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España

Trabajo ‘visita’ el Ayuntamiento de Madrid para investigar varias denuncias por acoso laboral

El Palacio de Cibeles, en una imagen de archivo.

Tras varios meses de denuncias internas, soliviantadas todas ellas con un carpetazo, la Inspección de Trabajo ha decidido tomar cartas en un feo caso de acoso laboral que recorre el Ayuntamiento de Madrid. Se trata de una querella ante el Ministerio de Empleo presentada por tres funcionarias del área de Comunicación, cuya plantilla prácticamente se triplicó durante el mandato de Alberto Ruiz-Gallardón (2003-2001), como reconoce uno de los informes internos redactados a partir de la denuncia y que fue, cómo no, archivado.

Agotadas todas las vías consistoriales, las denunciadas acudieron a la Inspección, que por lo pronto ha decidido actuar con más diligencia que los órganos internos. Trabajo lleva entrevistándose con denunciantes y denunciados desde la semana pasada, preguntando por los motivos de la demanda: gritos, puñetazos en la mesa, vejaciones e incluso tirones de pelo. Los denunciados son jefes de este departamento contratados a dedo; la mayoría de los empleados de Comunicación que no son funcionarios mantienen todavía el cargo pese a la política de austeridad emprendida por la sucesora de Gallardón, Ana Botella.

También hay otra clase de imputaciones, como las labores prestadas por funcionarios para actos del PP acaecidos entre 2009 y 2011 y en los que intervino el entonces alcalde Gallardón. Se trata de tareas estrictamente ligadas al Partido Popular que nada tienen que ver con quienes desempeñan su trabajo en la función pública.

Trabajos para el PP

En espera de la contestación de Trabajo, la Inspección General de Servicios, dependiente de la concejalía de Hacienda, ya emitió su propio informe a finales de mayo, en el que reconoce irregularidades pese a archivar la denuncia. “Como consecuencia de las elecciones municipales de mayo de 2003”, dice el texto, “llega un nuevo equipo de Gobierno al Ayuntamiento de Madrid, que, en lo que respecta a la comunicación, significa un redimensionamiento al alza”.

“Los cambios, como reconocen todas las partes, se hacen mal, sin una explicación clara sobre las nuevas funciones sobre el reparto de tareas entre las personas. Y esa confusión, que se ha mantenido en el tiempo, está en el origen del mal ambiente laboral”, continúa más adelante.

Un informe, el de Hacienda, que ayer, precisamente, recogió sus primeros frutos. El Boletín Oficial del Ayuntamiento de Madrid recogía la nueva jornada laboral para los trabajadores del departamento de Comunicación, un cambio motivado por la denuncia de las funcionarias. 

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