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España

Rajoy estudia cambiar Rabat por París en su primer viaje exterior como presidente del Gobierno

Una tradición no escrita dice que el primer viaje de un presidente del Gobierno de España tiene que ser a Rabat (Marruecos). Un gesto de deferencia con nuestro vecino del Sur por muchos motivos, tanto económicos, como geoestratégicos y de seguridad. Pero Mariano Rajoy parece que no tiene puesta la mirada hacia el Estrecho sino hacia los Pirineos, hacia Francia, porque es París y no Rabat posiblemente el primer destino internacional una vez sea investido presidente del Gobierno, según ha podido saber Vozpópuli.

Rajoy está obsesionado con el papel de España en Europa y con la necesidad perentoria de buscar socios. El presidente del Gobierno saliente, José Luis Rodríguez Zapatero, ha sido incapaz de tejer ninguna alianza política, ni tampoco una relación personal con otros dirigentes europeos que nos permita tener más voz, más peso, más predicamento, en la complicada política de la Unión. Zapatero se despide del Ejecutivo sin su Helmut Kohl (con quien Felipe González entabló una estrecha amistad) ni con su Tony Blair o Nicolás Sarkozy (en este caso, amigos de José María Aznar. De hecho, Aznar visitó al presidente de la República francesa hace cosa de mes y medio). La tan proclamada vuelta al "corazón de Europa" que vendieron los socialistas tras la política atlantista de Aznar (también íntimo de George Bush), al final se quedó en poca cosa.

El PP lleva meses trabajándose el Elíseo. Miguel Arias Cañete, Jorge Moragas y Álvaro Nadal han sido los emisarios de Rajoy antes de las elecciones. El próximo presidente del Gobierno tuvo ocasión de entrevistarse con el mandatario francés la pasada semana durante el congreso del PPE, celebrado en Marsella, previo a la celebración del último Consejo Europeo, pero ahora su equipo plantea una entrevista más a fondo que permita ir visualizando por dónde van a ir los tiros de la Política Exterior de la Administración Rajoy.

Supone, sin duda, una ruptura con respecto a las Relaciones Internacionales de Aznar, que acabaron volcadas hacia Gran Bretaña y Estados Unidos, plasmada en esa famosa foto de las Azores con la que se anunció el apoyo, la implicación de España en la invasión de Irak. "Nada de Cameron y Obama, lo justito", señala un dirigente del PP muy gráficamente a la hora de retratar la disponibilidad de Rajoy hacia los antiguos 'socios'.

Estrategia conjunta

En cuanto al resto de Europa, Italia no es ahora buena compañera de viaje, y Alemania, con la todopoderosa Angela Merkel, se antoja mucho menos sensible a las necesidades financieras y económicas de nuestro país que Francia, según el análisis de los populares. De hecho, en los aledaños del próximo inquilino de la Moncloa, indican que "ya llevamos tiempo con una estrategia conjunta para el presupuesto europeo, los eurobonos, la regulación financiera y el papel del Banco Central Europeo". Hasta parece haber coincidencia en el que ha sido uno de los caballos de batalla tradicionales entre España y Francia: la Política Agraria Común (PAC).

Los medios consultados se preguntan dónde está establecido que tenga que ser Marruecos el primer destino del presidente del Gobierno y del Ministro de Exteriores. Pero tanto Aznar, como Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero se avinieron a esa 'tradición', lo que no presupone unas buenas relaciones con el vecino del Sur. De hecho, durante la etapa de Aznar hubo muchos y sonoros enfrentamientos que acabaron no pocas veces con la retirada de embajadores y hasta con la invasión, por parte de Rabat, de la isla española de Perejl.

No obstante, el PP de Rajoy ha cuidado sus relaciones con Rabat, hasta el punto de que recibió una invitación de Mohamed VI para que visitara Marruecos antes de las elecciones generales.

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