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España

El juez investiga si una empleada de BNP en Ginebra ideó la trama de blanqueo de Púnica

Imagen de archivo del juez Eloy Velasco, instructor del 'caso Púnica'.

"¿Conoce usted a Fabiane Guinard?". El titular del Juzgado Central de Instrucción número 6, Eloy Velasco, ha lanzado en los últimos meses esta misma pregunta a cerca de una veintena de imputados del 'caso Púnica'. Lo ha hecho, en concreto, a aquellos que están acusados de haber participado en el presunto blanqueo en Suiza del dinero que David Marjaliza y Francisco Granados ocultaban en cuentas bancarias de Ginebra. Algunos aseguraron al magistrado no saber de quién les hablaba. Otros, sin embargo, sí la identificaron como la gestora de fondos de BNP-Paribas con la que se reunían en Madrid cuando querían repatriar fondos a España. Entre ellos están el propio Marjaliza y Michael Trevor Langdon, el empresario de 79 años que ha reconocido en la Audiencia Nacional haber realizado numerosas operaciones de 'lavado' para el constructor y el político del PP. La Fiscalía suiza ya ha tomado declaración a esta mujer dentro de la investigación que abrieron las autoridades de Berna cuando descubrieron las cuentas que permitieron iniciar la 'Operación Púnica'. El juez Velasco también ha iniciado los trámites para poder interrogarla al considerar que pudo jugar un papel clave para la trama.

Marjaliza ha reconocido que Fabiane Guinard era la "gerente o comercial" del BNP con la que él trataba para evadir dinero a Suiza y la persona que le alertó de que investigaban sus cuentas

Marjaliza es el que más habla de Fabiane Guinard. En varios fragumentos de la larga declaración autoinculpatoria que prestó a lo largo de varios días se refiere a ella como la "gerente o comercial" de la oficina bancaria de Ginebra donde él llegó a tener abiertas a su nombre o al de empresas 'pantalla' hasta 13 cuentas. También reconoció que la mujer se desplazó en diversas ocasiones a Madrid y que se reunió con ella en las cafeterías de hoteles o en la casa de Michael Trevor Langdon, el ciudadano de origen estadounidense que les puso en contacto y que colaboró con él para sacar de España el dinero con rumbo a Suiza gracias al llamado mecanismo de compensación. El constructor y socio de Granados aseguró que incluso comió con ella alguna vez y que en al menos un par de ocasiones le encargó sacar importantes cantidades de dinero en metálico desde España hacia Suiza. En estos casos, aseguró que le llegó a cobrar "el 2 ó el 3%" de comisión por cada transacción.

Marjaliza también señaló a Fabiane Guinard como la persona que le avisó a finales de 2012 de que le investigaba la Fiscalía de Suiza precisamente por los sospechosos movimientos bancarios registrados en sus cuentas y que le recomendó que se buscara un abogado en el país helvético. "Eso te pone todas las alertas", señaló en su confesión al juez, al que le dijo que entonces decidió dispersar su patrimonio: "Si tienes cien, pues haces cuatro de 25". El constructor siguió el consejo de la empleada de BNP y contrato en septiembre de 2013 a un bufete de Ginebra para evitar que la Justicia del país centroeuropeo remitiera a Madrid la información sobre sus cuentas en el BNP Paribas y el UBS. Incluso solicitó una indemnización por el bloqueo al que estaban sometidos dichos depósitos.

Una comisión del 0,5%

Michael Trevor Langdon es otro de los imputados que citó en numerosas ocasiones de Fabiane Guinard durante su comparecencia ante el juez Velasco. De hecho, aseguró que era su contacto con BNP-Paribas, entidad para la que trabajó durante doce años como 'conseguidor' de clientes en España que quisieran abrir cuentas en Ginebra. Este empresario, que cobraba de comisión un 0,5% de los fondos, afirmó que en 2011 se reunió por última vez con ella en Madrid ya que en aquel encuentro ésta le comunció que el banco había decidido dejar de trabajar con él porque ya no atraía el volumen de fondos necesario. Hasta entonces, sus contactos eran habituales y durante cinco años, entre 2006 y 2011, fue el intermediario entre ella y Marjaliza.

