Quantcast

España

Un euro endeble ayudaría más a España e Italia que a Alemania

Alemania es líder de los países exportadores en Europa, pero no se beneficia tanto de las ventajas de un euro débil. De hecho, los que aprovechan más la pérdida de valor de la moneda común son los países periféricos de la zona euro, los de economías perjudicadas.  

Las cifras de las exportaciones de los países europeos en 2011 han sorprendido por su vigor: en noviembre de 2011 la zona euro registraba un excedente del comercio exterior de 6,9 mil millones de euros, comparado con un déficit de 2,3 mil millones de euros en octubre de 2010. Unas cifras que esconden grandes disparidades entre Alemania, donde las exportaciones aumentaron un 8% en 2011, y otros países como España, cuyas exportaciones se incrementaron en un 16%.  

Tampoco ese aumento es inesperado: desde su auge en mayo de 2011, el euro ha bajado prácticamente un 12%, de 1,45 dólares a 1,31 en febrero de 2012. Más competitivo, el euro permite a los países que producen bienes de menor valor, o sujetos a precios fluctuantes, aprovechar una mejor demanda en sectores como la agricultura o el textil. Para España, Italia, Irlanda o Grecia, es un alivio bien recibido en tiempos difíciles. Por el contrario, Alemania vende fuera productos manufacturados y máquinas, que no cambian mucho de precio y tampoco sufren gran competencia.

El 30% de las exportaciones europeas son alemanas

Alemania, representando casi el 30% de las exportaciones de la Unión Europea, tendría que ser el ganador obvio de un euro débil, añadiendo que el 60% de sus exportaciones se dirigen a países fuera de la zona euro. Pero aun así, los rendimientos alemanes dependen mucho menos de las fluctuaciones del euro que los de España o Italia. De hecho, un euro fuerte tiende a deprimir el comercio de esos países y una divisa endeble lo fortalece. Los consumidores o las empresas seguirán comprando coches Mercedes incluso si sus precios aumentan un 10%. En el caso de productos agrícolas o textiles, el menor cambio de precio significa una pérdida terrible de competitividad.

Se estima que, debajo de 1,30 dólar, el euro podría dar un 0,5% de crecimiento a la zona euro. Desde que el euro lo ha alcanzado, en diciembre, Italia ha conseguido su primer superávit comercial con países no europeos desde 2009. Pero la competitividad no sólo depende del valor de la divisa.

Competitividad débil de los países periféricos

Las exportaciones de los países periféricos de la zona euro todavía forman un porcentaje reducido del PIB. En 2010, las exportaciones representaban el 26% de la economía española y el 27% de la italiana, cuando en Alemania las exportaciones constituyen el 47% de su PIB. España y otros países europeos, incluso con un euro más débil, tampoco han podido mejorar su competitividad y reducir sus costes, según datos publicados en enero por el BCE.  

Desde la introducción del euro, solo Alemania y Finlandia ganaron competitividad, el 10% y el 7,5% respectivamente, mientras Grecia perdió un 8,4% y España un 9,1%, equiparable a las pérdidas de Portugal e Irlanda.

A día de hoy, depreciar la moneda común debajo de 1,30 dólares representa una esperanza para que el euro siga siendo realidad. Podría también hacer de la consolidación fiscal un éxito en España, Grecia, Italia o Portugal. Mejorar las exportaciones limitaría los efectos del estancamiento económico que se prevé en 2012, las medidas de austeridad y los costes de la deuda pública.

Es, en substancia, el mensaje que envió Herman Van Rompuy, presidente del Consejo Europeo, a la Eurocámara: “La reciente reducción del tipo de cambio es útil a corto plazo” dijo, añadiendo que “la estabilidad financiera es una condición necesaria pero no suficiente para la recuperación económica. Tenemos que hacer más.” 

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.