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España

El diputado batasuno Errekondo y Urdangarín compartieron triunfos y derrotas

¿Qué tienen en común el diputado de Amaiur Xabier Mikel Errekondo y el esposo de la Infanta Cristina, Iñaki Urdangarín? La pregunta puede resultar soprendente, pero ayer fue una de las comidillas durante la sesión de constitución del Congreso de los Diputados. En un momento en que el yerno del Rey está en todos los medios de comunicación por su presunta implicación en una pieza separada del caso Palma Arena, ayer fue objeto de comentarios pero por otras razones, éstas deportivo-políticas.

Y es que el batasuno, el mismo que defiende la independencia de Euskalerría --y que en una comparecencia en la Cámara Baja habló de las "cuatro provincias del Sur" para referirse a Navarra, Álava, Vizcaya y Guipúzcoa--, fue jugador de la muy españolísima selección de balonmano junto a Urdangarín, con el que compartió equipo en la mundial de 2003.  "No ganamos nada", confesó Errekondo no sin cierta pesadumbre ante un grupo de periodistas interesados por el devenir deportivo del nuevo diputado. A tenor del tono de sus palabras no parece que se llevara mal con el esposo de la infanta Cristina, aunque queda en el aire si comentará esta relación a Su Majestad el Rey el día en que los diputados de Amaiur acudan a Zarzuela a entrevistarse con el jefe del Estado.

Posiblemente después de conocerse las declaraciones del jefe de la Casa del Rey, Rafael Spottorno, no se le ocurra sacar el tema a colación. Y es que todavía resuenan las palabras que Spottorno vertió en su encuentro del pasado lunes con los periodistas especializados en seguir la información de la Corona. Le preguntaron si Urdangarín seguía formando parte de la Familia Real al quedar apartado de las actividades públicas de la misma. La respuesta fue demoledora: "es como cuando alguien tiene un hijo. Se le puede querer más o menos, o parecer más o menos tonto, pero no pude dejar de ser tu hijo".

También dijo que la conducta del esposo de la Infanta Cristina no había sido ejemplar. Dos y dos son cuatro. Si esto viene de Spottorno casi, casi, es como si lo dijera Don Juan Carlos.

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