España

Carlos Boye anuncia que deja la escena pública tras una oleada de insultos del independentismo radical

El abogado de Carles Puigdemont, pieza del independentismo catalán, confirma en su columna de 'El Nacional' que deja la primera línea de la política ante los ataques de radicales

El abogado del expresidente de la Generalitat de Catalunya Carles Puigdemont, Gonzalo Boye, a su llegada al Tribunal Supremo. EP

Tiempos de purga en el seno del independentismo catalán. Tras salidas muy sonadas como la que contamos hoy en Vozpópuli de Juanjo Puigcorbé, se ha producido otro doloroso adiós para los intereses de la Cataluña más radical e intransigente. Carlos Boye, abogado de Carles Puigdemont o Laura Borrás, entre otros, además de importante activo del independentismo, ha anunciado que deja la primera línea política por tiempo indefinido.

Así lo ha confirmado en su columna de opinión en El Nacional, información de la que también se ha hecho eco E-notícies. En su pieza de ayer viernes en el digital catalán titulada 'guardar silencio y reflexionar', Carlos Boye explicó que se había visto obligado a tomar esta decisión ante los ataques e insultos sufridos por parte del independentismo más radical.

Todo nace a raíz de un artículo suyo, también escrito en El Nacional, el pasado 9 de junio. En él, el jurista criticaba el abstencionismo que reina en cierto sector de la política catalana, ya que, en su opinión, era "una opción sin ningún tipo de recorrido en términos de presión política". 

La reflexión de Carlos Boye

Pues bien, tras estas palabras, las masas enfurecidas y claramente dirigidas se han cebado con Carlos Boye. Esta ha sido la principal causa que ha motivado la decisión del abogado. Leyendo detenidamente su columna, Boye apunta que el independentismo catalán se está volviendo muy intransigente. Una retirada a tiempo es una victoria, dicen. Y así ha debido pensar el abogado de los principales activistas del independentismo.

"Así como llevo años sin publicar mis opiniones en los medios estatales, llevo el mismo tiempo haciéndolo en los catalanes, donde, hasta ahora, me había sentido muy cómodo porque, así lo creo, muchos de mis artículos sirvieron para abrir debates o participar en debates a partir de los cuales todos nos enriquecemos en lo que debe ser una sana convivencia democrática. He intentado, también, cumplir con una vocación divulgadora beneficiosa para todos".

"Hasta aquí íbamos bien, pero parece ser que la semana pasada toqué un tema que gatilló las pulsiones de algunos que parecen considerarse guardianes de las esencias del independentismo y que apuestan por una acción electoral que, en mi opinión, no solo es un error técnico y político sino un auténtico castigo autoinfligido del que difícilmente podría recuperarse el independentismo", señala Carlos Boye.

"Llevo días padeciendo ataques, insultos y menosprecios, también señalamiento, en una campaña perfectamente orquestada y basada, entre otras cosas, en cuentas de Twitter creadas, sorprendentemente, entre mayo y junio de 2023. Se trata de una acción en la que se pretende no solo deslegitimar mis opiniones, sino, además, hacerme un daño reputacional importante y señalarme como un títere de vaya uno a saber quién, aunque todos lo podemos intuir, porque el objetivo del ataque, en realidad, no soy yo. He sido el objeto de la ira, pero no su objetivo".

"Obviamente, quienes pretenden silenciarme o atemorizarme no lo conseguirán, como tampoco lo ha conseguido el nacionalismo español en todos estos años, pero lo que sí han conseguido es que abra los ojos y tenga muy claro que, de camino a casa, he de entrar en un proceso y periodo de silente reflexión porque parece evidente que me he equivocado pensando que todo el independentismo, sin excepción, buscaba una construcción de país y que este fuese democrático".

De este modo anunciaba Carlos Boye su salida de la primera línea política del independentismo. Años y años al servicio de una causa para terminar devorado por la maquinaria que él mismo ayudó a crear y propagar. ¿Volverá? Habrá que esperar sus próximos movimientos para saberlo. Mientras tanto, silencio y reflexión. Volverá a causas juristas menores, se entiende.

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