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La Atención Primaria estalla: "He empezado a medicarme para aguantar la situación"

La sexta ola de ómicron mantiene en estado de tensión constante a los centros de salud, donde los profesionales hacen horas extra cada día. Muchos médicos de Familia se han visto obligados a anular, 'motu' propio, las vacaciones navideñas

Centro de Salud en Madrid / Europa Press.

Unos comiendo turrón y otros haciendo test de antígenos. Es la Navidad que esperan unos centros de Salud que nunca habían visto tantos pacientes de coronavirus como en esta ola, como confirman trabajadores de los mismos a Vozpópuli. La situación es de extrema tensión desde hace días dada la avalancha de pacientes con síntomas y ha llegado a tal punto que algunos sanitarios han empezado a medicarse para poder aguantar el día a día.

"Estoy tan quemada que he tenido que empezar a medicarme para aguantar la situación. Esto es un chorreo constante de pacientes, de colas y encima cada vez nos tratan peor. Los aplausos se han convertido en insultos hacia nosotros. Yo entiendo que sea frustrante llamar y que nadie coja el teléfono pero, de verdad, si no lo hacemos es porque no podemos", dice María José, encargada covid del Centro de Salud de Potosí, con voz temblorosa.

María Concepción Rodríguez, médica de Familia del centro de Atención Primaria de Aravaca, corrobora que hay compañeros que han pedido la baja por motivos de ansiedad. "Nuestro centro lleva varios días cerrando a las 10 y cuarto en vez de a las 9. La atención a los pacientes covid tiene que ser inmediata porque tienes que solucionar la demanda y nuestro trabajo habitual, en el que vemos otro tipo de patologías, se ha desbordado".

Rodríguez denuncia que los sanitarios de Atención Primaria de su centro están haciendo horas de más cada día sin que se les pague ningún extra. "Ni se pagan, ni se agradecen, vistas las declaraciones de la presidenta Isabel Díaz Ayuso". Esta médico ve en estos momentos a entre 50 y 70 pacientes diarios, cuando lo normal es recibir a 40-45.

En la puerta del Centro de Salud de Potosí, en el madrileño barrio de Hispanoamérica, una señora de tez morena y pelo corto fuma sentada en el alfeizar de un comercio. Trabaja en el servicio de limpieza del centro de Salud: "No he visto nunca tantos pacientes como en esta ola. Los compañeros están bastante desbordados. Se viven momentos de tensión".

Falta de personal

María José corrobora su versión y añade que hace falta, al menos, un 30% más de personal para hacer frente a toda la demanda de pacientes. "Necesitamos dos personas más en Administración, otras dos enfermeras y un pediatra más como mínimo. Estamos hablando de incrementar al menos un 30% la plantilla del centro".

La facultativa del centro de Aravaca también incide en la necesidad de reforzar el número de administrativos, unos profesionales que no suelen aparecer entre las reclamaciones más mediáticas para reforzar la Atención Primaria. "El trabajo administrativo está siendo brutal. Son los que reciben a la gente y solucionan problemas. Se conocen el protocolo al dedillo y son los que van descargando los centros de pacientes y contactos estrechos".

Sin embargo, se produce la situación contraria. La gente coge vacaciones y los contratos temporales covid terminan el 31 de diciembre. Es el caso de la propia María José: "Mi contrato termina en 2022. Faltan 9 días y sigo sin saber si seguiré trabajando aquí, a pesar de la avalancha de casos coronavirus que estamos viviendo. La que nos espera después de Navidad va a ser tremenda".

Sin vacaciones

Varios médicos de este centro han decidido, motu propio, sin orden directa de la Consejería de Sanidad, anular sus vacaciones de Navidad para no dejar solos ante el peligro a sus compañeros. "Son conscientes de que un médico solo no puede hacer frente a esta cantidad de contagios".

El día de la Lotería de Navidad supuso cierto alivio para la Atención Primaria madrileña, una situación que confían que se prolongue tras el cambio en el protocolo para los contactos estrechos covid con pauta completa de vacunación. Estas personas, en caso de dar negativo en un test, no tendrán necesidad de acudir a centros a hacerse más pruebas, valdrá con la que se hayan hecho en farmacia. Aunque esta norma pueda aliviar en cierto modo el trabajo, se compensará con una intensificación de la campaña de vacunación.

Estos sanitarios han mostrado su repulsa a los comentarios de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, sobre la falta de implicación de los trabajadores de los centros de Salud. "La actitud mostrada por Isabel Díaz Ayuso es absolutamente incalificable y, sin duda, contribuirá a incrementar el hartazgo y la desmotivación que cunde entre los profesionales de la Atención Primaria madrileña", apunta en un comunicado la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).

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