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España

Una carta entre generales critica a Robles por la disolución de la Brigada de Sanidad

En la misiva se lamenta la "injustificada, anacrónica e irresponsable" decisión de prescindir de este equipo militar que protagonizó la lucha contra el coronavirus y la tormenta 'Filomena'

Robles Sanidad Defensa
La ministra de Defensa, Margarita Robles, en una visita en enero a la Brigada de Sanidad.

Entre los generales médicos y altos mandos de la Sanidad militar está circulando una carta, a la que ha tenido acceso Vozpópuli, en la que se critica la decisión del Ministerio de Defensa que dirige Margarita Robles de disolver la brigada encargada de luchar contra el coronavirus o la tormenta 'Filomena'.

Defensa excluyó en abril esta Brigada de Sanidad (BRISAN) de la nueva estructura del Ejército de Tierra. Se sustituyó por una agrupación dentro de la Brigada Logística, que se activará formalmente este jueves, primero de julio.

El último acto de la BRISAN fue el pasado 25 de junio, día de la Virgen del Perpetuo Socorro, y en las invitaciones se indicaba que el encuentro era para conmemorar la efeméride de la patrona de la Sanidad militar. A raíz de ello, un alto mando redactó un escrito sobre la disolución de la BRISAN, en el que se critica implícitamente a Robles por este hecho.

"Hoy y como colofón de una decisión, desde mi punto de vista, de las más injustificadas, anacrónicas e irresponsables que me ha tocado vivir, se 'celebra' el Acto de Disolución de la Brigada de Sanidad", se indica en el texto sin firmar. 

"El personal que participa en la 'celebración' tiene la tremenda suerte de que se realiza bajo medidas COVID y llevan la cara tapada por la mascarilla. Así, en unos se evitará que sus lágrimas manchen el suelo y en otros, ocultará la cara de vergüenza que deben tener por verse obligados a participar en ese acto, en el cual se escenifica como darse un 'tiro en el pie' y se justifica diciendo que se hace para correr más", apunta el autor de la misiva. 

La "resurrección" de la brigada

"Poco ganará la operatividad y la capacidad de combate de nuestro Ejército con esta decisión, más bien será lo contrario", augura el alto mando. "Solo se ha derribado sin construir. Se han perdiendo capacidades, que no había muchas y en el peor momento; se han adoptado postulados anacrónicos que ya habían demostrado su fracaso y se asume una organización obsoleta y contraria a la de los ejércitos de nuestro entorno que diferencian perfectamente entre Logística (abastecimiento, mantenimiento y transporte) y Sanidad", prosigue.

A juicio del autor de la carta, "no es la hora de llorar por lo que no se ha defendido". En este sentido, "si ayer fue el día de pelear, hoy es el día de morir, mañana será el de esperar la pronta, necesaria e imprescindible resurrección, que con nombre de Brigada u otro, no tiene más remedio que producirse".

Tras la disolución de la BRISAN, el Ejército necesita un apoyo sanitario "potente, bien dimensionado, eficaz y de calidad", en opinión del militar de alta graduación. "En otro caso, se comprometerá gravemente la misión, defender a España, poniendo en grave peligro la capacidad de combate. Esa resurrección, que espero que se produzca pronto, será cuando nuevas 'cabezas' y nuevos responsables asuman los destinos y la responsabilidad de nuestro Ejército, pues si se persiste en un error de manera contumaz, este se convierte en un desastre", apunta sobre una posible sustitución de Robles al frente de Defensa cuando se produzca la próxima remodelación de Gobierno.

Robles Valcarce Defensa
Margarita Robles y Amparo Valcarce en la toma de posesión de la segunda.

En las últimas semanas, Robles y su subsecretaria en Defensa, Amparo Valcarce, están concatenando polémicas dentro de los Cuerpos Comunes. Por ejemplo, el general de brigada médico José María Delgado Pérez, actual jefe de Sanidad dentro del Estado Mayor de la Defensa (EMAD), envió en mayo un escrito a Robles en el que cuestionó la idoneidad del nuevo jefe provisional de la Inspección General de la Sanidad Militar (IGESAN), el general de brigada farmacéutico Juan José Sánchez Ramos.

La decisión de Robles el pasado 20 de abril de cesar al anterior jefe de la Sanidad Militar, el general de división médico Antonio Ramón Conde Ortiz, provocó entonces un terremoto dentro de este órgano de los Cuerpos Comunes ya que, por primera vez, se colocó a un farmacéutico al frente de la IGESAN aunque fue "en comisión de servicios", es decir de forma temporal. Una situación muy similar a la que se ha vivido en la Subdirección General de Servicios Económicos y Pagadurías con el cese de Pérez-Íñigo.

Aquel relevo en la IGESAN llevó al general Delgado a quejarse por escrito a la cúpula de Defensa después de que la asesoría jurídica del Ministerio validase dicho nombramiento. Vozpópuli no pudo averiguar si la carta se remitió a Valcarce o a la propia ministra Robles.

Además, Conde Ortiz se negó en abril a destituir al general de brigada Julio Francisco Pérez Mochales tras una orden de Valcarce por la polémica vacunación en el cuartel general de la Armada, según reveló este periódico. 

Tras ello, el hospital militar 'Gómez Ulla' inició a mediados de junio la vacunación de 650 deportistas extranjeros y periodistas españoles que irán a competir y cubrir informativamente los Juegos Olímpicos de Tokio en medio de quejas internas por este trabajo ordenado por Valcarce.

Fuentes militares subrayaron entonces que el 'Gómez Ulla' debería encargarse de vacunar al personal sanitario o militar de las Fuerzas Armadas, pero no a civiles que forman parte de "entidades privadas", caso de la Selección española de fútbol o el Comité Olímpico Español (COE). El dispositivo enviado a Las Rozas para vacunar a la 'Roja' ya provocó malestar en el centro hospitalario.

Recurso contra Robles

El último 'frente' para Robles se ha abierto este mes de junio. El general de división de Intendencia,  Joaquín Pérez-Íñigo, ha enviado un recurso a la ministra de Defensa para que reconsidere su cese que firmó el pasado 7 de mayo como subdirector general de Servicios Económicos y Pagadurías.

Pérez-Íñigo entregó este recurso de reposición, y no el de alzada, porque fue la propia ministra la que firmó su destitución cuando debería haber sido la subsecretaria de Defensa, Amparo Valcarce, su superiora jerárquica. De ahí que con Robles se agote la vía de reclamación dentro del Ministerio antes de interponer una demanda contencioso-administrativa, previsiblemente en la Audiencia Nacional, contra la propia Robles.

El recurso de este general de división en activo es completamente inusual y no hay muchos precedentes en las últimas décadas entre oficiales de alta graduación. El caso más conocido durante el mandato de Robles ha sido el del vicealmirante Alfonso Gómez Fernández de Córdoba.

Este alto mando consiguió en 2019 que el Tribunal Supremo anulase su pase forzoso a la reserva y revirtiese su cese como subdirector de Reclutamiento y Orientación Laboral, encargado de las oposiciones militares. Fernández de Córdoba dependía también orgánicamente de Valcarce, por aquel entonces directora general Reclutamiento y Enseñanza Militar.

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