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La barra libre de liquidez de los bancos centrales dispara el bono español, que baja del 6%

 Los bancos centrales han aparecido con la manguera de dinero y el escenario ha cambiado drásticamente en los mercados de financiación. El pasado 18, el Tesoro se veía obligado a colocar las Letras a seis meses al 5,22%. El 10 años se colocaba en el 6,73% en el secundario. No había demanda para el papel público. Un desastre. Pero en poco más de 48 horas, el bono de referencia recortaba 75 puntos básicos y además se cubría una subasta de Letras sin el menor problema a tipos más bajos. Los mercados respiran bastante mejor.

Un director de inversiones español comentaba que “en cuanto se ha lanzado el mensaje adecuado y concreto, los mercados han reaccionado”. Este mensaje es doble: por un lado, que “los bancos centrales no van dejar que caiga ningún otro gran banco”. Y por otro, que “Alemania tiene claro que no puede pretender que Europa sobreviva aplicándole 500 puntos básicos a todo el mundo”. De hecho, la semana que viene Sarkozy y Merkel anunciarán novedades sobre el Pacto de Estabilidad y días después se conocerán las posiciones de los bancos centrales sobre asuntos como la compra de bonos de estados periféricos.

Curva aplanada

Así las cosas, la curva de tipos se ha aplanado con fuerza en los días previos. El 10 años bajó ayer del 6%, hasta el 5,74% (conviene recordar que a la vuelta del verano todavía se consideraba que por encima del 5,50% un bono soberano estaba en zona de rescate), después de recortar 50 puntos básicos en rentabilidad. El 5 años quedaba en el 5,2% y el tres años bajó del 5%, hasta el 4,91%. Los bonos españoles fueron de nuevo los mejores de Europa, juntos a los franceses y austríacos.

Después de varios años transcurridos, los bancos centrales sienten que dejar caer a Lehman Brothers fue un error. Y en estas semanas se han repetido escenas de ausencia de liquidez casi total, según señalan en fuentes de mercado. La posibilidad de un gran banco francés al borde del colapso sigue comentándose en las mesas de operaciones y la irrupción de los bancos centrales regando con dinero los mercados a través de una acción concertada que incluyó rabajas en los swaps de divisas y en el porcentaje de caja de los bancos chinos no es una casualidad.

Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo (BCE), salió al día siguiente a decir que nadie se creyera que esto era algo ilimitado. Pero el mercado no le tomó en serio. Al día siguiente, de nuevo hubo reducción de spreads intensa en los mercados, dejando la prima de riesgo española en 350 puntos básicos, cuando hace dos semanas llegó a rozar los 500.

¿Qué decir de la subasta del Tesoro? No sólo se pudieron colocar los bonos a 3 años dos centésimas por debajo de las Letras a 6 meses, sino que se colocó el máximo importe previsto, con una demanda que triplicaba la oferta. Buenas noticias, si se hace caso a los expertos que insisten en que, además del tipo de adjudicación, es importantísimo observar el grado de interés inversor por los activos españoles. La colocación de bonos a 10 años última también fue muy complicada. 

Algo más de calma

De momento, las cosas están mucho más apacibles, aunque tampoco hay que olvidar que la subasta de ayer supone aplicar tipos no vistos en la historia de la Eurozona. Habrá que ver si los líderes mundiales son capaces de tomar las decisiones apropiadas los próximos días. 

Tanto la canciller como el organismo emisor han dejado ir las situaciones al límite, para que ningún país se sintiera cubierto en caso de riesgo de colapso. Así se han puesto las cosas en Grecia, Italia e incluso España, donde seguramente la mayor estabilidad política y la existencia de algunas entidades financieras que son líderes en Europa ha hecho función de parapeto. Pero llega el momento de que se implementen posturas más constructivas.

Para España, este breve oasis de calma es muy positivo, ya que cada día ganado acerca la toma de posesión del nuevo Gobierno. Las subastas se están colocando mejor y esto es algo básico para el futuro. Tal como le tocó al PP en 1996, al presidente le tocará reducir prima de riesgo como una de sus tareas principales. Le va en ello el futuro.

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