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España

El futuro gobierno de Rajoy estudia crear una Oficina de Reformas

Al día siguiente de su investidura Mariano Rajoy deberá lanzar sus primeras medidas. Se tratará básicamente de la puesta en marcha de un programa de reformas estructurales, la mayoría de las cuales se deberán realizar en el transcurso de los 100 primeros días de su mandato. Para ello se creará, según fuentes del PP, una Oficina de Reformas que garantice, agilice, y coordine la ejecución de las nuevas medidas que se implementen, con un foco especial en los resultados.

Fuerte escrutinio público y corto período de gracia

La compleja situación macroeconómica, el hartazgo de los ciudadanos, la transversalidad de los problemas, y las movilizaciones sociales van a dar muy poco margen de maniobra y de error al nuevo gobierno. El ejecutivo entrante estará sometido a un fuerte escrutinio público, y, de hecho contará con un corto período de gracia. Por ello será necesario un elevado grado de coordinación, así como una velocidad de decisión y ejecución mayor a la inicialmente asumida.

La semana pasada se presentó el informe elaborado por Fedea y McKinsey & Company "Cómo poner en marcha un programa de reformas estructurales: La experiencia Internacional”. En él se propone adoptar mecanismos de gestión distintos, tomando como referencias modelos de cambio estructurales llevados a cabo con éxito en diferentes países. En todos ellos aparece como denominador común la creación de una Oficina de Reformas.

El futuro ejecutivo de Rajoy, teniendo en cuenta distintas experiencias internacionales exitosas, planea la creación en nuestro país de una Oficina de Reformas.

Esta Oficina, como guardián de la visión y del plan que unifica todo el programa de reformas, tendrá tres funciones específicas. Por un lado, facilitará la ejecución de las iniciativas. Por otro lado, velará por el cumplimiento del plan de reformas. Por último, generará los informes para la comunicación exterior.

Facilitar la ejecución de las iniciativas

En el caso español esta Oficina de Reformas, que debería estar centralizada, serviría de apoyo a los distintos ministerios en temas transversales. Por ejemplo, las políticas de desempleo deberían involucrar a Economía, Trabajo, y Educación, y la Oficina de Reformas facilitaría la coordinación entre ellos.

En el caso de que se cree una nueva entidad, que no exista previamente, la Oficina lideraría las iniciativas hasta que puedan ser delegadas a dicha entidad. Un ejemplo de nueva entidad sería la central de compras para el sector público creada en Francia.

La Oficina además deberá ayudar a acciones concretas, apoyando a determinados ministerios en la ejecución de iniciativas específicas.

Seguimiento del plan de reformas y comunicación exterior

La Oficina deberá velar por el cumplimiento del plan mediante un seguimiento sistematizado a través de la monitorización de indicadores de seguimiento y del cumplimiento de los hitos trazados. Además deberá generar los informes para la comunicación exterior sobre el grado de avance del plan de reformas.

La comunicación se debe realizar con transparencia, trasladando con honestidad los éxitos, las dificultades, las sombras, y que de manera precisa alinee a todos los agentes. Se trata de ganar la batalla de la opinión pública.

Apoyo del presidente, independencia, y equipo mixto

La Oficina de Reformas deberá contar con el apoyo total del presidente del Gobierno, ser independiente del resto de ministerios, y estar formada por un equipo mixto, procedente tanto del sector público como del sector privado. Por ello es necesario situar al frente de la misma a una persona con marcado perfil técnico, sólida y creíble, dotada de buenas capacidades interpersonales y que reportará directamente a Presidente.

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