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España

La cultura pierde peso en la Obra Social de las cajas

El carácter social de las Cajas de Ahorros ha sido, desde hace más de tres siglos, el Norte que orienta toda su actividad. En los últimos años, dentro de las muy diversas iniciativas realizadas dentro de la propia Obra Social de cada caja, las actividades destinadas a la cultura habían ocupado una parte importante del compromiso de estas instituciones. Pero las cosas han cambiado.

El porcentaje total de dotación de las cajas para Obra Social en este año -alrededor de unos 875 millones-, mostró un descenso de 21% con respecto al año anterior y de 55% con respecto a 2005. Dentro de esa disminución general , la cultura pierde terreno frente a otras áreas: lo que antes se destinaba a exposiciones, conciertos, patrimonio cultural o actividades de tiempo libre, ahora se destina a temas estrictamente sociales.

2011 es el tercer año consecutivo en que las actividades destinadas a cultura sufren una merma significativa. Cultura ha pasado de representar el 42% total de la obra, como ocurrió en 2005, a 31% en este año. Es decir, una pérdida de 10 puntos que han ido a parar directamente a Asistencia Social, según informa la Confederación Española de Cajas de Ahorro.

Actualmente, cerca del 50% de las cifras reservadas por las cajas a Obra Social se destinan a temas de asistencia y protección a mayores, jóvenes y sectores en situación de dependencia, riesgo de exclusión social y laboral,  una actividad en la que se han invertido 666,8 millones de euros.

Las actividades de las cajas se concentran en las demandas de una sociedad que ha cambiado. Una fuerte y aguda crisis económica, sumada a las intervenciones del Frob y el rescate económico de cerca del 25% del sector (Caja Castilla La Mancha, CajaSur y Caja Mediterráneo, además de Novacaixagalicia, Catalunya Caixa y Unnim), han hecho a las cajas reorientar su enfoque hacia actividades de mayor impacto social, que además, resulta mejor valorada por su clientes.

Banca Cívica (Caja Navarra, Cajasol, Caja Canarias y Caja Burgos), por ejemplo, ha puesto en marcha, una iniciativa en al cual pide a sus propios clientes que manifiesten en qué actividades desean que sean invertidos los beneficios anuales destinados a obra social. La tendencia ha demostrado una mayor inclinación en el gasto hacia las personas y menos hacia las actividades culturales.

Otras instituciones señeras en materia de Obra Social, tal es el caso La Caixa, que ha destinado 500 millones a este fin en 2011, mantiene la tendencia con un 67% de inversión en programas sociales, al igual de Caja Madrid, que si bien mantiene los programas más visibles destinados a la Literatura, el Pensamiento, las Artes y la Música ha incrementado y reforzado las acciones enfocadas hacia solidaridad.
 

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