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España

Casado confía en que Ayuso solo necesite la abstención de Vox para gobernar en Madrid

El hundimiento de Gabilondo y el PSM en los sondeos da alas a la dirección nacional del PP para pensar que el apoyo explícito de Abascal en Madrid no será necesario en los dos años que restan de legislatura

El presidente del PP, Pablo Casado, ha arropado a Isabel Díaz Ayuso en el arranque de la campaña de las elecciones en Madrid.
El presidente del PP, Pablo Casado, abraza a Isabel Díaz Ayuso el pasado 18 de abril en el arranque de la campaña de las elecciones en Madrid PP

Pablo Casado respira aliviado tras comprobar que Isabel Díaz Ayuso tiene al alcance de su mano gobernar la Comunidad de Madrid en solitario durante los dos años que restan de legislatura, y sin necesidad del “incómodo” apoyo parlamentario explícito de Vox, admiten a Vozpópuli distintas fuentes de la dirección nacional del PP y de los territorios.

Ninguno de los sondeos de las elecciones en Madrid publicados en los últimos días vaticina una improbable mayoría absoluta -tendría que darse fuerte abstención de las izquierdas, que el clima tras las balas y amenazas parece descartar-, pero varios de ellos, como el elaborado por Narciso Michavila y GAD3 para ABC o el estudio de Invymark para La Sexta, sí pronostican que Ayuso sola puede acabar sumando más que PSM, Más Madrid y Podemos juntos; debido, fundamentalmente, al hundimiento en la recta final del socialista Ángel Gabilondo.

Para la actual presidenta no sería problema, en cualquier caso, reeditar mayoría parlamentaria con el grupo encabezado por Rocío Monasterio. Con su apoyo externo ha gobernado durante dos años en coalición con Ciudadanos y, de hecho, las encuestas revelan que los votantes del PP madrileño, en un 78%, no hacen ascos a meter a los Santiago Abascal en el gabinete; lo prefieren a volver con los naranja después de la tormentosa relación que desarrollaron Ayuso y el ya ex vicepresidente, Ignacio Aguado.

Sin embargo, para el proyecto alternativo al de Pedro Sánchez en el resto de España sí constituye un problema que la relación del PP con Vox en Madrid sea demasiado explícita. La izquierda lo va a usar en su contra para desacreditar el divorcio con Santiago Abascal y el giro al centro inaugurado en octubre pasado durante de la moción de censura contra el gobierno. Y están en juego los 1,6 millones de votos que en la repetición de elecciones generales de noviembre de 2019 siguieron votando Ciudadanos y que después del 4M en Madrid quedarán huérfanos si la formación de Inés Arrimadas se desintegra.

No es lo mismo que Vox tenga que decidir cada día su apoyo parlamentario a Ayuso que abstenerse y facilitar la gobernabilidad sin desgaste alguno; ni para ellos ni para nosotros”, señala una fuente del Grupo Popular en el Congreso

Madrid ha sido y es el escaparate de las políticas del PP en los últimos 26 años que lleva gobernando la formación en la Comunidad. Antes, incluso, de que José María Aznar llegara al poder, tras perderlo traumáticamente en 2004 y durante toda la etapa de Mariano Rajoy. “Y no es lo mismo que Vox tenga que decidir cada día su apoyo parlamentario a Ayuso que abstenerse y facilitar la gobernabilidad sin desgaste alguno; ni para ellos ni para nosotros”, admite una fuente del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso.

Ayuso y el 'milagro' de los 69 diputados

De momento, Ayuso se muestra empática y alejada del cordón sanitario que le exige la izquierda: busca el milagro de los 69 diputados -mayoría absoluta- pero sin despreciar un posible apoyo de Vox que, dice, preferir al sanchismo que pacta con el comunista Pablo Iglesias. “Gobernar con Vox tampoco sería el fin del mundo”, declaraba este viernes a El Mundo en una de sus últimas entrevistas de campaña; “Al final (PP y Vox) somos partidos distintos pero nos hemos entendido en cuestiones fundamentales y así seguirá siendo”.

Mucho más comedido, Casado guarda silencio para no ahuyentar voto útil de ultradederecha hacia la candidata popular y porque sabe que, antes de vender la piel del oso, tiene que producirse la gran victoria del PP que pronostican los sondeos. Eso pasa, primero, por no exhibir diferencias en plena campaña electoral entre las dos formaciones.

Madrid es un microclima”, defiende un ‘barón’ popular que cree que el ‘modelo Ayuso’ no funcionaría en otras comunidades autónoma y que Casado tiene que ser “la media” de todos los PP que gobiernan España

El momento de mayor fricción se produjo a raíz del polémico cartel en el que la formación de Abascal comparaba los 4.700 euros que, dice, le cuesta mantener a la CAM cada uno de los 240 menores inmigrantes no acompañados (MENA) frente a los 600 euros de pensión que cobra “tu abuela. Casado salió como pudo del escándalo organizado por la oposición hablando de que no hay que hacer caso a la “publicidad engañosa” de Vox y Ayuso se limitó a señalar que ella no va a cambiar las políticas de integración de ese colectivo en la sociedad madrileña.

“Madrid es un microclima y Galicia o Andalucía son otra cosa”, argumenta a este periódico un barón popular para explicar que ni Ayuso obtendría en Galicia los resultados que va a obtener este 4M con su guerra ideológica frente a la izquierda, algo que ya le fue muy bien a Esperanza Aguirre entre 2003 y 2011, ni Alberto Núñez Feijóo lograría en Madrid con su discurso solo de “gestión” la mayoría absoluta que logró en las elecciones gallegas del 12 de julio pasado.

A eso se refería el líder del PP Pablo cuando dijo lo que dijo el jueves 22 de abril durante una entrevista con Carlos Herrera en COPE: “España es muy plural y yo quiero ser la media entre Feijóo y Ayuso, entre Juanma Moreno y Alfonso Fernández Mañueco (Castilla y León), entre Fernando López Miras (Murcia) y Juan Jesús Vivas (Ceuta). Esa es la dificultad pero también lo extraordinario de mi papel”, concluyó Casado.

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