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España

Segundo resbalón de Castellano en su intento de crear un gran operador de cable

Segunda vez que resbala la idea de José María Castellano, presidente de Ono, de crear un gran operador de cable uniendo su fuerzas con las del gallego R y del asturiano Telecable.

Liberbank acaba de dar el control de su operadora Telecable al fondo de inversión Carlyle (vende el 77% de la compañía por 308 millones de euros), con lo que ha roto de nuevo los esquemas iniciales de Ono. Castellano ya intentó integrar sin éxito a la mayoría de los cableros en torno a Ono hace más de dos años, cuando llegó a la presidencia de la compañía, con el fin de que sus accionistas, los fondos americanos, pudieran salir de la operadora. Estos siguen atrapados, pese a que también fracasaron los planes de salir a bolsa. “En Ono, la noticia ha caído como un jarro de agua fría”, comentan fuentes cercanas al operador.

La realidad es que la crisis económica está dando una nueva oportunidad a los fondos extranjeros para seguir invirtiendo en telecomunicaciones en España y el pago al contado se ha impuesto a la fórmula de Ono. Los ‘papeles’ de Castellano (su propuesta pasaba por una ampliación de capital, Ono no tiene cash suficiente y la deuda de 3.500 millones sigue siendo una losa) no resolvían los problemas de Liberbank, que debe dar pasos inminentes en su carrera por recapitalizarse antes del 25 de octubre.

“El precio al que se ha cerrado la operación es muy razonable y va a permitir a Carlyle recuperar el día de mañana”, explican fuentes del sector. La operación se ha cerrado entre siete y ocho veces el Ebitda previsto para 2011, según datos del cuaderno de ventas, que adelantó Vozpópuli.

Los nuevos dueños mantendrán a la plantilla y a los actuales directivos. La idea es seguir con su actual rebranding de su nueva marca (un millón de euros en tres años) y evitar la fuga de clientes ahora que el capital asturiano deja de tener la mayoría (15%). Ahí tendrá mucho que ver la agresividad de Digital+ (Prisa).

Con este movimeinto, se puede decir que la consolidación necesaria en el sector del cable tendrá que esperar. La propia entrada de Carlyle en un nicho tan pequeño (operador regional con presencia en Asturias y Extremadura) inspira que dicha restructuración se producirá en un tiempo.

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