Los dibujos de Julio, fallecido en 2019 por leucemia, estaban en Málaga

El pasado martes, Pili, la madre de JuliOne, que así se le conocía en redes, pedia ayuda para encontrar una carpeta con los dibujos del pequeño. El marido de Pilar y padre de Julio los había llevado para un tema benéfico y los había dejado sobre el techo de un coche que se encontraba aparcado en una calle del barrio de la Macarena, cuando se acordó fueron corriendo pero el coche ya no estaba allí y no había ni rastro de la carpeta. Entonces, esta madre coraje se negaba a perder lo último que le quedaba de su pequeño, inició una campaña en Redes Sociales que fue compartida por miles de sevillanos y por el alcalde y miembros de la corporación municipal.

Sin embargo, los dibujos que toda Sevilla buscaba desde el martes estaban en Málaga y en la mañana de este domingo han sido entregados a estos felices padres. Alejandro, que así se llama el malagueño que ha devuelto la sonrisa a estos padres sevillanos, es el dueño del coche donde el padre del fallecido Julio Rosa, dejó la carpeta. Se puso en contacto con el padre del pequeño, a través de Instagram para asegurarle que era el dueño del coche y que tenía los dibujos del pequeño.

Falta por aparecer el portafolio del pequeño con más dibujos pero la alegría de estos padres es inmensa. Pili ha querido agradecer públicamente en sus redes sociales y compartir la alegría de haber recuperado una parte de su pequeño gran tesoro. “Estamos muy muy felices de haber encontrado una parte de los dibujos perdidos de mi niño. Estamos eternamente agradecidos, sin vds, no hubiese sido posible. Aún sigue perdida la carpeta transparente repletas de portafolios”.

Sin duda, una gran noticia y un motivo de satisfacción para todos aquellos que habían hecho suya esta búsqueda. El baño de solidaridad ha servido como homenaje a Julio, recordando su figura y la de sus padres que siguen aportando su granito de arena en toda la lucha contra la leucemia, el cáncer infantil y siguen promoviendo la donación de médula. Ese amor incondicional de sus padres y de toda Sevilla ha obrado el milagro de que hayan aparecido a unos cientos de kilómetros estos dibujos. Ya solo queda localizar el portafolio con el resto, pero se ha conseguido ya algo muy importante.