Debate del estado de la nación

Bronca de Sánchez a Rufián por mostrar balas de la valla de Melilla: "Es imperdonable"

A falta de Alberto Núñez Feijóo -presente en el hemiciclo pero ausente del debate por no ser diputado- el momento de mayor tensión en el debate del estado de la nación lo protagonizó Gabriel Rufián al mostrar supuestas balas recogidas en la valla de Melilla. Sánchez calificó su gesto de "imperdonable"

Ni Santiago Abascal ni Cuca Gamarra han sido capaces de sacar al presidente del Gobierno de sus casillas como lo ha hecho el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, quien no dudó -en otro gesto teatral que tanto gusta a un diputado que ha exhibido desde su escaño desde esposas a fotocopiadoras- en mostrar tres balas rojas que, según ha asegurado, fueron utilizadas por la Gendarmería marroquí para "matar" a 37 migrantes en el último asalto a la valla de Melilla.

Rufián insistía así en sus reproches al presidente del Gobierno por no tratar igual a los inmigrantes que llegan desde África -a quienes "se les mata a balazos"- que a los que son "bombardeados en un centro comercial de Ucrania". Rufián ha sacado una a una esas balas, durante su primera intervención en el debate sobre el estado de la nación, explicando que habían sido recogidas en la frontera por su compañera, la diputada María Carvalho Dantas.

"Son balas con las que mataron a 37 personas", ha dicho, un comentario que ha provocado el enfado del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que seguía sus palabras visiblemente serio desde su escaño y cuya primera respuesta no se ha podido descifrar. "No ustedes", ha aclarado Rufián, dejando claro que la responsabilidad era de la Gendarmería marroquí, pero subrayando que esa actuación fue avalada por el presidente al asegurar que "no estaba mal".

La presidenta de la Cámara ha tenido que amonestar al diputado catalán y hacer solo "uso de la palabra por lealtad institucional". Sin embargo, el presidente del Gobierno ha subido a la tribuna visiblemente con Rufián y ha calificado su gesto de "imperdonable".

"En este hemiciclo la mera exhibición de balas es un error imperdonable. El Congreso es el templo de la palabra. Aquí entraron balas, están en los techos y fueron traídas por golpistas. Se ha equivocado, señoría”, reprochaba Sánchez con gesto visiblemente crispado. "El Congreso no es una corte penal, es el templo de la palabra" ha culminado el jefe del Ejecutivo entre los aplausos del Grupo Socialista. Sin embargo, en su segundo turno ha sido más conciliador y ha agradecido a Rufián que haya empleado "un tono más constructivo" frente a la "sobreactuación" de su primera intervención.

Tras la réplica de Sánchez a Rufián, a quien también ha reprochado que su Grupo no apoyara la reforma laboral -"si no se llega a equivocar un diputado popular" no habría salido-, el debate concluía para reanudarse hoy a las 9 de la mañana.

Charla final entre Sánchez y Rufián

Tras el rifirrafe, y mientras se levantaba la sesión, Rufián no ha dudado en acercarse a hablar al escaño del presidente del Gobierno, en un gesto que parecía de disculpa o de explicación de su 'gesto' de las balas. Sánchez, de pie, ha escuchado sus explicaciones sobre un gesto que ha conseguido irritarle como no lo ha conseguido los supuestos líderes de la derecha.

Sobre la filtración de los audios del comisario Villarejo

Rufián también ha comentado los nuevos audios del comisario Villarejo, instando a Sánchez a "legislar en contra de la contaminación mediática porque no deja pensar de forma sana". "Igual que se legisla contra la contaminación acústica deberíamos legislar en contra de la contaminación mediática. Mentir debería tener las mismas consecuencias que tiene para una empresa una emisión de CO2, porque de la mentira nace el odio, y es el electoplasma del cuñadismo social que es Vox", ha defendido.

Con todo, Rufián ha reclamado al Gobierno de Pedro Sánchez que tenga más ambición a la hora de legislar, volviendo a reprochar al Ejecutivo, y en especial a la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, haber aprobado la reforma laboral "con la CEOE".

Asimismo, también ha reprochado a Sánchez su compromiso de incrementar el gasto en Defensa hasta el 2%, tras la cumbre de la OTAN: "Es cierto que ningún país puede garantizar su seguridad por sí solo, pero esta fiebre responde a un solo objetivo, el objetivo anhelado de Estados Unidos de tener un mundo polarizado con una Europa 'otaneizada', pero eso sí, el mundial de fútbol en Catar".