Vargas Llosa ha denunciado en más de una ocasión que el nacionalismo ha convertido a Barcelona en una "ciudad provinciana". Según el escritor, mientras a finales de los años 70 la Ciudad Condal se emparentaba con la modernidad frente a la cerrazón franquista, los años del 'procés' sumieron a la capital catalana en el ensimismamiento identitario. Pero no es el único mal que parece haberse cebado con la ciudad. Y es que, según los detractores del anterior Ejecutivo municpal, comandado por la controvertida Ada Colau, las políticas populistas de ésta han terminado de socavar el crédito de Barcelona, asediada por una inseguridad inédita en Cataluña y convertida en centro de operaciones de los grupos antisistema. Una estampa que Jaume Collboni —presente también en el anterior Ejecutivo— no ha logrado revertir desde que accedió a la alcaldía en junio de 2023.
Los datos son conocidos. Según Eurostat, Barcelona es la segunda ciudad europea con más robos por cada 100.000 habitantes, siendo las Ramblas y el Gótico dos de los barrios más afectados. Y según datos del Ministerio de Interior, la tasa de criminalidad en la ciudad en el primer semestre de 2024 fue un 50% superior a la de Madrid (48 delitos por cada 1.000 habitantes frente a los 31 de la capital). Estas cifras, que contemplan exclusivamente las denuncias formales, están en sintonía con la percepción ciudadana, que en el último barómetro municipal identificó este problema como su principal inquietud —seguido de cerca por los desorbitados precios de la vivienda—. Y ello pese al publicitado plan contra la multirreincidencia de Collboni, que contempla más juzgados y más policía pero que por el momento se está revelando insuficiente.
A la inseguridad de tipo delictivo se le une la de índole vandálico. Semana tras semana, se acumulan los incidentes ligados a una cultura del incivismo que, para un sector significativo de los barceloneses, parece haberse adueñado de la ciudad. El último incidente tuvo lugar la semana pasada, cuando un acto vandálico organizado a través de redes sociales bajo el nombre de 'Subway Party' se saldó con pintadas, destrozos y 15 detenidos en el Metro de Barcelona. Y, lejos de representar un hecho aislado, el fenómeno lleva tiempo instalado en el municipio. Según ha publicado 'El Periódico', en los últimos cinco años han ardido más de 9.500 contenedores en el área de Barcelona, ocasionando daños anuales que ascienden al millón de euros. Sus responsables, a juicio de los expertos, no son pirómanos clínicos sino vándalos nocturnos de "fin de semana".
Por lo que respecta a la okupación, una cultura antisistema con la que la Ada Colau manifestó en varias ocasiones sentirse afín, Collboni anunció en sus inicios una"oficina antiokupa" que no llegó a materializarse. En este sentido, el desalojo de la Antigua Massana llevado a cabo la semana pasada en el barrio del Raval —que se saldó con cinco detenidos y 19 agentes de los Mossos heridos— podría representar un punto de inflexión. Pero más allá de este edificio municipal okupado durante la pandemia en 2021, otros 21 inmuebles del Ayuntamiento permanecen ocupados ilegalmente, 15 de manera "reivindicativa" y otros seis de forma "delictiva", según ha denunciado el PP de Barcelona. Sin olvidar, por otra parte, que en el barrio de la Massana, el mentado Raval, la red de vecinos ha denunciado esta semana que el Pla Endreça de Collboni es un "fracaso" y que la gestión de limpieza y residuos es un "desastre".
Barcelona, "capital del crimen"
Para la oposición constitucionalista en el Ayuntamiento, este paisaje de inseguridad se deriva de la incapacidad de Collboni para revertir la situación que Colau propició en la ciudad. "A día de hoy, Barcelona sigue siendo la capital del crimen y no hay problema que preocupe más a los barceloneses que la inseguridad, así lo demuestran reiteradamente los barómetros municipales", transmite a 'Vozpopuli' el líder del PP en la ciudad, Daniel Sirera. Y recuerda que, en la época de Colau, el Ayuntamiento fue "enormemente permisivo con el crimen y la multirreincidencia".
"Collboni tenía la oportunidad de revertir esta situación", añade, "pero se está demostrando incapaz de asumir el liderazgo en este ámbito y plantarse ante su partido para exigir la necesaria reforma del Código Penal para acabar con la multirreincidencia —propuesta del Partido Popular que lleva meses bloqueada en el Congreso— y pedirle a Illa más policía en la calle, mejor equipada, más coordinada y con más autoridad". Todo ello demuestra, según el dirigente 'popular', que Collboni carece de "liderazgo y proyecto" mientras los barceloneses están hartos de que la "inseguridad en el metro siga siendo noticia y la delincuencia continúe campando a sus anchas en el Raval, la Verneda o el Besós". Una delincuencia a la que se lo podría poner freno, juzga, con un "alcalde que se tomara en serio la inseguridad que sufren los barceloneses".
acab.1958
10/02/2025 11:52
Más policía? Será en la realidad virtual, como todo en esta región. Ni se la ve, ni se la espera.