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Unnim, la bisagra para la fusión entre Ibercaja y Banca Cívica

Ibercaja necesita ganar tamaño; Banca Cívica, un socio de futuro. En medio, aparece Unnim. La entidad nacionalizada se ha convertido en la bisagra de la fusión entre la caja aragonesa y la unión liderada por Caja Navarra y Cajasol. “Ibercaja está interesada en Unnim como estrategia para una operación de mayor calado”, aseguran fuentes del sector. El mismo razonamiento se sostiene desde los despachos de la entidad aragonesa.

La compra de Unnim reportaría a Ibercaja cerca de 29.000 millones en activos. El grupo rondaría así los 75.000 millones. Un tamaño insuficiente para lo que reclama el mercado, pero sí suficiente para no sentirse en desventaja en la integración con Banca Cívica, que cuenta con casi 72.000 millones en activos. Esta unión a tres bandas superaría los 150.000 millones en activos, niveles similares a los del Popular, tras la compra del Pastor, y Sabadell, con la adjudicación de la CAM.

Las negociaciones entre Ibercaja y Banca Cívica están muy avanzadas, según ha podido saber Vozpópuli. De hecho, aunque como reconocen distintas voces en el sector financiero, “todo el mundo está hablando con todo el mundo en estos momentos”, la entidad coopresidida por Enrique Goñi y Antonio Pulido entiende que la unión con Ibercaja es más sencilla que la posibilidad de unión con las cajas vascas.

Ibercaja y Banca Cívica, por separado, tras un interés inicial de las cajas vascas, fueron las dos entidades que estuvieron más cerca de cerrar un acuerdo de compra con Unnim, antes de su nacionalización por el Banco de España por tan solo un euro. Las negociaciones no fructificaron entonces puesto que ambas entidades entendieron que la nacionalización de Unnim les podría reportar algún tipo de protección como contrapartida a su compra.

Así sucederá en estos momentos. A pesar de que el Banco de España sólo había concedido un Esquema de Protección de Activos (EPA) para las entidades intervenidas, este esquema se trasladará a los procesos de adjudicación de Unnim, CatalunyaCaixa y Novagalicia, nacionalizadas mayoritariamente. Así se lo han solicitado las entidades compradoras al Banco de España. En caso contrario, como admiten desde algún banco, alguna subasta podría quedar desierta.

¿Quién manda en esa fusión?
El hecho de que Banca Cívica sea una entidad cotizada facilita el proceso de fusión. “Poder comprar y negociar con las acciones agiliza el proceso para integrarse con Banca Cívica”, admiten desde el sector.

Esta ventaja choca con un gran inconveniente: El liderazgo de la nueva entidad. La fusión de Caja Navarra, Cajasol, Caja de Burgos y CajaCanarias en Banca Cívica obligó a la creación de una copresidencia: Goñi (Caja Navarra) y Pulido (Cajasol). Precisamente, esta situación obliga a Amado Franco, presidente de Ibercaja, a llegar a las negociaciones en una situación de tamaño similar al de Banca Cívica.

“Si no fuera así, tanto Goñi como Pulido no dejarían que les pudieran plantear un cambio en la composición de la presidencia”, explican desde un banco de inversión. “Ibercaja está en una posición ventajosa, por su menor exposición a los activos inmobiliarios, y es consciente de que su comodidad, en cuanto a solvencia, es sinónimo de contar con poder en las decisiones”, aseguran estas mismas fuentes.

La entrada de Ibercaja en Banca Cívica podría suponer un cambio en el equilibrio de poder entre Goñi y Pulido. “Ibercaja pedirá un solo interlocutor. Si no hay acuerdo entre los dos copresidentes, es más que probable que la entidad aragonesa acercase postura con Caja Navarra”, aseveran fuentes conocedoras del proceso.

Unnim está actualmente en proceso de venta por parte del Banco de España. La primera fase de ofertas no vinculantes acabará el próximo 13 de enero, proceso al que se espera quse presenten media docena de entidades. La adjudicación definitiva estará cerrada a lo largo del próximo mes de febrero.

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