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España

El entorno de Aznar atribuye a Santamaría y Cospedal el intento de jubilar a los veteranos del PP

Cospedal y Sáenz de Santamaría, durante un acto de su partido.

Aznar ve descorazonado "cómo los pilares de aquel PP de los años 90 comienza a desmoronarse", cómo una nueva generación de políticos populares van tomando posiciones para acabar de "jubilar" a los que nacieron en la década de los cincuenta, los mismos que llevaron al PP al poder por vez primera en 1996. El partido del que es presidente de honor se va pareciendo poco al que dejó tras su marcha, y en buena medida explica su reacción en lo que ya ha comenzado a llamarse el "aznarazo". Es más, a juicio del entorno de Aznar, ese intento de apartar a los veteranos tiene dos protagonistas principales, que no trabajan conjuntamente, pero que, a su juicio, persiguen lo mismo, y son la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y la secretaria general del PP y presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal.

Existe el convencimiento de que ambas, que poco tienen que ver con la generación política de Aznar aunque las dos tuvieron responsabilidades en la administración popular bajo la presidencia de éste, "han puesto la máquina para triturar" a los veteranos, como se dice muy gráficamente en el entorno de Aznar. Es verdad que ambas, muy poderosas cada una en su ámbito de responsabilidad, han ido tejiendo una red de apoyos internos que nada tiene que ver con los que gobernaron el PP durante años, salvo contadas excepciones como las del propio Mariano Rajoy, que sigue siendo el mejor exponente de la generación de los 50.

A fin de cuentas, los temores del entorno de Aznar reflejan en muy buena medida la propia política que desarrolló éste cuando aterrizó en la presidencia del partido allá en el año 1990. De un plumazo apartó a los siete vicepresidentes populares y fue orillando a los que representaban la vieja guardia --no necesariamente "pata negras" del PP-- como Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, Fernando Suárez , José Antonio Segurado o Alfonso Osorio. Abordó una renovación generacional que parece que es la que tanto molesta ahora en su entorno y que justifica en buena parte su enfado. A esa estrategia atribuye él lo que considera de "falta de energía" para defenderle ante el estallido de los papeles de Bárcenas y para salir en defensa y reivindicación del legado del partido en los tiempos en que él lo presidía.

Cospedal y Santamaría aparecen como dos apuestas de futuro del PP para la era post Rajoy, aunque no hay abierto ningún debate en torno a la sucesión

De este modo el dedo acusador se dirige contra Santamaría y Cospedal, que parecen tener mucho que decir en el futuro del PP. De Sáenz de Santamaría, posiblemente la vicepresidenta que ha acumulado más poder de todas las personas que han pasado por ese cargo en democracia, se sabe de su ascendente sobre una nueva generación de políticos populares representados por el responsable de la oficina Económica del Gobierno, Álvaro Nadal; el secretario de estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón; el portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Alfonso Alonso; la ministra de Trabajo, Fátima Báñez; o el secretario de Estado de Cultura, José María Lasalle, además de otros altos cargos intermedios de la Administración, muchos de ellos, abogados del Estado como ella.

La autoridad de Cospedal viene, en cambio, de la mano de la secretaría general del PP. Desde ese cargo se ha embarcado en un proceso de renovación interna de las baronías populares con el que puede afianzar, y mucho, su capacidad de maniobra de cara al futuro. País Vasco, Cataluña, Valencia, sin olvidar su propio territorio, Castilla-La Mancha... pueden ser regiones importantes a la hora de recabar apoyos. Su ya famoso "que cada palo aguante su vela" fue interpretado por el entorno de Aznar como la confirmación de que se abría un nuevo periodo que poco o nada tendría que ver con el anterior. Tal y como hizo él, por cierto, aunque ahora le duela tanto. 

Sin embargo, la teoría de los "aznaristas" choca con la presencia de muchos veteranos en el Gobierno y en el partido. Son, además del propio Rajoy, Jaime Mayor Oreja, Javier Arenas, José Manuel García-Margallo, Jorge Fernández Díez, Cristóbal Montoro, Miguel Arias Cañete, Luis de Grandes, Juan José Lucas o Celia Villalobos, por citar algunos ejemplos de que la generación de Aznar sigue en activo en el PP, frente a las acusaciones de los aznaristas.

Muy pendientes estarán todos ellos de lo que diga hoy en la presentación en el Congreso de las biografías políticas de Cánovas, Maura y Silvela. Estará acompañado por el presidente de la Cámara, Jesús Posada --que no tuvo inconveniente en decir que "las cosas se van para no volver", en alusión a una posible vuelta de su antiguo jefe de filas a la política-- y del diputado y director del Área de Constitución e Instituciones de FAES, Ignacio Astarloa. No está previsto que acuda nadie del Gobierno, aunque el hecho de que estén en Madrid todos los barones populares convocados a un almuerzo en Madrid por Rajoy, podría deparar alguna presencia no prevista. Además, el día 10 de junio ofrecerá una conferencia en el Club SigloXXI para hablar de los 35 años de la Constitución. Lo siguiente será el Campus de verano de FAES, del 1 al 7 de julio, por lo que no faltarán ocasiones en que siga marcando distancias con Rajoy. 

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