Trevor Langdon apunta en su declaración que "es posible" que la trama societaria de Marjaliza en Costa Rica la creara esta banquera suiza

Cuando el magistrado le interrogó si en todo este tiempo la empleada del BNP Paribas nunca sospechó del origen del dinero del cabecilla de la trama, Michael Trevor Langdon señaló que sólo en dos ocasiones le solicitó que el constructor justificara por escrito que no se trataba de fondos opacos. Aseguró que éste lo hizo eliminando cualquier rastro de sospecha. Preguntado también si sabía algo sobre la estructura societaria en Costa Rica que le había permitido a David Marjaliza ocultar la titularidad de sus cuentas en Suiza, el empresario negó estar al corriente, aunque apuntó que "es posible" que detrás de todo ello estuviera, precisamente, Fabiane Guinard. Michael Trevor Langdon cuantificó en 10 millones de euros el dinero que Marjaliza llegó a tener en BNP Paribas de Ginebra gracias a su mediación y la de la gestora suiza.

También reconoció conocer a la empleada del BNP-Paribas Tristán Domecq de la Maza, un comercial que admitió haber colocado en el banco de Ginebra el dinero que había obtenido con la venta de un inmueble en el centro de Madrid. Su conexión con la entidad financiera era, como en el caso de Marjaliza, el empresario norteamericano, a quien le pidió en al menos cinco veces entre 2006 y 2008 que le repatriasen parte de sus fondos hasta un total de 407.000 euros. Este imputado también identificó a Fabiane Guinard como la responsable de su depósito en Suiza. Tras recoger éstos y otros testimonio, el juez Velasco dictó el pasado 1 de febrero una diligencia de ordenación por la que ordenaba localizar a esta mujer para proceder a su interrogatorio 

Padre e hijo bajo sospecha

La empleada de BNP-Paribas no es, sin embargo, el único gestor de fondos residente en Suiza al que el magistrado quiere interrogar dentro del 'caso Púnica'. De hecho, ese mismo día pedía también conocer el domicilio de otros dos. En concreto, de un padre y un hijo de origen español pero supuestamente residentes en el país helvético. Se trata de Jesús María Martín Marín y Javier María Martín García. El pasado 8 de marzo, el primero de ellos, que aparece relacionado en la causa con un consultaría madrileña, presentó un escrito en la Audiencia Nacional solicitando declarar por videoconferencia desde Suiza. Por su parte, su hijo, que se define a si mismo en la red social Linkedin como "gestor de fortunas", trabaja para Probus Compagnie SA, una sociedad con sede en Ginebra que presume de "discrección" en la gestión de las cuentas abiertas en el país helvético de sus clientes.

El juez Velasco también quiere interrogar a otros dos "gestores de fortunas" asentados en Suiza. En concreto, un padre y un hijo de origen español 

Javier Martín hizo llegar recientemente al juez Velasco a través del abogado de Inés de Borbón y Borbón, prima del rey emérito imputada también por blanqueo en la causa, una confesión notarial con la que intentaba exculpar a ésta. En la misma, este "gestor de fortunas" reconocía que había realizado labores de 'lavado' para las empresas 'fantasmas' de Marjaliza y Granados a través de sus cuentas en el UBS de Ginebra. De hecho, en dicho escrito habla de unos y de otros como "clientes" y admite abiertamente que hizo para ellos operaciones de 'blanqueo por compensación', una modalidad delicitva que, por ejemplo, también lo utilizaba la mafia china presuntamente liderada por Gao Ping y desmantelada en la 'Operación Emperador'. De hecho, Probus Compagnie SA y el propio Javier Martín también aparecen mencionados en ese sumario.

Este empleado, que ha pasado por bancos como UBS y Lombard Odier antes de recalar en 2005 en Probus Compagnie SA, admitió en aquella confesión notarial que "en dos ocasiones compensé la operación de reintegro de efectivo a doña Inés con solicitudes de ingresos que hicieron otros clientes, de forma que yo entregué [en España] a doña Inés el dinero solicitado en efectivo que me facilitó otro cliente e hice firmar a doña Inés un documento de transferencia por idéntica cantidad en favor de una cuenta del otro cliente que ella suscribió en la creencia de que se trataba de un impreso de solicitud de reintegro". Esos "otros clientes" no eran otros que Francisco Granados y David Marjaliza. De hecho, éste último también reconoció al juez Velasco conocer a este "gestor", al que describió como "un chico alto, fuerte". 

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