A dos semanas de las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo, La Rioja se ha convertido en uno de los escenarios más abiertos. El último CIS otorga al PP un 39,2% de los apoyos con una horquilla de escaños de entre 14 y 15, mientras que el PSOE quedaría en segundo lugar con el 36,8% de los votos y entre 13 y 14 escaños. Tanto la derecha como la izquierda podrían gobernar la región.
En este contexto, y aunque no se fían de los datos arrojados por la institución dirigida por José Félix Tezanos, los de Santiago Abascal tienen la mirada puesta en su candidato a presidir la comunidad: Ángel Alda.
Abogado, treintañero y sin experiencia política, Alda está llamado a convertirse en el próximo 'Juan García-Gallardo'. Al menos esa es la aspiración de la cúpula de Vox. Precisamente, estudió Derecho en la Universidad Pontificia de Comillas junto al actual vicepresidente de Castilla y León y, según fuentes de Vox, podría contar con posibilidades de convertirse en pieza clave para un gobierno de coalición encabezado por el PP en La Rioja.
Hasta hace un mes, el partido presidido por Abascal daba por perdido este territorio, pero entrados en campaña, aseguran contar con posibilidades de mejorar resultados en los próximos comicios. Un avance que no ven tan claro en la vecina Aragón, Asturias o Canarias. No obstante, aunque el barómetro del CIS asegura la entrada de Vox por primera vez en el Parlamento riojano, al igual que en el resto de cámaras autonómicas, tan solo le da entre uno y dos escaños.
Alda, de gestionar un negocio de Lotería a Vox
"Vox viene a defender ideas y no a buscar sillones. Lo cierto es que nuestra verdadera encuesta está en la calle. Es ahí, y en los pueblos de La Rioja, donde durante estas últimas semanas hemos estado recibiendo el calor de nuestros vecinos", defendió él este domingo en un acto de campaña.
Nacido en Logroño en 1991, Alda comenzó su ejercicio profesional en Madrid como Jefe de Gestión Comercial y Asesoría Jurídica de la Asociación Española de Concesionarios Peugeot (2016) y desde el año siguiente asumió la cogestión de la Administración de Lotería que fundó su abuela en el centro de Logroño en 1973. Al igual que su amigo García-Gallardo, antes de alistarse en las filas de Vox, trabajaba en un negocio familiar. Entre sus aficiones destacan el golf, correr y viajar.
Alda forma parte de la cantera de 'fichajes' jóvenes que Abascal lleva haciendo en los últimos años. El presidente de Vox abrió el casting a una "nueva generación de políticos" tras el aval del éxito de Ignacio Garriga y García-Gallardo en las urnas. El primero se presentó como candidato a la Generalitat cuando acababa de cumplir 35 años y logró irrumpir en el Parlamento catalán con 11 diputados. Mientras que el segundo acaparó 13 escaños en las Cortes castellanoleonesas a punto de cumplir los 31. Macarena Olona también tenía 42 cuando su nombre empezó a sonar para candidata a presidir la Junta de Andalucía.
Fuentes de Vox explican que la juventud de sus candidatos es el reflejo de gran parte de su electorado. Un perfil que choca con el que tenían los miembros originales de la formación
Fuentes del partido explican que la juventud de sus candidatos es el reflejo de gran parte de su electorado. Un perfil que choca con el que tenían los miembros originales de la formación. Corría diciembre de 2013 cuando Vox se registró como partido en el Ministerio del Interior y, un mes más tarde, en enero de 2014, se presentaba públicamente. Nueve meses después, Abascal cogía las riendas de la formación y ocupaba el cargo de presidente. Varios de sus fundadores, entre ellos, Alejo Vidal-Quadras, José Luis González Quirós e Ignacio Camuñas decidían despedirse del proyecto y abandonar la militancia.
José Antonio Ortega Lara y Espinosa de los Monteros permanecen junto a Abascal, aunque en el caso del exfuncionario de prisiones secuestrado por ETA son contadas las ocasiones en las que participa de forma activa en algún acto. Lo hizo en la macrofiesta de Vox en Ifema y también en la recta final de la campaña electoral de Castilla y León, en Burgos, ciudad natal de García-Gallardo. Este tenía seis años cuando Ortega Lara fue liberado tras 532 días en un zulo. Lo que queda del origen de Vox y las nuevas incorporaciones se unían para clamar el voto en los comicios castellanoleoneses y lo hacen ahora en algunos de los actos para el 28-M. Entre los asistentes, suele figurar un buen puñado de jóvenes de las generaciones de Oliver y Benji, Pokémon y Digimon.
Hábiles para trasladar sus debates e intervenciones parlamentarias a Twitter, YouTube, Instagram y TikTok y con eventos a pie de calle como 'Viva 21' y 'Cañas por España', los de Abascal tratan de ampliar sus bases y dirigirse a los millones jóvenes sumidos en la desafección política.
Un día después de las elecciones de Castilla y León, García-Gallardo protagonizó su primera rueda de prensa en solitario el mismo hotel de Valladolid donde se celebró la noche electoral. Esta vez sin la tutela de Abascal. Fue entonces cuando resaltó la importancia de representar a "una nueva generación de líderes que empieza a llegar a la política". Un papel que su amigo Alda busca replicar en La Rioja, aunque con más dificultades a tenor de la demoscopia.
