La última semana, el panorama mediático catalán lo ocupó en parte el estallido de un 'Me too' entre periodistas de la comunidad. La espita la abrió la humorista Ana Polo, que durante su intervención en el 'podcast' 'Crític' relató un episodio que en el presente jugza como un abuso sexual. Ocurrió cuando ella contaba con 24 años y trabajaba como becaria en el programa de radio de RAC1 'La segona hora', presentado por el locutor y guionista Quim Morales, de 40. Tras una comida con el equipo del programa, Morales se ofreció a llevarla en coche a la Universidad donde ella seguía estudiando. "Cuando llegamos al parking, se me tiró encima y quiso darme un beso", contó. Polo se quedó quieta pero no se apartó, pensando que si lo hacía "a lo mejor perdería el trabajo" —donde permaneció cuatro años más trabajando junto a Morales—.
Polo señalo que le ha "costado mucho interpretar que aquello fue una agresión sexual y que esa persona estaba abusando de su poder". Por su parte, Morales negó haber abusado de Polo, pero, en cuanto a lo sucedido en el auto, afirmó que "si ella lo dice será que sí". Tras su acusación, diversas compañeras de profesión mostraron en redes su respaldo a la cómica y aprovecharon para dar cuenta de experiencias similares a la vivida por ésta. Por ejemplo, la escritora Llucía Ramis, denunció en X lo siguiente: "Director de un diario en el que hice las prácticas un verano. Le pidió al jefe de redacción que me invitara a cenar ya tomar una copa con ellos. Rechacé la invitación, y me pasó de cultura en la sección de agenda y televisión (donde tenías que repicar teletipos)".
Mientras, la periodista Núria Martínez Ribot, confesó que un redactor jefe le envió un correo electrónico diciéndole que le costaba concentrarse al dirigirse ella porque "tenía los ojos muy bonitos", pero que no se lo contase a nadie para no ridiculizarlo. Estos casos, a su vez, han sido espoleados por artículos como el de la periodista especializada en género Alba Carreras, que en 'Crític', tras denunciar que "aún quedaban muchos Quim Morales en los medios", llamó a proseguir con estos testimonios públicos: "Ahora es el momento". Su onda expansiva no se ha hecho esperar. Pese a las disculpas proferidas por Morales, el Teatro Victoria de Barcelona anunció que cancelaba el espectáculo 'Ja era hora', que éste debía protagonizar junto a Jair Domínguez y Xavier Pérez el próximo 25 de febrero.
La ola reactiva el caso 'Dalmases'
A su vez, ERC, comunes y la CUP se solidarizaron el pasado viernes con las periodistas de este 'Me too' catalán y demandaron al presidente del Parlament, Josep Rull que activase los mecanismos dispuestos para abordar la "violencia machista". Asimismo, exigieron a Junts hacerlo propio después de que la periodista Marta Roqueta criticase en redes en mitad de esta ola que el diputado Francesc Dalmases —amonestado en 2022 por la Mesa del Parlament por intimidar a una periodista de TV3— la maltrató psicológicamente después de haberle confesado estar enamorado de ella. De momento, la formación de Puigdemont ha guardado silencio ante la petición del resto de grupos.
Sin embargo, distintas voces de la prensa nacionalista afín a Junts sí se han significado sobre esta polémica, cuestionando la validez de los argumentos de Polo. Es el caso de la articulista de 'El Nacional', Meritxell R. Lavall, que en su blog manifestó: "Si un hombre que conoces se te echa encima para darte un beso y tú no le dices que pare, en principio, no es ningún abuso", Y se preguntó: "¿O es que ahora también se tiene que pedir permiso para dar un beso? ¿Cuántos besos hemos dado todos sin pedir permiso?". El texto le valió numerosas críticas por parte de otras periodistas, empezando por la propia Polo, que lo calificó de "lamentable" y le recordó que lo sucedido no se reducía a "un beso". Mientras, Mar Bermúdez, de 'Verificat' tachó de "tristísimo" el "bajo nivel" de sus argumentos y Núria Cases, colaboradora en diversos medios catalanes, expresó que la "humildad" de Lavall le inspiraba "bastante asco".
Otro periodista nacionalista que también ha puesto en solfa la versión de Polo ha sido Bernat Dedeu, articulista del citado 'El Nacional'. Y, aunque en su columna sobre esta controversia denuncie la actitud "cosificadora" de algunos hombres y llame a "empatizar" con las mujeres, no deja de señalar que a él le resulta "absurdo que una chica de veinte años y pico —con capacidad de hacer un doctorado sobre física cuántica— quede traumatizada" por unos hechos como los descritos. Por el contrario, los diarios próximos a Esquerra Republicana —'Vilaweb', 'Nació Digital'— han cerrado filas con las denunciantes en diversas noticias y columnas. Entre ellas, figura la publicada por su Jefe de Política, Oriol March, que contextualiza la tardanza de las denuncias indicando que en el momento de los hechos uno "no es consciente del todo" y señala que la respuesta masculina ante las acusaciones se cifra en tres palabras: "Callar, escuchar, respetar".