Uno de los bomberos españoles en el terremoto de Turquía: "Las primeras horas son cruciales"

David De la Fuente es uno de los 40 efectivos de la Comunidad de Madrid que han viajado este lunes a Turquía para colaborar en los trabajos de rescate de víctimas y supervivientes del terremoto, que se ha cobrado la vida de miles de personas. Este grupo llega a un país devastado por la tragedia. Su objetivo es intentar "salvar vidas" pero tienen claro cómo será su cometido: "Las primeras horas son cruciales", según afirma en una entrevista a Vozpópuli.

La ayuda española está coordinada por la Dirección General de Protección y Emergencias, dependiente del Ministerio del Interior. Se han trasladado hasta Turquía dos equipos MUSAR (Medium Urban Rescue and Search) de la Unidad Militar de Emergencias (UME), del Ministerio de Defensa, y de la Unidad Especial de Emergencia y Respuesta Inmediata (ERICAM) de la Comunidad de Madrid. El Mecanismo Europeo de Protección Civil ha confirmado la aceptación de esta ayuda por parte del gobierno turco.

90 efectivos españoles en Turquía

Los dos grupos llegarán en la madrugada del lunes al martes a la zona devastada por el terremoto. El módulo de la UME, compuesto por 50 efectivos, partió desde la Base Aérea de Morón de la Frontera mientras que el de la ERICAM, integrado por 40 efectivos, despegó desde la Base Aérea de Torrejón de Ardoz en un avión del Ejército del Aire procedentes de Zaragoza.

El equipo activado por la Comunidad de Madrid cuenta con expertos de la Unidad Especial de Emergencia y Respuesta Inmediata (ERICAM). Son Bomberos de la Comunidad de Madrid, del SUMMA112 y de la Escuela Española de Salvamento y Detección con Perros. A su llegada trabajarán de inmediato en las tareas de búsqueda, rescate y salvamento en estructuras colapsadas. Los trabajos del equipo de la Comunidad de Madrid comenzarán de manera inmediata para colaborar con las autoridades turcas.

"Evaluar edificios, hacer rutas y salvar vidas"

Uno de estos especialistas es Daniel De la Fuente, bombero y conductor experto de vehículos de emergencia, quien ya ayudó en el terremoto que asoló Lorca (Murcia) en 2011. Este seísmo tuvo una magnitud de 5,1 y murieron nueve personas mientras que hubo decenas de heridos. Ahora se enfrentan a un terremoto de una magnitud de 7,7 y hay miles de muertos en Turquía y Siria.

Los efectivos españoles llegarán a Adana y después se desplazarán hasta el aeropuerto más próximo a Kahramanmaras, la zona afectada por el fenómeno. Llevan hasta sus propios equipos dispuestos para trabajar en lugares de alerta. "Nuestro principal cometido es evaluar edificios, intentar salvar a las víctimas o salir de ruta por nuestros propios métodos", afirma a Vozpópuli.

"Tenemos ganas de poder hacer algo"

Porque las primeras horas tras el terremoto son "cruciales" e intentarán también entrevistarse con los vecinos de los pueblos de la zona para intentar conocer qué personas están desaparecidas y donde pueden buscarlas. Su cometido será trabajar en cada lugar 5 ó 6 horas en labores catalogadas como "relámpago".

Todo esta labor la realizarán con el riesgo de que se produzcan repeticiones en la zona pero desconocen hasta este martes qué se encontrarán en Turquía. "Hemos visto que han caído hasta edificios de ocho alturas", advierte De la Fuente. "Lo que tenemos más ganas es de llegar y poder hacer algo. No tenemos expectativas", subraya este bombero madrileño.

Lucharán contra la nieve y el frío

El balance de muertos a causa del terremoto de magnitud 7,7 registrado este lunes en el sur de Turquía, cerca de la frontera con Siria, ha ascendido a más de 3.000, si bien se teme que la cifra pueda aumentar en las próximas horas debido a que miles de personas han resultado heridas y muchas siguen aún atrapadas entre los escombros. Además, otros países vecinos, como Irak, Chipre o Israel se han visto afectados por los temblores, que han dejado 14.000 heridos. Horas después del primer terremoto, un segundo de magnitud 7,6 ha sacudido el sureste de Turquía, devastado ya por el sismo de esta madrugada de fuerza similar y decenas de réplicas de gran calibre.

El servicio de emergencias turco Afad ha elevado la cifra de víctimas en el país a 1.498, y 8.553 han resultado heridas a causa del seísmo, que el presidente Recep Tayyip Erdogan ha descrito como "el mayor desastre desde el terremoto de 1939", que dejó más de 30.000 muertos. "Nuestro Estado ha adoptado medidas con todas las instituciones desde que tuvo lugar el terremoto y nuestras provincias han movilizado todas sus capacidades", ha dicho, antes de señalar que más de 9.000 trabajadores trabajan en las operaciones de búsqueda y rescate. Las bajas temperaturas y la nieve en la zona, donde también hay territorios montañosos de difícil acceso, complican dichas operaciones.