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Las inversiones directas de España en el exterior superan los 478.000 millones de Euros

Las inversiones directas de España en el exterior en los últimos 10 años, utilizando datos de Balanza de Pagos de Banco de España, se han cuadruplicado, alcanzando en el segundo trimestre de 2011 una cifra superior a los 478.000 millones de euros. Los retornos de esas inversiones directas se puede medir por la evolución de los ingresos en la partida de rentas de la Balanza de Pagos de Banco de España, y apenas se han duplicado.

El problema real de endeudamiento de la economía española se encuentra en el sector privado. La suma de la deuda de sociedades no financieras, sociedades financieras y familias se situaba en el 324% del PIB al final del segundo trimestre de 2011, según cálculos realizados por Voz Populi a partir de los últimos datos de Banco de España. Sin embargo, a diferencia de Reino Unido o Estados Unidos, un rasgo distintivo en el caso español es el excesivo endeudamiento de las empresas financieras y no financieras, muy superior al de países como Reino Unidos o Estados Unidos. En España la deuda empresarial, financiera y no financiera, sobre PIB ha pasado desde el 107% al 241%.

Un volumen importante del incremento del endeudamiento empresarial se ha destinado a financiar el proceso de diversificación internacional. Las inversiones directas de España en el exterior han aumentado desde los 93.500 millones de euros a finales de 1999 hasta los 478.000 millones actuales, lo que representa un crecimiento anual del 12,69%. Si el precio al que se compraron las compañías sobre las cuales se hizo la diversificación fue razonable, la deuda empresarial no supondría ningún problema, ya que las rentas que generarían, vía dividendos, por ejemplo, serían suficientes para liquidar principal más intereses. Sin embargo, si el precio fue elevado sí que habría problemas.

Para analizar el retorno de las inversiones indirectas se puede mirar la evolución en Balanza de Pagos de los ingresos por rentas. Estos han crecido en los últimos 10 años desde los 14.287 millones hasta los 39.732 millones de Euros en agosto de 2011. Como el incremento del volumen de inversiones de cartera ha sido muy moderado, la variación de los ingresos por rentas correspondería a las inversiones directas. Mientras que las inversiones directas han crecido a tasas ligeramente superiores al 12%, los ingresos por rentas apenas se han incrementado un 5,1%, es decir, habría rendimientos decrecientes del capital. Lo más preocupante es que en los últimos tres años, las inversiones directas acumuladas han crecido un 21%, y los ingresos por concepto de rentas en la balanza de pagos han descendido -31%.
 

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