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España

El juez archiva la causa contra dos ex empleados de BPA investigados por su relación con el capo ruso Petrov

La Banca Privada de Andorra.

Escuchó las explicaciones que dieron en la Audiencia Nacional el pasado 15 de enero y les resultaron convincentes. Por esta razón, el titular del Juzgado Central de Instrucción Número 6, el juez Eloy Velasco, ha archivado la imputación que pesaba contra dos ex empleados de la Banca Privada de Andorra (BPA), Pablo Laplana y Javier Campos, investigados por su relación con el líder de la mafia rusa en España Andrei Petrov.

En su auto, el juez Velasco considera que no se ha podido acreditar que ambos ex empleados de la BPA favorecieran al ruso Andrei Petrov

Laplana y Campos, que estaban siendo investigados por blanqueo de capitales, tráfico de influencias, cohecho y prevaricación, negaron el pasado mes de enero ante Velasco y los fiscales Anticorrupción, Fernando Bermejo y José Grinda, mantener relación personal con los miembros de la organización liderada por Petrov y, en el caso del ex trabajador Pablo Laplana, negó tajantemente haberse desplazado hasta Rusia tal y como reflejaban las intervenciones telefónicas que forman parte del sumario.

Ahora, en un auto, al que ha tenido acceso Vozpópuli, el instructor sostiene que "de lo actuado no aparece debidamente justificada la perpetración del delito, ya que en el caso de Javier Campos no llegó a asumir las funciones de gestor bancario del señor Petrov que en principio se le atribuían y en el caso de Pablo Laplana tan sólo llevó a cabo estas gestiones de forma muy esporádica".

Roselló continúa imputado

Con estos argumentos, el juez Eloy Velasco decreta el sobreseimiento provisional para ambos ex empleados de BPA aunque acuerda mantener la imputación del ex alto cargo de la entidad, Santiago Roselló. El directivo de la entidad andorrana declaró en la Audiencia Nacional que era normal que la entidad tratara bien al ruso Andrei Petrov ya que apenas había una quincena de clientes que tuvieran depositados 50 millones de euros en el banco. 

El juez mantiene la imputación sobre el alto cargo de BPA, Santiago Roselló, quien en enero negó haberse desplazado varias veces a Rusia para hacer gestiones con la mafia 

Asimismo, el alto cargo de la BPA explicó que entre sus funciones de directivo se incluían las gestiones de 'compliance' de la Banca Privada de Andorra, lo que hizo que antes de captar como cliente a Petrov se pidieran informes a agencias internacionales de detectives y se extremaran los mecanismos de prevención de blanqueo. "Por ningún lado aparecía nada de la mafia rusa ni el cliente aparecía en ninguna lista negra", subrayó Roselló.

Sin embargo, la Fiscalía Anticorrupción sospecha que el directivo se desplazó varias veces a Rusia para reunirse con miembros de la mafia rusa con el objetivo de tratar asuntos relacionados con la misma. En contraposición, el imputado sostuvo que tan sólo se desplazó a Moscú en una ocasión pero para cumplir con los mecanismos de prevención de blanqueo de capitales y comprobar que Petrov poseía industrias en el país ruso, tal y como había informado a la entidad andorrana.

Según los datos conocidos esta semana a raíz de la auditoría independiente realizada por PricewaterhouseCoopers (PWC) hay 1.000 millones de euros de volumen de negocio sospechoso en Banca Privada d'Andorra (BPA), lo que equivale al 19% del volumen total del banco. Según esta auditoría, BPA tenía 923 clientes "presuntamente sospechosos de blanqueo de capitales" que representan el 3% de los casi 29.200 clientes de la entidad. 

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