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España

Dos años de cárcel para unos cazadores que mataron a más de 100 animales con veneno

Un juzgado de Pamplona ha condenado a dos presidentes de cotos de caza y a un guarda a dos años y ocho meses de prisión por poner cebos envenenados en Tudela y Cintruénigo (Navarra), donde habrían muerto 138 aves rapaces y cuatro cuervos por envenenamiento.

Las ONG SEO/BirdLife, WWF España y Ecologistas en Acción, que ejercen la acusación particular, aseguraron este jueves que se trata de “la sentencia más contundente contra el veneno” a animales en España. Además de la pena de cárcel, la sentencia añade cinco años y cuatro meses de inhabilitación y una indemnización de 67.538 euros al Gobierno foral.

La sentencia reconoce que el envenenamiento atendió a una planificación por parte de la dirección de las sociedades gestoras de cuatro cotos de caza, dos de ellos de Tudela (Montes del Cierzo y Monte Alto) además de los cotos de Cintruénigo y de Fitero.

Los mataban con veneno

El veneno fue la causa de la muerte de milanos reales, alimoches, milanos negros, aguiluchos laguneros y buitres leonados, según las organizaciones de ecologistas. “Se trata de especies protegidas que, en algunos casos, como el milano real, están catalogadas como en peligro de extinción”, explicaron.

Y es que según las ONG, en España se han producido 8.324 episodios de envenenamiento que han causado la muerte de 18.503 animales, por lo que esperan que la sentencia “sirva de revulsivo a aquellos que se vean tentados a utilizar el veneno como método de control de depredadores y sean conscientes de las consecuencias legales que ello puede suponer”.

También resaltaron el papel del Guarderío Forestal y la Policía Foral de Navarra para el esclarecimiento de los hechos y la “importancia” de las escuchas telefónicas llevadas a cabo, que fueron necesarias para obtener algunas de las pruebas incriminatorias.

"Método de caza masivo"

Por último, las organizaciones lamentaron que la colocación de cebos envenenados “es un método de caza masivo” que en peligro a especies amenazadas como el águila imperial ibérica o el lince, aunque también ha habido casos de animales domésticos envenenados con este tipo de cebos.

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