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España

Cospedal formará junto a González Pons, Arenas y Vera el núcleo duro del partido

El futuro organigrama popular no diferirá demasiado del actual, muy apoyado en su secretaria general, María Dolores de Cospedal, y en unas vicesecretarías que asumirán el trabajo del día a día con algunas variaciones. Javier Arenas y Esteban González Pons seguirán de vicesecretarios, tal y como informó Vozpópuli.  Todo apunta a que el primero continuará al frente de las políticas territoriales del Partido Popular, al menos hasta que se celebren la elecciones andaluzas, el próximo 25 de marzo. Necesita salir de este congreso reforzado, con el mensaje claro de que tiene a todos sus compañeros de partido detrás para enfrentarse a una consulta electoral de la que ya parte como claro favorito.

Incluso no es descartable que Arenas prosiga como vicesecretario aun en caso de que sea el nuevo presidente de la Junta de Andalucía, y actúe a modo de contrapoder de Cospedal. Se daría la paradoja de que dos de los cargos más importantes de Génova recaen en presidentes de Comunidad autónoma. En cambio, Rajoy no desea tener a ministros en el organigrama popular, lo que dejaría fuera a la todavía vicesecretaria de Organización y Electoral, Ana Mato, actual ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Eso sí, gracias a un cambio estatutario los ministros con carné se convertirán en miembros natos de la Junta Directiva Nacional, que es el máximo órgano entre partidos.

El XVII congreso de los populares, --que como el del PSOE de hace quince días, también se celebra en Sevilla--, arrancó ayer con pocas incógnitas, pero una de ellas ha sido, sin duda, el futuro inmediato de Esteban González Pons. Descabalgado del Gobierno y de la portavocía del Grupo Popular en el Congreso de los Diputados, todo apunta a que el valenciano se hará cargo de una vicesecretaría política, desde la que llevar la voz del partido allí donde no llegue la presidenta de la Junta de Castilla-La Mancha.

En puridad no sería el número tres del organigrama popular porque el trabajo interno de las responsabilidades de Organización no recaerían en él, sino en el diputado Juan Carlos Vera, ascendido, con toda probabilidad, a vicesecretario del partido. Vera es un veterano de Génova que se conoce como nadie los entresijos de las siete plantas del partido y de la estructura en toda España. Ha trabajado de la mano de los secretarios generales y responsables de Organización desde la época de Francisco Álvarez-Cascos y es trabajador incansable. Eso sí, su perfil es más técnico que político porque, aunque no se lleva mal con la prensa, huye como del diablo de la exposición pública.

Se trata del ascenso de alguien de la casa. Lo mismo que se pretendió con el nombramiento de José Antonio Bermúdez de Castro al hacerle secretario del Grupo Popular en el Congreso. Vera es, en la ejecutiva que hoy entra en funciones, coordinador de Organización y Bermúdez de Castro de Electoral.
Arenas, González Pons y Vera constituirán, junto a Cospedal, el núcleo duro de Génova a falta de la última palabra de Mariano Rajoy, más hermético que nunca. Porque distintas fuentes consultadas por este medio no descartan que el número de vicesecretarías se amplíe y pueda haber alguna más de carácter económico o social, o que convivan secretarías políticas, sin tarea encomendada concreta, y otras ejecutivas.

Incorporaciones y descartes

En cuanto a incorporaciones nuevas, se da por segura la del que fuera mano derecha de Alberto Ruiz-Gallardón en el Ayuntamiento de Madrid, Manuel Cobo, que puede ocupar alguna responsabilidad en el área de política municipal. En cambio, parece descartado el salto de la presidenta del PP de Cataluña, Alicia Sanchez-Camacho, al organigrama popular, tal y como se había especulado en las últimas fechas.

Se amplía además el abanico de los posibles responsables del área económica. El ministro de Hacienda y de Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, propuso para esta área el nombre del actual responsable de la Oficina Económica de Moncloa, Álvaro Nadal, pero en el entorno de Rajoy teme que esa doble condición indujera a error respecto a si habla en nombre del Gobierno o del partido. La portavoz del PP en la comisión de economía de la Cámara Baja, Elvira Rodríguez, era otra opción pero su nombre se baraja ahora para ir al Tribunal de Cuentas, pendiente de renovación. Otro es Juan José Güemes, que fuera consejero de la Comunidad de Madrid y que se deja ver por los pasillos del congreso popular. También se dejó ver el que fuera miembro de la terna madrileña junto a Esperanza Aguirre e Ignacio González, Francisco Granados, hoy diputado de base en la cámara madrileña.

A las incógnitas sobre el reparto de cargos se unen las presiones que ejercen los barones territoriales, a la sazón, prácticamente todos presidentes de Comunidad, para no dejar de tener, al menos, la misma representación que tienen ahora en el comité ejecutivo nacional del partido. Ya alguno se le ha podido escuchar que "por mis narices no voy a tener menos de cinco representantes". Todos ellos han presentado sus peticiones a Rajoy, porque, además del reparto de cuotas de poder interno, necesitan presentar como un éxito en sus respetivos territorios los resultados de este cónclave. Quienes sí entrarán seguro en la dirección del partido, aunque sin responsabilidades orgánicas, son los presidentes del Congreso y Senado, Jesús Posada y Pío García Escudero respectivamente, dado que una cambio estatutario los convierte, en razón de su cargo, en miembros natos de la misma.

Rajoy pronunciará hoy su discurso de presentación de candidatura y desvelará en todo o en parte quiénes formarán su equipo para los próximos tres años, hasta el siguiente congreso. Fiel a su estilo ha intentado mantener la incógnita casi hasta el último momento, a pesar de que su cena de este viernes con Cospedal, Arenas, González Pons y Soraya Sáenz de Santamaría contribuyó, otra vez, a desatar las especulaciones.
 

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