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BBVA se retiró del 'caso Ausbanc' para evitar ser acusado de "estafa procesal"

Luis Pineda, José Villarejo y Francisco González.

BBVA se retiró del caso Ausbanc para "evitar cualquier duda de una eventual estafa procesal cometida" por la entidad, cuyos exdirectivos elaboraron una denuncia anónima contra el presidente de Ausbanc, Luis Pineda. Así se indica en un escrito, de 24 de julio de 2019, firmado por el actual jefe de Talent and Culture del banco, Carlos Casas Moreno, que forma parte de la documentación que compone el expediente disciplinario abierto contra el exjefe de Regulación y Control Interno Eduardo Arbizu.

De esta forma, BBVA reconoce en este documento interno que su retirada como acusación particular del caso Nelson, decidida por la nueva directiva encabezada por Carlos Torres, se debe en parte a la actuación presuntamente irregular de Arbizu y otros directivos en el caso Villarejo, que presentaron una denuncia anónima contra Pineda. Con esta medida el banco trata de impedir que pueda ser acusado de haber cometido una estafa procesal, un delito en el que según el Código Penal incurren las personas que manipulan pruebas en un procedimiento judicial.

Precisamente en su escrito de defensa contra el expediente que le abrió BBVA, Eduardo Arbizu pone de manifiesto la contradicción que supone que el banco dijera públicamente en julio de 2019 que la razón para retirar su acusación era otra: "Evitar tener protagonismo y notoriedad en el asunto, entendiendo que la posición del banco como eventual perjudicado ya estaba defendida por el ministerio fiscal. No es eso lo que ahora se dice en el pliego de cargos", concluye este exdirectivo.

No era necesaria

El escrito redactado por Carlos Casas Moreno, que consta en el sumario del caso Villarejo, difiere también de las explicaciones que el propio banco dio a Vozpópuli en julio de 2019 para justificar su retirada del caso Ausbanc. En esa fecha, los portavoces de la entidad argumentaron que los abogados habían tomado esa decisión porque la personación de BBVA como acusación particular no era necesaria, porque ese papel ya lo desempeñaba la Fiscalía anticorrupción.

El presidente de Ausbanc, Luis Pineda en una imagen de archivo.

En un escrito de 5 de febrero dirigido al juez de instruye el caso Villarejo, el BBVA recuerda "el carácter meramente provisional de los pliegos de cargos". En ese sentido, destaca que "no es en absoluto infrecuente que, a la vista de las explicaciones ofrecidas en el pliego de descargos, se llegue a la conclusión de que los hechos descritos en el pliego no eran correctos o no tenían justificación suficiente”.

Y esto fue lo que ocurrió, prosigue el escrito del banco, con los expedientes de Arbizu y Eduardo Ortega: "En ambos casos, considerando las alegaciones presentadas, el Comité de Disciplina Corporativo decidió sobreseer el expediente disciplinario".

Otras razones

El escrito de 5 de febrero dirigido al juez García Castellón también dice la retirada de la acusación se debió fundamentalmente a "otras razones" que explicó el representante de BBVA en su declaración, el director de los Servicios Jurídicos del BBVA en España, Adolfo Fraguas.

Este directivo fue el que acudió en representación de la entidad, imputada como persona jurídica en la causa. Y en su declaración dijo que la retirada de la acusación pretendía "romper con todo lo que tenía que ver con el pasado". Además, completó que el banco no quería que Pineda "convirtiera el juicio de Ausbanc en un juicio contra BBVA".

Documento de BBVA.

Por el contrario, el pliego de cargos de BBVA contra Arbizu, al que ha tenido acceso Vozpópuli, especifica que la actuación de este exdirectivo contra Luis Pineda fue "una de las razones por las que la entidad" tomó la decisión de desistir de la acusación particular en el procedimiento. Una determinación, completa Carlos Casas Moreno, que tenía un "riesgo reputacional" para el banco, que había acusado a Pineda de haberle extorsionado con sus publicaciones.

La actuación de Arbizu contra Luis Pineda fue "una de las razones por las que la entidad" tomó la decisión de desistir de la acusación particular en el procedimiento

El documento redactado por Casas Moreno alude a tres hechos concretos para considerar que la actuación de Arbizu fue "negligente", al mismo tiempo que pudo haber concultado "los principios y valores éticos del código de conducta" del banco. Según destaca el directivo, este código interno especifica que ningún empleado "debe llevar a cabo o colaborar con actuaciones ilícitas y poco éticas para defraudar derechos de terceros".

El primer hecho irregular que el banco atribuye a Arbizu es que este exdirectivo tuvo conocimiento de la comida que el expresidente Francisco González mantuvo el 7 de enero de 2015 con el director general de la Policía Ignacio Cosidó, en la que "presumiblemente se trató la estrategia a seguir" contra Ausbanc.

Villarejo

En segundo lugar, BBVA acusa al exjefe de Regulación y Control Interno de estar al corriente de la contratación de Villarejo para investigar a Luis Pineda. Finalmente, también considera que Arbizu fue negligente al permitir que se redactara la denuncia anónima contra el presidente de Ausbanc.

"Incumplimiento relevante"

Arbizu, que pactó su despido, no fue sancionado. Sin embargo, en la resolución del expediente, el banco concluye que su actuación muestra "un incumplimiento relevante del código de conducta del grupo por negligencia profesional al no haber ejercitado sus funciones de control".

Carlos Torres y Francisco González.

La investigación desarrollada por el juez que investiga en la Audiencia Nacional el caso Villarejo, Manuel García Castellón, y la Fiscalía anticorrupción ha desvelado que fue el directivo de BBVA Eduardo Ortega, subalterno de Arbizu, quien redactó una denuncia anónima contra el presidente de Ausbanc. Esta denuncia fue entregada al jefe de seguridad de la entidad, Julio Corrochano, y después al propio Villarejo.

Tanto Arbizu como Ortega están imputados en la pieza 9 del caso Tándem, en la que se investiga la contratación presuntamente irregular del banco al excomisario durante la presidencia de Francisco González por más de 10 millones de euros.

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