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España

Rosa Valdeón culpa a Moncloa y Génova de su muerte política tras el positivo por alcoholemia

La exvicepresidenta de Castilla y León Rosa Valdeón.

En el PP de Castilla y León se tiene claro que de no haber sido por el percance que Rosa Valdeón sufrió el pasado día 9 en la carretera que conduce a Toro (A6), sus enemigos dentro del partido le hubieran buscado las cosquillas de otra manera con tal de eliminarla como posible sucesora de Juan Vicente Herrera en el Gobierno regional. Valdeón fue parada por la Guardia Civil con un nivel de alcoholemia que triplicaba el permitido después de que un conductor la acusara de haber rozado el camión que conducía cuando la política circulaba a 170 kilómetros por hora. La exvicepresidencia de la Junta ha pedido explicaciones al Gobierno y también a la dirección de su partido por las filtraciones falsas que la han colocado en algunos medios poco menos que como una delincuente, al estar convencida de que ha sido víctima de una operación política gestionada desde Madrid. Herrera también se ha dirigido al Ministerio del Interior con la misma intención. La víctima está persuadida de que estas informaciones inexactas y exageradas no han salido de la Guardia Civil, puesto que contradicen el texto literal del atestado, y forman parte de una maniobra de “caza y captura” que perseguía su dimisión.

La exvicepresidenta de Castilla y León está convencida de que han querido impedir que sea la sucesora de Herrera

En el PP regional se apunta a tres posibles culpables de la caída en desgracia de Valdeón: el actual vicesecretario de Organización nacional del partido, Fernando Martínez Maillo, la persona que acapara en estos momentos mayor poder en el cuartel general de Génova, 13, en Madrid. El secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, con influencia directa en La Moncloa, además de su compañera sentimental, la senadora por Zamora Clara San Damián.

Los tres están muy ligados a Zamora y están enfrentados por diversas razones al presidente regional, Juan Vicente Herrera, el principal protector de Rosa Valdeón. El último episodio en el que se evidenció el choque fue la propuesta del exministro José Manuel Soria como director ejecutivo del Banco Mundial. Herrera y Valdeón fueron los primeros en criticarla con dureza en las filas del PP y Clara San Damián la primera también en pedirles a ambos que los trapos sucios los laven en casa.

Lista de aspirantes a relevar a Herrera

Hay otros capítulos donde quedó también probada esta hostilidad. En febrero del año pasado, cuando Maillo aún carecía de los poderes que ahora ostenta en Madrid, propuso a San Damián, entonces subdelegada del Gobierno, como cabeza de lista a la Alcaldía de Zamora, pese a la contrariedad que esta decisión provocó tanto en Herrera como en Valdeón. En las elecciones municipales celebradas tres meses después, el dirigente regional de Izquierda Unida Francisco Guarido logró desalojar al PP de esta Alcaldía con el respaldo de los socialistas.

La mayoría de los dirigentes del PP castellano leonés ven en la defenestración de Valdeón un primer movimiento para condicionar la sucesión de Herrera al frente del ejecutivo regional y quitarle a éste todo el margen para influir en ella. En la lista de aspirantes se coloca al propio Martínez Maillo, a Clara San Damián y a Mayte Martín Pozo, actual presidenta de la Diputación de Zamora. Hasta hace un mes, la mayoría del PP castellano leonés daba por hecho que Valdeón era la mejor colocada. Médico de profesión, antes de ser vicepresidenta fue alcaldesa de Zamora, cargo en el que se distinguió por defender nuevas formas de hacer política y por criticar algunos comportamientos internos en su partido.

El PP regional apunta como posibles culpables de la operación a Maillo, Ayllón y su compañera sentimental

Valdeón presentó la dimisión como vicepresidenta de Castilla y León tres días después de distribuirse en algunos medios la información de que había chocado con un camión en un adelantamiento y se había dado a la fuga saltándose varios controles, hasta ser interceptada por los agentes cerca de su destino con 0,77 gramos de alcohol por litro en sangre, el triple de lo permitido. Ella reconoce el resultado de la prueba de alcoholemia, considera que estuvo influida por un ansiolítico que había ingerido horas antes y niega con rotundidad haber superado la velocidad permitida en este tramo de la carretera.

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