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España

Moncloa acelera el paquete de medidas anticorrupción para contrarrestar el "efecto Bárcenas"

Bárcenas ha sido recibido con gritos de "¡Chorizo, ladrón!" a su llegada a la Fiscalía

Moncloa trabaja contrarreloj en el paquete de medidas anticorrupción para neutralizar el "efecto Bárcenas", sobre todo de cara al debate sobre el Estado de la Nación de los días 20 y 21 de este mes. En un intento por evitar que el caso del ex tesorero deje tocado de muerte el primer debate de política general con Mariano Rajoy de presidente, el deseo es adelantarse a la cita con una serie de propuestas sobre la mesa, independientemente de que el jefe del Ejecutivo se reserve algún anuncio para el Parlamento, no tanto en su primer discurso sino durante la réplica al líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba.

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, es la que tiene el encargo explícito por parte de Rajoy de intentar alcanzar un pacto anticorrupción que, de momento, está congelado. No ha habido nuevos contactos en la última semana con su interlocutora habitual, la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano. El nuevo estallido del caso relacionado con el ex tesorero popular, precipitado tras conocerse la existencia de una primera cuenta corriente en Suiza con 22 millones de euros unido a las informaciones sobre los supuestos sobresueldos en dinero "B", dinamitó los primeros acercamientos entre ambas. Los últimos tuvieron como telón de fondo el acuerdo sobre el arbitraje de las preferentes. Tampoco ha facilitado el acercamiento la proximidad de un debate no sólo trascendental para Rajoy sino también para el liderazgo de Rubalcaba.

Puede haber una nueva vuelta de tuerca a las donaciones privadas a los partidos de modo que no puedan ser de empresas ni de personas jurídicas

Pero aún así, Sáenz de Santamaría trabaja en una propuesta amplia que pasaría por incorporar a los partidos políticos bajo el control de la Ley de Transparencia, aunque esta iniciativa se derivaría a los Grupos Parlamentarios una vez que la ley ya está en trámite en el Congreso. Otra de las posibles modificaciones afecta a la Ley de Financiación de los partidos políticos, que ya sufrió una modificación el año pasado y a la que se trataría de dar una nueva vuelta de tuerca. No es descartable una nueva limitación de las donaciones privadas, de modo que las formaciones políticas no puedan recibirlas de empresas o personas jurídicas, solo de personas físicas, en la línea de lo defendido también por el PSOE. Lo último es el Código Penal, donde al ya incorporado delito por ocultación, simulación y falseamiento de cuentas por parte de los poderes públicos, podrían unirse los responsables políticos en la medida que reciben fondos públicos.

Cabe resaltar, no obstante, que desde mediados de enero se ha extendido a partidos y a sindicatos la responsabilidad penal de aquellas actuaciones ilegales que desarrollen administradores o representantes de estas organizaciones "cuando no haya existido un control adecuado sobre los mismos", reforma especialmente delicada ahora para el PP teniendo en cuenta el horizonte penal de su ex tesorero Luis Bárcenas, sobre el que queda por saber si se ejerció algún tipo de control.

La reforma de la Ley de Financiación de partidos aprobada el año pasado obliga a éstos a publicar sus estados contables después de pasar por el Tribunal de Cuentas, aunque no parece una medida muy real de fiscalización habida cuenta que el último informe de este tribunal sobre los partidos data de 2007. A este mismo órgano deben comunicarse las donaciones de más de 50.000 euros. La reforma también pretende acabar con la condonación de las deudas que tienen las formaciones políticas con los bancos de más de 100.000 euros, lo que ha sido una práctica más o menos habitual.

Los socialistas también quieren llevar sus propias propuestas anticorrupción al debate de política general en forma de resolución. En estos momentos es poco menos que imposible la consecución de un pacto que hasta los ex presidentes Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero le han recomendado a Rubalcaba, dado el grado de deterioro en la imagen de los partidos y los réditos que puede sacar si alcanza algún pacto de Estado con el Gobierno.

Sáenz de Santamaría espera asimismo el informe que ha encargado al Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, que depende del ministerio de la Presidencia, y al frente del cual se sienta Benigno Pendás. Hasta que no esté ese informa, no se intensificarán lso contactos con el resto de los Grupos políticos, indicaron fuentes de vicepresidencia.

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