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La Caja Mágica, enseña de Madrid 2020, sin actividad a dos semanas de la cita olímpica

Botella, durante el Masters de tenis de Madrid disputado en la Caja Mágica el año pasado.

En la web de la Caja Mágica, las últimas noticias se remiten al 19 de julio: “¡No te pierdas la eliminatoria de Copa Davis que enfrentará a España y Ucrania [el próximo 13 de septiembre]”. La página de Internet de este monumental complejo multiusos inaugurado en 2009 por Alberto Ruiz-Gallardón y por el que se pagaron 300 millones de euros es un espejo de su triste realidad: sin actividad diaria, transcurrirán cuatro meses entre la Copa Davis y el penúltimo evento allí disputado, el Masters Tenis de Madrid, a principios de mayo.

Una instalación puntera con telarañas por el desuso: eso vende el Ayuntamiento de Madrid el 7 de septiembre en Buenos Aires, día en que se decide la ciudad que albergará los Juegos Olímpicos de 2020. En contraste con sus rivales, Tokio y Estambul, Ana Botella promueve una “ciudad terminada”, quizás demasiado terminada, hasta el punto de que hay pabellones que no se aprovechan porque no hay quien los arriende.

Dependiente de la extinta Madrid Espacios y Congresos (Madridec), el complejo ha pasado a formar parte de la nueva mega-empresa municipal, Madrid Destino Cultura, Turismo y Negocio, que, en teoría, hereda los 300 millones de euros de deuda de Madridec. Espacios y Congresos fue durante mucho tiempo un ente rentable que Gallardón arruinó a base de proyectos faraónicos y de comprar acciones a Mercamadrid.

Madrid vende al COI una ciudad "terminada"; tan terminada, que hay pabellones en desuso. 

El 31 de marzo de 2012, la Federación de Tenis dejó de alquilar las pistas al no poder afrontar los pagos. Y antes de que la Caja Mágica se quedara yerma de deportistas, la escudería HRT de Fórmula 1 hizo de ella su sede, pero a finales del año pasado anunció su desaparición. En 2013, sumado a los citados dos eventos mayores de tenis, se celebró de manera imprevista el Mundial de Balonmano debido al cierre del Madrid Arena por la tragedia de Halloween, en la que murieron cinco chicas jóvenes.

La oposición se mueve. El concejal socialista Gabriel Calles pide un plan de arrendamiento para federaciones como la de tenis “a largo plazo” y “pensando menos en la rentabilidad y más en fomentar el deporte base en un pabellón al que difícilmente se puede sacar rédito económico, como ya se ha demostrado”. Por su parte, Milagros Hernández (IU), denunció en julio que el Ayuntamiento busca voluntarios que trabajen gratis para la Copa Davis a cambio de "hacerse fotos con el equipo español y ver algunos partidos por turnos" en la Caja Mágica.

El plan de viabilidad de Madridec publicado el pasado mes de marzo expuso que la Caja Mágica es uno de los mayores problemas económicos contraídos por Cibeles en los últimos años. “Aun siendo una instalación deportiva magnifica y única”, arrancaba el informe, “está situada en un lugar con algunas dificultades de acceso para los organizadores de eventos. Por otra parte, su ruta precisa mejoras de señalización”.

"Siendo magnífica y única, la Caja Mágica tiene dificultades de acceso y mantenerla sale caro".

También se indicaba que “su mantenimiento es caro” (más de un millón de euros anuales), y se ponían en la picota algunos de los convenios deportivos adoptados. “Nuestro contrato con el Ayuntamiento de Madrid para la celebración del Madrid Open de Tenis, aunque cuantioso no es suficientemente realista con respecto a los costos inherentes a la instalación”.

Parece que Botella ha encontrado una salida provisional al desuso de la Caja Mágica: alquilárselo a multinacionales para actos de carácter privado. Telefónica metió a comienzos de julio en el pabellón de San Fermín de Orcasitas a sus 1.300 directivos repartidos por todo el mundo. Que vaya con ese cuento la alcaldesa a los delegados del Comité Olímpico Internacional el próximo día 7 de septiembre. 

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