Publicado: 10/08/2015 04:00
Cuando se presentó el pasado mes de julio muchos nacionalistas de Convergència Democràtica (CDC) que forman parte del electorado más conservador y liberal en lo económico pensaron que formar parte de una candidatura junto con ERC, entidades sociales como Òmnium Cultural y la ANC con un poso de izquierda radical suponía un “pacto contra natura”. El objetivo común de la hipotética e ilegal independencia de Cataluña los ha unido en la candidatura electoral Juntos por el Sí en la que participan Artur Mas, Oriol Junqueras (ERC) y la encabeza el comunista Raül Romeva. Sin embargo, esta integración no es un camino de rosas placentero y ya ha producido las primeras “fisuras”.
Según ha podido confirmar Vozpópuli en Barcelona de fuentes de la candidatura independentista, los principales motivos de desencuentro y fricción surgen desde el sector más izquierdista y radical de ERC y de las entidades sociales así como de los ecosocialistas de ICV que discrepan en relación a si Artur Mas debe ser o no, siendo número 4 de la lista, investido como presidente si ganan las elecciones y cuál es el porcentaje necesario para declarar la secesión del resto de España.
“La fuerzas de izquierdas somos mayoritarias en la candidatura y es evidente que entre éstas hay muchos militantes que no ven con buenos ojos apoyar a Mas”, aseguran desde Juntos por el Sí
Todavía no se han puesto de acuerdo en el contenido del programa electoral en materia económica, social, infraestructuras, impuestos, sanidad y otros temas vitales para los catalanes, pero las fricciones se están produciendo por limitar el “liderazgo” de Artur Mas a favor de Oriol Junqueras para que sea éste el candidato a presidente. “La fuerzas de izquierdas somos mayoritarias en la candidatura de Juntos por el sí y es evidente que entre éstas hay muchos militantes que no ven con buenos ojos apoyar a Mas cuando ha liderado los recortes sociales en Cataluña en los últimos tres años”, aseguran a este diario fuentes de la candidatura.
En lo único que están de acuerdo –y que todavía no está plasmado en el programa electoral porque no está concluido su contenido- es en la denominada 'hoja de ruta' a seguir si obtienen la mayoría absoluta de 68 diputados (sobre un total de 135 escaños en el Parlamento catalán) y pretenden declarar la independencia de forma unilateral, algo que provocaría la inmediata impugnación por parte del Gobierno de Mariano Rajoy. “El plan hacia la independencia plena de Cataluña pasa por declararla de inmediato, al menos eso es lo que queremos en ERC, para luego entrar en una fase de 18 meses en la que deberíamos negociar con España las condiciones sociales y de la deuda y el traspaso de infraestructuras de transporte vitales para luego aprobar una Constitución catalana y proclamarla en un referéndum”, sostienen las mismas fuentes consultadas.
Esquerra Republicana ha vuelto a dar aire a la idea de una posible retirada de Mas al asegurar que Juntos pel Sí y Catalunya Sí que es Pot –la candidatura de Podemos y de la izquierda que aboga por un pacto postelectoral con los radicales antisistema de la CUP y ERC-, estarían en la obligación de unirse para conformar tras las comisiones un llamado “gobierno catalán de unidad nacional”. ERC tampoco quiere que Artur Mas sea el candidato que renueve a la presidencia de la Generalitat si se inicia ese proceso separatista jurídicamente ilegal.
Romeva aumenta su discurso radical contra “el Estado”
La agresividad y la determinación de la lista Juntos por el Sí se ha visto reflejada en los últimos días con el tono de confrontación con “los españoles y el Gobierno del PP” que utiliza Raül Romeva para apoyar lo que él denomina “la secesión unilateral e inevitable de Cataluña”. Romeva se ha permitido la licencia de alertar al Estado de que el Govern desobedecerá cualquiera de sus intentos por abortar la ruptura con España. “Vamos a por todas, ya no tenemos margen”.
ERC ha vuelto a dar aire a la idea de una posible retirada de Mas al asegurar que Juntos pel Sí y Catalunya Sí que es Pot estarían en la obligación de formar un "gobierno catalán de unidad nacional"
Bajo la única premisa de que la lista separatista de Artur Mas y Oriol Junqueras se imponga tras las elecciones y asumiendo que la independencia se puede proclamar con 68 diputados y no con los dos tercios (más de 90) necesarios para, por ejemplo, reformar el Estatut d’Autonomia, Romeva explica con contundencia que, “si el Estado español bloquea política o jurídicamente al Govern o el nuevo Parlament, Cataluña procederá igualmente a la proclamación de su independencia”. Y añadió: “Que todo el mundo entienda –en España- que esto va de verdad”, amenazó.
El guión de los separatistas hacia la secesión
El guión definitivo establece que, si el 27S vencen las tesis secesionistas, el Parlament aprobará inmediatamente una “declaración solemne anunciando que se inicia el proceso de independencia”. Esta declaración será remitida al Gobierno del Reino de España, las autoridades europeas y la comunidad internacional con el mero objetivo de que se den por enteradas. La lista de Artur Mas no permite la negociación para alcanzar la independencia de Cataluña por una vía acordada con el Estado, como pedían los antiguos socios de Mas de Unió Democràtica (UDC) que concurren en una lista por separado y rechazan la secesión unilateral.
Después, y al margen de la Administración estatal, Cataluña “pondrá en marcha sus estructuras de estado propio e independiente como la Hacienda catalana y un banco público y la gestión íntegra de infraestructuras de transporte y de la policía catalana”. Todo ello bajo la cobertura “legal” de una nueva ley “de transitoriedad que permita mantener vigente el derecho autonómico catalán, el español y el de la Unión Europea”, aseguran los independentistas de Juntos por el Sí.
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