Quantcast

España

Un centenar de afectados por el "dieselgate" se personan en la Audiencia Nacional como acusación particular

Fábrica de VW en Navarra

La causa se inició el 27 de octubre del pasado año, cuando el magistrado Ismael Moreno, titular del Juzgado Central de Instrucción nº 2 de la Audiencia Nacional, aceptó, a solicitud de la fiscalía, las querellas presentadas por el sindicato Manos Limpias, la Asociación Internacional Antifraude para la Defensa de Afectados por motores Volkswagen y la Asociación de Perjudicados por Entidades Financieras por los presuntos delitos de fraude por publicidad engañosa, fraude de subvenciones y delito contra el medio ambiente.

La Fiscalía decía en el escrito remitido al juez que el trucaje de los motores “parece consistir en la manipulación de un programa informático que detecta cuándo el vehículo se encuentra en un banco de pruebas” y reduce las emisiones contaminantes para adoptarse a la normativa medioambiental. De ser cierta esta información, dice el ministerio público, los vehículos afectados estarían "emitiendo gases contaminantes muy por encima de los límites permitidos (podrían superar en 40 veces dicho máximo), lo que les inhabilitaría para circular”.

Una de las últimas personaciones ahora aceptadas, concretamente el pasado 28 de enero, es la de Pedro Antonio M. B., que ha aportado la carta que la firma automovilística le remitió el pasado 5 de noviembre reconociendo que su automóvil estaba entre los afectados y en la que se comprometía a subsanar los defectos. “En el marco de la incidencia de los motores Volkswagen diésel de la familia EA189 y con el compromiso de mantener la máxima transparencia con nuestros clientes –dice la misiva- queremos informarle que su Altea XL con bastidor xxxxxxx incorpora el software al que se ha hecho referencia en las distintas comunicaciones del Grupo Volkswagen (un sistema que reconoce que el coche no está en carretera, sino en un banco de pruebas, y activa un programa que reduce las prestaciones del motor, reduciéndose así las emisiones contaminantes, produciéndose el engaño en los test de control de emisiones). Tenga la tranquilidad de que su SEAT es completamente seguro desde el punto de vista técnico y apto para la circulación. No obstante, el servicio oficial deberá llevar a cabo una serie de intervenciones en su vehículo”.

Los perjudicados van a plantear la nulidad contractual, el mismo argumento jurídico utilizado con las participaciones preferentes, para solicitar la devolución del importe de los coches

La letrada María Ponte, que representa a tres particulares cuya personación como acusación particular acaba de ser aceptada por la Audiencia Nacional, manifestó a este diario que va a reclamar a la firma alemana la devolución del importe de los vehículos por nulidad contractual, el mismo motivo argüido en las demandas por las participaciones preferentes y deuda subordinada, ya que los vehículos fueron vendidos desde la premisa de que cumplían con toda la normativa vigente, cosa que se ha demostrado falsa. “La firma ha enviado dos cartas a los compradores. En la primera les comunican que sus vehículos están afectados por el trucaje de los motores, y en la segunda les dicen que vayan a un concesionario para solventar el problema. A mis clientes les he recomendado que no lleven el vehículo hasta que no nos especifiquen qué arreglos van a hacer y de qué manera va a afectar al coche”.

La querella de otros dos afectados particulares, Eduardo M. B . y José Antonio P. S. J. añade a los delitos antes citados el de estafa, al estimar que hubo un engaño con ánimo de lucro por parte de Volkswagen. A este respecto señala que el folleto publicitario del modelo Golf adquirido dice del mismo que es “uno de los motores más respetuosos para el medio ambiente”, una circunstancia que, según la demanda, “tuvo gran peso a la hora de tomar la decisión de compra, dado el profundo respeto que tienen mis mandantes hacia el cuidado del planeta y la emisión de gases contaminantes”. “La existencia de un engaño previo, suficiente y adecuado está fuera de toda duda –dice la querella- pues la querellada instaló ese software precisamente para engañar a los organismos controladores de emisiones, y por ende a los consumidores finales, siendo imposible su percepción para los profesionales del sector, más si cabe para el consumidor medio”.

La firma alemana ha reconocido que manipuló las emisiones de óxido nitroso de sus vehículos diésel para pasar los controles medioambientales. Según datos aportados por la empresa, hay 11 millones de vehículos afectados en todo el mundo, 683.000 de ellos en nuestro país. Un portavoz del grupo consultado por este diario no quiso concretar el número de demandas presentadas contra el mismo ni ninguna otra información relativa a la causa y se limitó a manifestar que “se está colaborando con las autoridades”.

La causa está a la espera de que los Ministerios de Industria, de Medio Ambiente y el Grupo Volkswagen presenten los informes técnicos solicitados por el instructor.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.