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España

El pacto Rosa Díez-Albert Rivera se esfuma: la relación entre UPyD y C's vive su peor momento

La líder de UPyD, Rosa Díez, aplaude durante la celebración de un acto de su partido.

El debate sobre la posibilidad de una futura coalición se ha instalado en la militancia de Unión, Progreso y Democracia (UPyD) y en Ciutadans y su plataforma Movimiento Ciudadano, la recién impulsada por el líder de C’s, Albert Rivera, y el ex ministro socialista Antonio Asunción. Sin embargo, esta discusión no está teniendo el mismo recorrido entre dirigentes de ambas formaciones, que no sólo zanjan rápido la cuestión, sino que incluso entran a la gresca.  

En el horizonte más cercano está la celebración de las elecciones europeas el próximo 25 de mayo, pero lejos de mostrar intenciones de sentarse a negociar para unir fuerzas e ir de la mano a las urnas, sus movimientos están siendo de distanciamiento, enquistado en los últimos días. Además, el hecho de que las relaciones entre UPyD y Ciutadans atraviesen ahora su peor momento coincide con un descenso de los apoyos al partido de Rosa Díez, según el último CIS, y con la emergencia, en cambio, de Movimiento Ciudadano. Esta iniciativa cívica ha visto sobrepasadas sus expectativas de seguimiento en los recientes actos celebrados en Madrid y Granada y cuenta ya con decenas de miles de seguidores (más de 36.000 personas han firmado con su DNI el manifiesto fundacional de regeneración democrática). Están en la agenda próximas citas en Barcelona (23 de noviembre) y Valencia (14 de diciembre) para ir tomando temperatura al respaldo ciudadano. 

Desde UPyD, la postura es clara: su líder, Rosa Díez, se ha cerrado en banda ante cualquier alianza con Ciutadans. La receptividad de tiempos atrás mostrada a los seguidores de Rivera ha transmutado en indiferencia de puertas para fuera. De puertas para dentro, en las bases del partido hay quienes miran de reojo el asalto a la política nacional que sondea Ciutadans. Voces internas creen que Movimiento Ciudadano puede captar a un espectro del electorado descontento con el bipartidismo, caladero en el que pesca UPyD, lo cual les inquita y mucho. “A Rivera no sólo lo conocen ya en Cataluña”, subrayan. Para quienes reclaman en privado algún guiño a Ciudatans no pasa inadvertido el último barómetro de opinión del CIS, el correspondiente al mes de octubre, donde si bien la formación magenta mantiene la cuarta plaza en estimación de voto (con un 7,7%), sufre un descenso de algo más de un punto con respecto al sondeo de julio.

La receptividad de tiempos atrás mostrada a los seguidores de Rivera por parte de UPyD ha transmutado en indiferencia de puertas para fuera

En cambio, esta percepción de necesidad de tender puentes con C’s no es compartida por dirigentes de la formación magenta. Cargos del partido consultados por Vozpópuli sostienen que “el proyecto de Ciutadans no cuajará en la sociedad civil porque no está en la calle; se nutre básicamente de los medios”, apuntan. El portavoz adjunto de UPyD en el Congreso de los Diputados, Carlos Martínez Gorriarán, ha manifestado en la redes sociales que el futuro de su partido no pasa por seguir el plan de “disolvernos en un invento de ese Movimiento Tertuliano, en referencia a la plataforma de Rivera. “Una invención alimentada en y por las tertulias, muchas contra UPyD desde siempre”, ha criticado el número dos de Díez en la Cámara Baja. 

Las mismas fuentes interrogadas por este diario, reacias a estrechar lazos, señalan que “UPyD ya ha demostrado que sabe hacer política nacional desde todo el territorito, no sólo desde Cataluña. Las aspiraciones las tiene Ciutadans. Son ellos los que deben aproximarse a UPyD y quizás buscar la integración en estas siglas”.

Juego de estrategias  

Sin embargo, en el partido de Rivera y su plataforma cívica no están por la labor de llamar a la puerta de la formación magenta para pedir algún tipo de alianza. No obstante, su postura contempla extender la mano si hubiera algún acercamiento. “En este momento, a los que nos importa más el país que el partido, deberíamos unir fuerzas”, afirmó Rivera recientemente preguntado sobre un posible pacto con UPyD. Entretanto, su equipo es consciente de que la formación de Rosa Díez les necesita en Cataluña y ello lo quieren explotar. El próximo diciembre decidirán si concurren a las elecciones europeas, cita en que UPyD tendrá difícil superar, en caso de Ciutadans se presente finalmente, los 15.649 votos que sumó en 2009, quedando por detrás de fuerzas sin presencia entonces en el Congreso de los Diputados como Iniciativa Internacionalista-La Solidaridad entre los Pueblos (II-SP).

Fuentes sondeadas en Ciutadans coinciden en que “Albert (Rivera) no piensa dar ningún paso en falso que le puede dejar en evidencia”. Afirman que se ha propuesto cuidarse mucho de repetir acercamientos fallidos como en el pasado. Y es que el presidente de C’s ya se ofreció al partido de Rosa Díez para concurrir junto a las elecciones generales de 2008. Sin embargo, UPyD rompió las negociaciones esgrimiendo que Ciutadans nació en respuesta a condiciones específicas de la política catalana, en concreto como alternativa al nacionalismo catalán y “pensamos que a día de hoy sigue siendo un partido que responde a las peculiaridades de la política catalana”, rezó el comunicado. Para los comicios del 20-N la historia volvió a repetirse. Ciutadans solicitó por carta presentarse juntos y UPyD replicó con otra misiva donde mostraba su negativa a concurrir con unas siglas diferentes en Cataluña. Todo apunta a que en las próximas europeas tampoco habrá acuerdo. ¿Podrá decirse lo de “a la tercera fue la vencida” en 2015? 

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