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España

El juez acusa a Ruiz-Mateos de utilizar Nueva Rumasa para su propio beneficio

La Audiencia Nacional ha levantado parcialmente el secreto de sumario del caso Nueva Rumasa. Según se recoge en el auto, el dinero del conglomerado empresarial, gran parte procedente de los inversores, sirvió para inyectar liquidez a las empresas de Nueva Rumasa, devolver parte de los intereses de los pagarés que iban venciendo, pagar las hipotecas de los hijos varones de José María Ruiz-Mateos, aportar capital a las sociedades patrimoniales de toda la familia y para mantener su alto nivel de vida.

El auto señala que las empresas de Nueva Rumasa "sufrían un situación de extrema falta de liquidez", provocada por la gestión de caja de las empresas por parte de la familia. Para paliar esta situación, "idearon la emisión de pagarés, pero el resultado les sobrepasó, dada la enorme demanda que generaron y a sabiendas de la complicada situación en la que se encontraban sus sociedades y de las enormes dificultades que tendrían el día de mañana para poder responder a los intereses y el principal invertido".

El texto explica que, en principio, las empresas pudieron cumplir con sus obligaciones respecto a los intereses y la devolución del principal", muy probablemente gracias a un efecto piramidal; los nuevos inversores pagaban los intereses de los antiguos con sus aportaciones y cuando llegaba la fecha de recuperar el principal eran convencidos para reinvertir.

Pagos en 'B'

En el auto se indica que, con una campaña publicitaria que no reflejaba fielmente la realidad de la inversión, Nueva Rumasa logró captar, según los datos aportados por los Ruiz-Mateos, a 4.110 inversores, que destinaron 337,37 millones de euros a las 13 emisiones de pagarés que se efectuaron.

Los listados detectados, en los que figuran nombres en clave para identificar a los inversores, hacen sospechar que probablemente hubo ciertas cantidades entregadas en dinero en efectivo o en 'B', y por lo tanto no fueron declaradas debidamente ante la Hacienda Pública.

La investigación policial recoge un total de 716 nombres de diferentes "clientes" o inversores, y un montante efectivo líquido invertido por este concepto, que ascendería a 146,63 millones.

Según se recoge en el texto, Bardajera, la sociedad que gestionaba la caja única oficial de Nueva Rumasa, recibió desde su constitución y hasta el 15 de abril de 2011 más de 673 millones de euros del resto de sociedades del conglomerado empresarial, gran parte de ellos procedentes de los inversores de pagarés. Además, desde las cuentas de Bardajera se sacaron en efectivo 78 millones de euros de los que se desconoce su destino final.

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