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Regresa el debate sobre los eurobonos y el control europeo de los presupuestos soberanos

Como contrapartida a este refuerzo de la vigilancia fiscal, el Ejecutivo comunitario presentará tres opciones para la emisión de eurobonos pese al fuerte rechazo que esta iniciativa suscita en países como Alemania o Finlandia y también en el Banco Central Europeo (BCE). Berlín teme que esta medida encarezca sus costes de financiación y elimine los incentivos para hacer reformas en los países con problemas.

La nueva norma sobre vigilancia reforzada se aplicará a los países que se encuentran en un procedimiento sancionador por déficit excesivo debido a que superan el umbral del 3% de déficit que autoriza el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. En la actualidad, este tipo de supervisión sólo se usa con los países rescatados: Grecia, Portugal e Irlanda.

Anticipando la entrada en vigor de la nueva legislación, Italia ha aceptado ya someterse a la supervisión de la UE y del Fondo Monetario Internacional (FMI), aunque no está recibiendo asistencia financiera.

La legislación "permitirá a la Comisión y al Consejo examinar los borradores de los presupuestos nacionales ex-ante y adoptar una opinión sobre ellos antes de que sean aprobados por los parlamentos nacionales", según ha anunciado el presidente del Ejecutivo comunitario, José Manuel Durao Barroso.

"Si un país presenta un presupuesto que creemos que no es compatible con las reglas comunes, pediremos una segunda lectura del parlamento y podemos incluso no aceptar este tipo de presupuesto. En algunos casos se podrá llegar a sanciones financieras", ha dicho Barroso.

"Lo haremos respetando plenamente las prerrogativas nacionales. Al final, es el parlamento nacional el que decide sobre el presupuesto, pero debe saber que es responsable sobre las consecuencias de esa decisión en otros", ha insistido.

No obstante, Alemania, Países Bajos o Finlandia ya han pedido ir mucho más lejos y realizar un cambio en los Tratados para que la UE pueda intervenir directamente en los presupuestos nacionales de los países incumplidores, que perderían así el control de sus cuentas públicas.

BONOS DE ESTABILIDAD
Por lo que se refiere a los eurobonos, el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, ha explicado este martes que "tendrán que ir en paralelo, de la mano, con una vigilancia fiscal y una coordinación política reforzadas como contrapartidas esenciales".

"Aunque la perspectiva de introducir bonos de estabilidad podría ayudar a aliviar la crisis de deuda soberana, también soy consciente de la a veces fuerte oposición contra ellos", ha señalado.

La Comisión plantea tres opciones para crear eurobonos. En la primera, la única que no exige una reforma del Tratado, no habría una mutualización del riesgo, sino que cada país avalaría su cuota correspondiente. Esta alternativa "proporcionaría menos beneficios que una emisión común pero requeriría menos precondiciones", señala Bruselas.

Las otras dos alternativas sí exigen una reforma del Tratado porque incluyen garantías conjuntas para los eurobonos, con lo que hacen a los países de la eurozona responsables de pagar las deudas de los otros. Una de las opciones contempla sustituir toda la deuda nacional de la eurozona por eurobonos, mientras que la otra implicaría que se mantengan parte de los bonos nacionales para no aflojar la presión sobre los países con problemas.

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