, que es el 'techo' fijado. Eso afectará a las inversiones que se preveían en un futuro e incluso a las ya ejecutadas en 2022, por lo que deberán cortarse los recursos. El primer reto del Ejecutivo es por tanto aprobar unos nuevos presupuestos.  Natàlia Mas, la titular de Economía y Hacienda es la encargada de sacar adelante ese desafío con la Ley de presupuestos y su gestión en este sentido será fundamental, no solo para su conselleria, sino para el Govern de Aragonès. Si consiguen sacarlos adelante Pere Aragonés contará con un año más de margen para gobernar en solitario pero, de lo contrario, su posición de fragilidad quedaría más expuesta.

El planteamiento de las cuentas públicas es primordial, especialmente este año con la con la crisis energética, la guerra de Ucrania y una inflación galopante derivada de la subida de carburantes y alimentos. Ante esta realidad, el 'president' ya anunció un plan de choque de 300 millones de euros en el debate de política general, a finales de septiembre, para aliviar la presión fiscal de los ciudadanos pero queda la duda de su dicho paquete es suficiente.

En un contexto de guerra de desgaste que lleva fraguándose desde el arranque de la mesa de diálogo (la primera fue en septiembre de 2021) el desencuentro entre ambos partidos soberanistas ya es total y Junts no va a ofrecer su mano a cambio de nada

Junts en la oposición

Todo parece indicar que Junts va a empezar a ejercer su papel como líder en la oposición de manera atroz, con una estrategia de descrédito y aislamiento. No va a conceder ningún apoyo a ERC por el momento y se está desentendiendo de las políticas de Pere Aragonès, al menos no lo hará sin obtener nada a cambio. En un contexto de guerra de desgaste que lleva fraguándose desde el arranque de la mesa de diálogo (la primera fue en septiembre de 2021) el desencuentro entre ambos partidos soberanistas ya es total y Junts no va a ofrecer su mano a cambio de nada, sobre todo tras la traumática salida del Ejecutivo que ha acabado por dejar en evidencia la fractura interna entre los 'Lauristas' y el frente de Turull.

Teniendo en cuenta que ERC ha perdido a sus fieles aliados en el Parlament, la CUP y Junts, le va a costar mucho a los de Aragonés sacar adelante iniciativas parlamentarias por falta de respaldo suficiente. Su gran reto es coser los apoyos, algo en lo que no parece muy interesado por el momento ya que se ha negado a negociar con el PSC y no levanta el teléfono para hablar con los 'comuns'. Si a esta soledad parlamentaria se le suma la dura oposición de Junts, que atacará por la falta de compromiso independentista de ERC y las exigencias de siempre, como la ruptura de la mesa de diálogo, además de la falta de representación de ERC con 33 diputados, Aragonés se podría ver acorralado a medida que pasan los meses y su falta de defensa podría afectar a su imagen electoral, algo muy relevante teniendo en cuenta los comicios municipales de 2023 donde Junts tiene mucha fuerza local. Junts, como en el episodio bíblico de Caín y Abel, ya ha empezado su maniobra para acabar con el 'hermano' que por ahora ha salido favorito tras la guerra 'doméstica' del Govern.

Muchos proyectos, pocos apoyos

Enlazando con los puntos anteriores, pero matizando y profundizando en esta gran problemática, el Govern tiene ahora un serio problema para desarrollar proyectos que ya ha lanzado. Para que se haga fuerte, el Ejecutivo de Aragonès tiene que conseguir alianzas para desarrollar proyectos importantes, para empezar porque ya ha anunciado la creación de una empresa de energía pública, como guiño también a la CUP, pero debe dejar atado el proyecto en las cuentas públicas, así como también la implementación de una renta básica universal, el Pacto Nacional por la Lengua o la creación de una banca pública. Incluso ERC tiene pensado trabajar en una nueva ley electoral. Todo esto lo debe pactar y debe reflejarse en unos presupuestos que siguen en el aire. Incluso a su alrededor ya se están empezando a mover los hilos políticos para llegar a esos espacios que la recién divorciada coalición ha dejado libre. El PdeCAT ha anunciado este martes que pondrá en valor su tradición política e impulsará un "espacio CiU" para "reposicionarse" en el mapa político catalán y reivindicarse como proyecto aglutinador del soberanismo moderado, alejado de la vía unilateral hacia la independencia e inspirado en la centralidad de la antigua CiU.

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  • B
    BEJOTA

    El Govern: "Nada que celebrar"EN CATALUÑA.
    REALMENTE NO TENEIS NADA QUE CELEBRAR PORQUE EN EL DESCUBRIENTO DE AMERICA NO TENEIS ARTE NI PARTE NADA, ME ACONTECIMIENTO PERTENECE A LA CORONA DE CASTILLA.