Andalucía

Andalucía impulsa la tradición floral con San Valentín

Andalucía lidera la producción de flor cortada en España, pero el sector enfrenta retos como la caída de ventas, la falta de ayudas y la competencia extranjera

  • Rosas. -

“Si te hablo de fresas, piensas en Huelva; si te menciono el vino, piensas en Jerez, ¿pero si hablamos de flores? La gran mayoría no sabe decirte un lugar, y mira que somos una potencia. Sobre todo, una desconocida”. Este es el testimonio de Luis Manuel Rivera, responsable de flor cortada en COAG Andalucía y floricultor de Chipiona (Cádiz), zona líder a nivel local, nacional e internacional en su sector. Rivera ultima los detalles antes de una de las grandes fechas para la floricultura de Andalucía: San Valentín. En el calendario viene bien marcado, aunque más por la tradición de lo que supuso que por las ventas que pueda generar en el sector un día como el de hoy.

Esta cita, cuestionada por no pocos debido a su carácter consumista más que romántico, con el paso de los años se ha convertido en una jornada en la que fácilmente podemos caer en un gasto excesivo de dinero. De hecho, la Asociación Española de Consumidores apunta a que gastaremos una media de 93,48 € este 14 de febrero. ¿En qué exactamente? Un 78% de los encuestados por este organismo, y que sí celebrarán este día, lo harán cenando en algún restaurante. Por otro lado, solo el 5% elige agasajar a sus parejas con flores.

“Desde hace unos años, para el Día de los Enamorados se regalan viajes, cajas de bombones o cenas, entonces es normal que estemos en un segundo plano, aunque todo el mundo sabe que, para ir a una cena romántica y entrar con buen pie, tienes que llevar un buen ramo de flores”, comenta Rivera.

Antes, San Valentín podía suponer hasta el 20% de las ventas anuales de los floricultores como Luis; ahora, ese porcentaje ha descendido hasta casi el 15% en los últimos diez años. Aun así, llegan a este 14 de febrero con una recolección que no da para lanzar cohetes, pero que se encuentra en niveles óptimos.

Los retos del sector

Son numerosos los obstáculos que enfrenta la floricultura en Andalucía, la principal comunidad autónoma productora, con casi el 58% de la superficie de cultivo nacional. Dentro de la región, destaca la provincia de Cádiz (65%) y Sevilla (16%).

La pandemia afectó profundamente a las explotaciones de la Costa Noroeste gaditana (Chipiona, Rota, Sanlúcar), provocando la caída drástica de las ventas nacionales y de exportación a países como Inglaterra, Francia o Italia de la noche a la mañana. Algunas de estas pequeñas fincas, de donde salen las flores para las tiendas o los adornos de los palios, tuvieron que cerrar irremediablemente. Otras sustituyeron sus cultivos con la siembra de productos como hortalizas o frutas, gracias a su mayor rentabilidad. Quienes lograron resistir la crisis se vieron obligados a reducir la extensión destinada a las flores, pasando de 500 hectáreas disponibles a las 300 actuales.

A partir de ahí, surgen los problemas más comunes que enfrenta el campo actualmente, como la falta de relevo generacional. “Nadie quiere dedicarse al campo”, lamenta Rivera. Y eso que hablamos de negocios que generan empleo en una de las zonas con más paro de España, donde la tasa de desempleo al cierre del cuarto trimestre de 2024 fue del 20,97%, la más alta de Andalucía.

A pesar de ello, la floricultura no se detiene ni día del año. Siempre hay siembra y recolecta. Solo se considera “temporada” en fechas importantes como el Día del Padre, el Día de la Madre, Todos los Santos, bodas, bautizos y comuniones. A esto se suma la poca rentabilidad de la producción mientras los costes siguen creciendo, especialmente en los cultivos de invernadero.

La competencia desleal de terceros países también supone un gran problema. Israel, Kenia o Colombia exportan a España productos cultivados con químicos prohibidos en la UE. De hecho, la rosa, la flor más vendida para San Valentín, ha dejado de cultivarse en Andalucía porque ahora proviene en su mayoría de Ecuador.

“Asumimos los costes a pulmón”

Otro de los grandes problemas del sector es la falta de apoyo institucional. “No recibimos ninguna ayuda, ni PAC ni nada”, denuncia Rivera. Solo hubo una subvención hace un año por parte de la Junta de Andalucía para los floricultores de Cádiz, Sevilla y Huelva afectados por la borrasca Bernad a principios de 2024.

Si no hay apoyo económico, los floricultores deben asumir todos los gastos. José Luis García Pineda, dueño de Flores de Lebrija (Sevilla), explica que, para poder mantener la producción durante todo el año, dispone de instalaciones con seis invernaderos totalmente climatizados, equipados con calefacción, agua caliente y calderas de biomasa, con todo lo que ello implica en costos de mantenimiento.

¿Qué flores regalar?

A pesar de las dificultades económicas, geopolíticas y climáticas, San Valentín sigue siendo una fecha en la que regalar flores aún se considera un gesto romántico. Además de las clásicas rosas, que siguen siendo las preferidas por amplia diferencia, Luis Manuel Rivera recomienda otras opciones como las paniculatas, los bouquets, los crisantemos, los lirios orientales o el solidago.

Por San Valentín, regala flores, no bombones”, concluye Rivera.

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