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España

Podemos teme que el juez llame a declarar al equipo de redes que controlaba Del Olmo

Juan Manuel del Olmo durante un acto en Valladolid.

El caso Neurona ha llegado a algo parecido a una encrucijada. Así lo revelan varias fuentes de Podemos que temen que el juez Juan José Escalonilla llame a testificar a cuadros y trabajadores del partido que prestaron su servicio durante la campaña electoral de 2019. Su preocupación se centra en que el magistrado fije su mirada en el equipo de redes. Es decir, en los asesores y empleados de Podemos que trabajaron codo con codo con los profesionales de Neurona en un espacio alquilado ad hoc por el partido. Todos bajo el mando de Juanma Del Olmo.

A finales de 2018, los representantes de Neurona, y entre ellos Juan Carlos Monedero, empezaron a hablar con dirigentes de la cúpula de Podemos para activar una relación comercial. Las primeras colaboraciones se realizaron en el municipio madrileño de Alcorcón, bajo el mando del dirigente de Podemos Jesús Santos, hoy líder de los morados en la región.

Varias fuentes de Podemos revelan que llegaron a España algunos jóvenes trabajadores de Neurona (sobre todo desde México), para asesorar a Santos, como desveló este diario. Fue entonces cuando Pedro Sánchez convocó elecciones generales anticipadas y Neurona logró entrar en el negocio de la campaña de las generales.

Jesús Santos en Alcarcón con Rafa Mayoral de Podemos

Un ejercito bajo un mando único

Los asesores o expertos fichados por Neurona, que se alojaban en pisos "ocultos" alquilados en municipios como el de Leganés y a través de "amigos de Jesús Santos", empezaron a acudir al espacio ad hoc alquilado por Podemos para la propaganda en redes. 

“Se le llamaba el Big Data Room”, explica un miembro del partido. Otros que accedieron al espacio, que se ubicaba en la calle Maudes de Madrid, sostienen que los trabajadores de Podemos y los “expertos” enviados por Neurona estaban sentados unos al lado de otros. Y recalcan que no sabían si tenían los permisos laborales en orden, aunque desempeñasen su labor en una sede de Podemos.

El dirigente al mando de toda la operación era Juanma Del Olmo. El jefe de campaña era el dirigente pablista que desde 2017, con la salida de Errejón, había tomado el control de esa importante sección del partido. Del Olmo controlaba un equipo de entre quince o veinte miembros del partido, y un presupuesto que rondaba los 1,7 millones de euros, según cifras oficiales presentadas por el propio partido morado al juez.  

“Todo el operativo estaba bajo las órdenes de Juanma. Era él, junto a Julián Macías [número dos en el equipo de redes], los que decían id por aquí o por allí, atacar o defender. Era como un ejército. De hecho, algunos los llamaban en broma las camisas pardas”, explican desde el partido morado. "Llenaron el espacio de ordenadores comprados o alquilados. Era como un cuartel general", afirman desde dentro el partido.

Documento de Neurona sobre el servicio prestado a Podemos en 2019

Trabajos mezclados

Las fuentes consultadas aseguran que Del Olmo ejercía de jefe de los dos grupos (el de Podemos y el de Neurona), que estaban perfectamente coordinados entre ellos, y cuyos trabajos se mezclaban haciendo imposible diferenciar los realizados por Podemos de los externalizados a Neurona, que llegaron a costar 425.000 euros.

Este detalle no es baladí. El juez Escalonilla quiere saber si los trabajos de Neurona los realizó la empresa, cuya filial española no tenía plantilla, o si Podemos disimuló una externalización que podría ser delictiva. Hasta ahora el magistrado ha pedido conocer los movimientos de la cuenta bancaria adscrita al responsable de Neurona Comunidad, filial española de la empresa mexicana.

En sus movimientos y transferencias no trascienden pagos aparentemente vinculados a la elaboración de contenido audiovisual para una campaña electoral. Además, ahora Escalonilla ha encargado a la Policía que analice los movimientos de una de las cuentas oficiales de Podemos, registrada en al banco Triodos Bank y cuyo apoderado es el portavoz parlamentario y exsecretario de Organización Pablo Echenique.  

En su declaración ante el juez, Del Olmo afirmó que él no se hacía responsable de los gastos de los dueños de Neurona, pero sí que daba fe de que los trabajos realizados existen y que fueron de buena calidad. Sostuvo que el Big Data Room se activó por falta de espacio en la sede de Podemos de la calle Princesa (algunos en el partido creen que se podía habilitar la séptima planta), y reconoció haber tenido relación con cuatro trabajadores de Neurona, pero que desconocía el funcionamiento interno de la consultora.

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Otra vuelta de tuerca de Escalonilla

Después de las declaraciones de Del Olmo, del tesorero y de la gerente de Podemos, Escalonilla ha decidido dar otra vuelta de tuerca al caso. Ha llamado a testificar a otros trabajadores, como un cámara del partido, y se sabe que está evaluando escuchar a figuras habitualmente de segundo nivel, como Eric Alberto Guerrero, conocido con el apodo de El Colibrí (por las camisas coloridas que solía ponerse). 

Este miembro del partido no tiene una relación directa con Neurona, sostienen las fuentes consultadas, aunque forma parte del círculo más estrecho de Monedero. "Es muy amigo suyo", sostienen las fuentes consultadas, que también apuntan a Orencio Osuna como otro miembro de ese entorno.  

El temor a que el juez pida escuchar a más testigos y cite a miembros del equipo de redes de Podemos o personas cercanas a Monedero aumenta, porque, a diferencia de los imputados, a los testigos les está prohibido mentir. Y algunos aseguran que muchos de ellos no tienen la intención de verse salpicados por un asunto que consideraron una equivocación desde el principio.

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