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Pal Sarkozy, padre del presidente francés, recorre el mundo con su pintura (y su apellido)

Pal Sarkozy tiene 83 años, un porte enérgico y una figuración mediática nada despreciable. De tanto en tanto,  sale de Ibiza -donde pasa largas temporadas- y se da un paseo por los tabloides alemanes o franceses, ya sea para hablar de su pintura o para confirmar el embarazo de su nuera Carla Bruni, primera dama de Francia y esposa de su hijo, el presidente Nicolás Sarkozy.

Hace poco menos de dos semanas, Pal Sarkozy clausuró una exposición dedicada a sus pinturas en  la Galería de las Misiones, en Punta del Este, Uruguay. La galería, que está especializada en la promoción de artistas uruguayos con énfasis en el constructivismo de Joaquín Torres García y la Escuela del Sur, exhibió un conjunto de lienzos del padre del presidente francés, quien en esos mismos días había incluído a Uruguay en una lista de paraísos fiscales.

La exhibición llevaba por título Something familiar, something strange (Algo Familiar, Algo Extraño) y reunía  una serie de piezas realizadas por Sarkozy  junto al artista plástico alemán Werner Hornung, con quien  ya ha exhibido sus pinturas en España, Rusia y Japón.

Lo más curioso es que la idea se originó en Madrid, ciudad en la que el padre de Nicolás Sarkozy expuso hace unos años,  en La Casa de vacas, unas 35 obras. La exhibición, titulada Pal Sarkozy & Werner Hornung. Out of Mind, fue comisariada por Alicia Viladomat e inaugurada por Alberto Ruiz Gallardón, primo de Cecilia Ciganer-Albeniz, ex nuera del propio homenajeado.

Tanto el padre de Sarkozy como el galerista uruguayo Pablo Pedronzo, dueño de la Galería de las Misiones,  coincidieron en que sería una buena idea armar una exposición en José Ignacio (Punta del Este, Uruguay) para fin del año pasado. Y así ocurrió.

¿Pinta el padre del presidente Sarkozy?
Su afición a la pintura no es nueva, pero sí algo tardía. Nacido en Budapest, en el seno de una familia aristocrática, la invasión stalinista le obligó a exiliarse a Francia donde llegó con veinte años y sin un solo centavo.

A los 27 años, Pal Sarkozy había fundado ya su propio estudio orientado al dibujo publicitario. Trabajó para grandes marcas como Dior y L’Oréal. A pesar de haber hecho carrera en ese país, Pal Sarkozy nunca se nacionalizó francés.

Su estilo ha sido definido por el diario francés Le Fígaro como un "nuevo surrealismo en el que se mezcla el erotismo y lo onírico". El propio Pal Sarkozy las llama "arte 2.0" o realismo decandente. El retrato parece su fuerte, de hecho, en la muestra que presentó en Madrid en 2008, exhibió  un cuadro en el que aparecía Nicolas Sarkozy con un pendiente en la oreja, del que colgaba la Legión de Honor Francesa.

Asombrado ante la pieza, en ese enonces el propio Alberto Ruiza Gallardón, entonces alcalde Madrid y ahora ministro de Justicia, manifestó que la obra del padre de Sarkozy le parecía una "deformación bellísima de la realidad".

El diario británico The Guardian es bantante menos entusiasta. Las reseñas de Pal Sarkozy publicadas por esa cabecera cuestionan sin embargo la sospecha de que el artista hace lobby cultural a expensas del nombre y la celebridad de su hijo.

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